¿Les gustó la película “Interestelar”?
¿Y si les dijera que un escritor Colombiano escribió algo similar hace más de 40 años?
GLITZA NUESTRO INTERSTELAR.
1- Einstein, genes y Glitza.
Glitza es un cuento de ciencia ficción del escritor colombiano Antonio Mora Vélez que narra la historia de un amor imposible, entre un astronauta Vernon Koste y la doctora en genética Glitza, que tras prometerse se ven intempestivamente separados puesto que al joven astronauta lo envían a una misión de reconocimiento en una nave con velocidad próxima a la luz, hacia el planeta verde de Alpha Centauri
Caminando por la ciudad de Quito me encontré dos locales que me transportaron 15 años atrás y ambos me produjeron una inmensa nostalgia.
El musical porque en Bogotá se cuentan pocos lugares que aún sobreviven y cada vez desaparecen bajo la mirada indiferente de todos.
Sonaba you learn de Alanis Morissette y sentí que volvía a tener 18 y el acné reaparecía con todo su furor.
Tunel temporal
Los cds no pasaban del 2005 y fue un túnel temporal por el que me sumergí durante minutos.
Vinilo de banda punk
Como bien saben, Philip K. Dick fue vendedor de discos durante su juventud, de hecho fue su único trabajo durante 4 años mientras sus compañeros escritores iban a la universidad él alucinaba con los discos de Mahler y puedes imaginarlo como un melómano entusiasta que podía hablarte de toda la historia de un músico con el fin de que compraras su disco. Esto se refleja en muchas de sus novelas y cuentos, en los que de súbito empieza a desvariar sobre la armonía en una persecusión interestelar.
Hoy día Philip K Dick joven estaría sin trabajo y los fariseos de la ciencia ficción dirían que es un autor de segunda por hablar de algo tan estrambótico como discos musicales en lugar de querer salvar el mundo.
Philip Dick
El segundo lugar fue una tienda de videos.
Otra reliquia de un pasado perdido. Me sentí en el parque jurásico de los objetos culturales por los que ya nadie da un peso. Hace unos años trabajé en uno de estos locales de alquiler de video y acumulé muchas historias que impregnan parte de mi visión del mundo, mucho más que un seminario de epistemología de la investigación en ciencias humanas. El jefe era un gilipollas que no hablaba sino escupía. De los peores imbéciles. Pero casi nunca lo veía y terminé dejándole tirado el puesto. Así que tenía todo el tiempo del mundo para ver películas bodrio de ciencia ficción, terror, drama y comedia. No había cine arte y a quienes me preguntaban los dirigía a donde mis amigos de art dvd cuya colección me brindó el mejor y más global panorama de cine hasta que a los idiotas del ministerio se les dio por confiscarles las películsd cuya distribución no estaba autorizada en el país (o sea el 80%) y lamentablemente los condenaron a ser una videotienda mediocre más hasta que se fueron.
El cortometraje que a continuación les presentamos, dirigido por Lautaro Nuñez De Arco, tiene las resonancias de los silbidos que, en el cine argentino, ya retumbaron en «Santos Vega», ahora, estos se desvanecen en la relación entre dos ejemplares de especies diferentes y todo lo que les ocurre està mediado por un crimen y el amor. Es el saludo a todos esos canes cuya progenie de melancolía nos recuerda a Sirio y desemboca en un par de ojos húmedos que nos miran desde el silencio profundo de sus pensamientos:
Hoy que está de moda Mr Spock, y el actor que lo personificara, cuyas dos cosas que hizo fueron a saber:
Encarnar a Mr Spock
Morirse
Tenemos el placer de presentarles una disertación que da cuenta de la relación entre el ordenamiento jurídico y la cinemateca de Sci Fi. Estarán ad portas de encontrar el código de procedimiento civil que subyace a Ubik, y encontrarán todos los recursos legales posibles que podrá poner en marcha Rick Deckard para conseguir su animalito de verdad verdad.
Disfrutemos esta pildorita y recordemos que la ciencia más importante que existe en el mundo es la jurídica, y que los genes que nos definen como especie reposan en el código de comercio y el código civil redactados por don Andrés Bello, sin desdeñar, claro está, la labor legal que con tanta pericia llevó Don Vélez Sarsfield.
Escuchemos a don Alfredo Bullard, jurista del virreinato del Perú, de la prestante firma Bullard Abogados, quien se define en twitter @alfredobullard como «Abogado pero no creo mucho en el Derecho, sobre todo cuando nos prohíbe que seamos libres y nos niega que seamos responsables» – Toda una declaración de principios de ciencia ficción que atenta con la mentada y manoseada alucinación consensuada de los cyberpunk.
Dicho sea de paso, invitamos a todos los juristas del continente nos envíen sus trabajos para ser publicados en milinviernos.com Nos interesa sobremanera los temas atinentes a la pared medianera, los bienes mostrencos y los hallazgos de tesoros.
El 1973 apareció la versión cinematrográfica, dirigida por Leopoldo Torre Nilsson, de «Los siete locos». Esta novela ha sido considerada como una de las más importantes en el contexto de la literatura argentina del siglo pasado. Su autor, Roberto Arlt, se alimentaba de «malas» traducciones de los rusos y, a diferencia de los exquisitos literatos de Buenos Aires, se ensuciaba las manos para vivir de la escritura. Además, fue un inventor y toda su alquimia quedó impregnada en esta versión cinematográfica que sirve para pasar el letargo de un domingo interminable:
Los campeones del pollo nos han remitido este trailer en donde, a juicio de ellos, descubrimos que Dios no juega a los dados sino Lego con nosotros. Agradecemos a nuestros corresponsales tan gentil entrega y esperamos que disfruten de esta insinuación del lado oscuro y de la luz en el episodio 7 de la afamada «Star Wars»:
Ahora que todo el mundo se encuentra excitado por el trailer de Chappie, la película del director africano Neill Blomkamp programada para el 2015, es pertinente echarle un vistazo a los anteriores trabajos de este realizador que a su corta edad ya ha puesto su sello en los audiovisuales de ciencia ficción.
[El trailer de Chappie]
No sobra recomendar las películas de Blomkamp a quienes no las han visto, pero quienes lo han hecho podrán reconocer, en sus cortos, las ideas fundamentales de sus trabajos largos. Vivo en Joburg (Alive in Joburg)ya tiene todos los elementos sobre la raza alienígena viviendo en condiciones de Apartheid (Joburg como abreviación de Johannesburgo), las naves empotradas en el cielo en medio de la ciudad, el mercado negro y la narrativa de falsa noticia que disfrutamos en District 9.
Blomkamp ya estaba asignado como director para la versión fílmica de célebre videojuego Halo; sin embargo, esta cinta no se realizó ese año y, en cambio, empezó el rodaje de la que lo llevaría a la cúspide District 9. Seguramente esta es la razón por la que se aprecia en la narrativa de District un halo de first-person shooter. Algunos más arriesgados han afirmado que la idea de District 9 era ser una película dentro del universo de Halo.
Nacho Vigalondoes un director de ciencia ficción más interesante que James Cameron y otros semejantes que solo cuentan con caros efectos especiales, cuando el efecto especial más increíble de todos en este planeta es la ilusión de una realidad estable y un mundo sin gracia; efecto que, afortunadamente, a veces presenta baches, revelando algo más espectacular, que es de lo que la buena ciencia ficción se nutre.
Este corto que en realidad son tres film-minutos entrelazados, se presentó para el LifeCam Short Festival.
En una conferencia impartida por el filósofo Gilles Deleuze en la Escuela Superior de Oficios de Arte y Sonido (1987), además de preguntarse por el acto creador, establece las diferencias entre la reflexión y la filosofía, ubicando a esta última como la labor de crear conceptos. A lo largo de su discurso, siempre atravesado por aparentes disgresiones y elipsis, el filósofo retoma al control, enunciado por Burroughs, como el factor que habrá de caracterizar a las sociedades futuras y, en ellas, los centros de reclusión (ya sea penitenciaria, hospitalaria, educativa o laboral) tenderán a desaparecer:
Si existe una posibilidad de encuentro entre arte-ciencia-filosofía está en la potencia creadora que trasciende todos los campos de conocimiento humano.
Y es sobre este acto de creación, desde Bresson, que el filósofo Gilles Deleuze se ocupará de abordar en su conferencia en la Escuela Superior de Oficios de Imagen y Sonido en 1987, dirigido a una audiencia interesada en el cine.