Archive | diciembre 2012

Draglists

(Este texto surgió como una introducción a un playlist que iba a realizar con ocasión a la celebración de fin del año 2012. Después de escribirlo para proceder con la presentación de las canciones, me di cuenta de que ya no era necesario agregarle más. La música de las esferas era suficiente y se intuían en las asociaciones libres de los textos citados)

2013

Las listas se atiborran en estos días que se aproxima el advenimiento de un nuevo año del calendario gregoriano. Lo que fue, pudo haber sido y será, se acumulan en los rincones del cerebro. A veces se limpia allí, pero por lo general se olvida hasta de la basura y queda allí durante años. Tenemos muchas listas tristes, de lo que se cumplió y dejó de cumplirse, cuyo único consuelo será ser barrido por el tiempo, como todo lo demás: lo que se nos escapa eternamente. Nos sacudimos en una risa nerviosa, similar a la que estremeció al drag queen de la filosofía Michel Foucault: » De la risa que sacude, al leerlo (a Borges), todo lo familiar al pensamiento — al nuestro: al que tiene nuestra edad y nuestra geografía –, trastornando todas las superficies ordenadas y todos los planos que ajustan la abundancia de seres, provocando una larga vacilación e inquietud en nuestra práctica milenaria de lo Mismo y lo Otro» (Foucault, las palabras y las cosas) Fuera de los esencialismos, todo los elementos despedazan el artificio del mundo construido en el lenguaje, como lágrimas en la lluvia, en una velocidad precisa. » Y debido a eso vio el Reino Inferior no como un lugar, sino como imágenes transparentes que se iban permutando a una tremenda velocidad. Esas imágenes eran las Formas que hay fuera del espacio, las Formas que iban entrando en el Reino Inferior para convertirse en realidad. Ahora se encontraba  a un paso de la transformación hermética.» (Philip K. Dick, la invasión divina) Por culpa de Philip K. Dick cada vez que una comida sabe mal creo que el mundo está en descomposición y estoy muerto. También me sucede con el café— cada vez que me sirven un café de mierda, creo que me desmaterializo y la realidad es un simulacro.

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Nuestro 2036

Ni diciembres, ni eneros o abriles, volverán. Cada día se pierde para siempre y nos acercamos más a un futuro que entraña sorpresa y decepción. Hoy, que el 2012 se va para siempre como cualquier muerto, les presentamos un documental donde se calcula el escenario de 2036. Queda menos tiempo para emprender la seductora confrontación entre lo que se vislumbra y lo que ocurre:

Brasil, de Terry Gilliam (subtitulada)

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El amor tiene alas de ángel. Y la mejor versión de Brasil es la que no contiene una sola imagen del país sudamericano. El futuro llegó y se fue, sin embargo esta película sigue siendo una promesa llena de decepción como toda buena ilusión que se descarraca tras la ruptura de un par de alas. A disfrutar.

Y El Afinaito afinó

El enano Carlos veía las notas necrológicas de los noticieros, movía sus bracitos cortos y regordetes como morcillas y decía: «Pa que afine», hablándole al nuevo muerto.  El Afnaito ha afinado a los treinta y seis años, víctima de un paro respiratorio y ahora canta champeta en la eternidad. Uno de los recuerdos más nítidos que tengo es el del obeso Barreto bamboleándose al son de «Busco alguien que me quiera» con Yuly, una caribeña que lo tomó de los pliegues adiposos que  brotaban de la cintura de Barreto y le dijo  que él tampoco iba a poder quererla. Después se emborracharon y jamás volvieron a verse. En la ampulosa tradición del tango se ha enunciado que este es un pensamiento triste que se baila pero esto no es de su exclusividad, la prueba está en estos versos cantados por El Afinaito:

Había una mujer que sus ojos eran de fuego
Y que sus lágrimas eran gotas de hielo
Me dijo que las flores se marchitan de tristeza
Cuando las heridas sangran en la conciencia

La última entrevista de Marilyn Monroe

Marilyn, dos días antes de matarse, concedió  una entrevista en donde osciló entre el hastío, la decepción, la melancolía, el engreimiento y el frenesí, como si colocara todo lo que fue su vida en esa charla:

Segunda edición del Congreso Iberoamericano de Lengua, Literatura Infantil y Juvenil (CILELIJ) en Bogotá

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La segunda edición del Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (CILELIJ) se celebrará en Colombia, entre los días 5 y 9 de marzo de 2013, bajo el lema  “Escribir, ilustrar y leer libros infantiles hoy en Iberoamérica”.

Organizado por el Banco de la República – Biblioteca Luis Ángel Arango y la Fundación SM, tiene como objetivo analizar el presente de la LIJ en Iberoamérica.

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Carta a una novia embarazada de otro

Saroyan

El nombre de William Saroyan(1908-1981) fue un escritor norteamericano muy leído a mediados del siglo XX, hoy día su nombre se ha ido eclipsando  aunque escritores como Alvaro Cepeda samudio (perteneciente al grupo de Barranquilla de donde emergió Gabriel García Márquez) lo ubicaron en su canon personal. Editorial Acantilado publicó una colección de relatos llamada «Me llamo Aram» y, en 1972,  la editorial Plaza y Janés publicó «Cartas desde la rue Taitbout» de donde extraemos el escrito que les presentamos:

La chica «plan»: Querida niña, niña tontita y ridícula de hace sólo treinta años, cuando tú tenías deiciocho y habías ido a Hollywood, desde York, Pennsylvania, para hacerte estrella de cine, con un secreto escondido en el vientre. No recuerdo cómo nos conocimos; sólo sé que de pronto estabas viviendo en mi apartamento de Villa Carlotta, un sitio muy relumbrón para los recién llegados al departamento de escritores del negocio del cine. Allí estabas tú en los últimos días del mejor mes del año, octubre de 1936, compartiendo mi vida, la vida de un nuevo escritor americano de veintiocho años, famoso de costa a costa, como dice la gente, con dos libros publicados en Nueva York, Londres, París, Berlín, Roma y un montón de sitios; pero, a pesar de todo, un hombre vociferante y desesperado que había ido a Hollywood en un decrépito «Packard» para ganar rápidamente algún dinero con el que pagar unas estúpidas deudas.

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Breve trazo de la historia de la computación para aparentar ser un geek #Infografía

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En esta infografía del Museo de Historia del Computador, con el auspicio de HP, faltan como 3/4 de historia de software y computación, pero si tus aspiraciones son tan tristes como para quedarte satisfecho de que te consideren «geek» puedes darte por bien servido.

Un documental sobre Roa Bastos

En las calles del centro de Asunción aún hay algunas imágenes conmemorativas del bicentenario de la nación, clavadas en los postes, contienen la imagen de algún personaje considerado como constructor del país; abundan los políticos, músicos, educadores y, por supuesto, escritores que ayudaron a construir el relato nacional. La imagen de Augusto Roa Bastos fulgura entre ellas,  se ha convertido en una suerte de señal que indica un espacio de eventos culturales y, como ocurre en Argentina con Borges o en Colombia con García Márquez, sus libros son un souvenir puesto en vitrinas que pretenden, con esmero, imitar los elementos locales; esta colocación de algunos escritores como piedras angulares en la generación de eso que se denomina «identidad nacional», es materia para cientos de trabajos que busquen indagar las relaciones entre literatura y política en un continente donde muchos dirigentes también quisieron exhibir su poder con la pluma. A continuación les presentamos un documental sobre Roa Bastos donde el autor habla de su pretensión de mostrar a un Paraguay profundo – esto último ha sido rebatido por otros autores más jóvenes que manifiestan que el país escrito en las páginas del ganador del premio Cervantes no condice con lo que hay en campos y ciudades paraguayas, limitándose la discusión a la función representacional y realista de la literatura- y su distancia con respecto a las manifestaciones del folklore:

Karol el ahorcador (fotonovela corta)

Fotografías hechas por Anbilli

Karol evocó el viejo dicho de que la vida se le pasa a uno en un segundo cuando está a punto de morirse; tomó una soga y, desde entonces, se ha dedicado a ahorcar sin asesinar a quienes acuden a él para recordar un nombre, un rostro, un olor o un sonido, a los que lo buscan porque están aburridos y no saben si quieren morirse o acordarse de que alguna vez no lo estuvieron y a los adictos a la nostalgia.