𝗨𝗻𝗮 𝗰𝗮𝗻𝗰𝗶ó𝗻 𝗰áu𝘀𝘁𝗶𝗰𝗮. ᴇʟ ʀᴜɪᴅᴏ ᴅɪᴠᴀɢᴀɴᴛᴇ ᴅᴇ ᴘᴀᴛʀɪᴄɪᴏ ᴅᴀʟɢᴏ.
Sábado 3 de Julio
Inauguración presencial
𝗨𝗻𝗮 𝗰𝗮𝗻𝗰𝗶ó𝗻 cÁU𝘀𝘁𝗶𝗰𝗮.
ᴇʟ ʀᴜɪᴅᴏ ᴅɪᴠᴀɢᴀɴᴛᴇ ᴅᴇ ᴘᴀᴛʀɪᴄɪᴏ ᴅᴀʟɢᴏ. @patriciodalgo
Patricio “ el juguetero” Dalgo, cual Diógenes Laercio, recoge en esta muestra una colección de objetos que fueron en un primer momento descartados, despreciados, tirados prácticamente a sus pies, por otros jueces del arte, para instrumentalizarlos e intervenirlos en piezas de video, sonido o plásticas.
Bajo un esquema aleatorio de “ pensamiento bootleg” (un ejemplo son las muñecas calvas que venden en las calles imitación de las Barbie de Mattel, o los carros Hot Wheels pirateados en carritos de dólar), la basura se vuelve el vehículo del azar.
Materiales desdeñados como el cartón, entre otros considerados sucios o de baja fidelidad, permiten un ensamblaje con esas otras aspiraciones de la young culture del deseo triste de vivir en un mismo mundo, creando un mash-up en donde todo cobra otro matiz más cercano a las estéticas del cine-B o el industrial-punk.
Lo que no cabe en este mundo se considera ruido, desecho o ripio. El futuro mismo es considerado basura. Desde esta posición de un absurdo completo se elabora el ruido y el juego, soñando el día que una máquina estropeada pueda componer una canción caústica. Lo experimental y lo electrónico son esenciales para este trabajo que explora lo sonoro y lo musical en el divagar del ruido.
En esta filosofía del Hazlo-tú-mismo, que no está exenta de bulla y diversión, estos objetos obsoletos añoran recobrar un sentido como piezas únicas, a pesar de su apariencia estropeada. Quizás toda esta falsificación no sea más que otro autoretrato del propio Patricio.
Siguiendo la tradición de los inventores alados (Wan Hu, Valerian Abakovsky, Otto Lilienthal, Franz Reich y Aurel Vlaicu), Patricio Dalgo, con sus experimentos en el caos del residuo, lleva sus ideas errantes hasta las últimas consecuencias.
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Texto por Luis Cermeño @addkerberos