Lo mejor y nuevo de la ciencia-ficción de Colombia, en Revista CECAR
EL TEMA DE LA CONVOCATORIA PARA PARTICIPAR EN LA ANTOLOGÍA: LO MEJOR Y LO NUEVO DE LA CIENCIA FICCIÓN, QUE APARECE EN LA REVISTA INSTITUCIONAL DEL CECAR, #34 FUE EL SIGUIENTE:
ASTRÓNOMOS DESCUBREN GIGANTESCA NAVE DEL ESPACIO CERCA DE SATURNO (Internet). ¿Vienen hacia La Tierra para evitar que destruyamos el planeta y nos auto eliminemos? ¿O para aprovechar nuestra situación de pre-guerra mundial para dominarnos? ¿O para convertirnos en despensa de alimentos para su mundo? ¿O para intervenir en los resultados de las elecciones de Colombia?
A partir de ese tema, varios autores, algunos reconocidos como otros emergentes, presentamos nuestra variación sobre el tema, cada uno desde nuestro estilo y nuestros propios intereses frente a la ciencia ficción, demostrando que un mismo género y un mismo escenario, permite desarrollarse a partir de la creatividad de cada creador.
Se pueden encontrar relatos de Antonio Mora Vélez, Campo Ricardo Burgos, Luis Cermeño, Jerson Lizarazo, Santiago Betancourt, Oscar Javier Mora, Alberto Cortés, Lizeth Villalobos y Armando Méndez
Los Jurados de la selección: Antonio Mora Vélez, José Miguel Serrano Montes y Serafín Velásquez Acosta, miembros del colectivo literario El Bocachico Letrado de Montería.
Desde este enlace, pueden descargar el número, en el formato de su preferencia:
Oparin y el asteroide
Después de una noche de copiosa Diarrea, Alexander se apercibió del olor a fruta que expelían sus últimos excrementos. Semejaba el de las frutas podridas en las dachas. Vio el líquido amarronado, que reflotaba en el inodoro y pensó: este es el origen de una vida como la mía. Y mi vida es como la de Lenin y todas las demás vidas: una vida de mierda.
Supuso que si ponía este caldo en las elevadas alturas del planeta tierra hace años de allí podrían emerger aminoácidos del encadenamiento molecular de cada uno de los minerales. Le pidió a su esposa permiso para usar la estufa de la cocina y allí llevó una bolsa con el contenido de su deposición explosiva. La ciencia no daba espera. Y quería reproducir de manera casera el origen de la vida.
Con el caldo primordial en su punto y vertido en la olleta que servía para conservar a la leche tibia en las mañanas de invierno, Alexander subió al cuarto de sus experimentos. Evocó las clases del profesor Makarenko y le vino el oratorio «La creación» de Haydn; esta era la oportunidad de dar respuesta a ese bello arabesco musical, lleno de falaces proverbios del génesis y del paraíso de Milton.
En realidad solo con el materialismo histórico se captura lo vivo del pensamiento de Aristóteles. Contrario a esos monjes oscurantistas que solo tomaron lo más muerto de su sistema, el camarada Lenin, al ver surgir la vida desde este caldo, lo condecoraría con los más altos honores al servicio del noble comunismo, el futuro del planeta.
Lo aguzaba un fantasma, que no era el proclamado en el manifiesto como un futuro: ¿de qué culo saldría el caldo primordial? Sentado en su butaca de madera, apenas sumergido en el placer de aquella calurosa mañana de primavera, se preguntó si en su interior pervivían las más chapuceras creencias metafísicas. Justo cuando se daba por derrotado, el ventanal diminuto de su estudio estalló en mil pedazos; había caído adentro una piedra.
De maldecir a los chiquillos que cada tanto lo insultaban y le hacían daños por considerarlo un viejo malo y brujo, pasó al sobrecogimiento que sólo pudieron sentir Newton con la manzana caída en su porra o Flemming con ese sueño donde eyaculó hongos antibióticos.
El ingreso de esa piedra daba cuenta de que no era un culo del que manaba la diarrea sino de una entidad extraterrestre. Una piedra más valiosa que la de Rosetta; un meteorito que, con su incandescencia, puso en su punto a la diarrea y, al caer a la Tierra, el líquido se diseminó por las aguas casi amnióticas de este planeta que aún no acababa de nacer. El olor a fruta de las heces, lo condujo a un jardín edénico cuyo origen tenía explicaciones exoplanetarias, mucho más precisas que los versos hechos por algún hebreo enloquecido por el desierto.
Pero este tipo de poder foráneo amenazaba el ideal soviético, razón por la que el viejo, sabiendo que ese culo tenía dueño, prefirió callar y hacer creer a generaciones de estudiantes pajeros que todo se había dado originalmente acá en la tierra como un caldo con recado que se cocía en la misma olla hirviente
Cuál sería su sorpresa cuando, desde su tumba materialista, halló un documento publicado en una revista imperial que afirmó la presencia de uracilo en un asteroide: parte de su teoría estaba confirmada y no restaba sino su expansión a escalas galácticas.
Recogió la piedra caída en el suelo de su estudio. Se asomó por la venta y no vio a ningún niño que huyera: quizá era un mensaje del futuro, un futuro para él y la revolución. El cielo de primavera, despejado, auguraba una tarde desdichada con su esposa.
Ni la vida era originaria del planeta ni el alma moría con la materia ni el comunismo seria el futuro de los niños ausentes en su jardín
Ay Alexei, pobre Alexei.
Colección Completa REVISTA ‘MAS ALLÁ DE LA CIENCIA Y DE LA FANTASÍA’
Pablo Rosatti, administrador del grupo de facebook: Historietas, libros y revistas digitales, comparte generosamente la colección completa de la revista mensual argentina de fantasía científica : «Más allá de la ciencia y la fantasía».
Acá reproducimos su presentación y los links de descarga:
La revista Más Allá de la Ciencia y de la Fantasía se publicó en Buenos Aires durante cuatro años, con frecuencia mensual, entre junio de 1953 y junio de 1957. Editada por el prolífico sello Abril, surgió como una franquicia local de la norteamericana Galaxy Science Fiction, aunque su aporte de ninguna manera podría reducirse al de un epígono o avatar de aquella. Más Allá representó la primera revista argentina dedicada a la ciencia ficción y a la divulgación científica que pudo sostenerse en el tiempo a lo largo de sus 48 números ininterrumpidos y que gozó de una amplia comunidad de lectores y lectoras tanto en Argentina como en otros países de habla hispana.Por sus páginas, circularon historias de autores centrales de la hard science fiction anglosajona, así como algunas plumas que terminarían consolidándose como las más destacadas y creativas en términos literarios: el Bradbury de Crónicas marcianas, Isaac Asimov, Theodore Sturgeon, Phillip K. Dick, Kurt Vonnegut, entre otros. Asimismo, la revista constituyó un espacio de publicación para autores nacionales. Héctor Germán Oesterheld publicó allí dos relatos (uno con el pseudónimo de H. Sánchez Puyol) y –de acuerdo a las diferentes versiones– pudo haber sido desde su director por un período hasta quien se encargaba de escribir las pequeñas viñetas sobre temas científicos y curiosidades (Capanna, 2018; Grondona, 2018; Nicolini y Beltrami, 2016; Abraham, 2013). Otros colaboradores fueron Oscar Varsavsky, Pablo Capanna, Juan Pedro Edmunds, Ignacio Covarrubias, Adolfo Pérez Zelaschi, Maximiliano Mariotti y Claudio Paz, junto a otra porción de firmas. También participaron dibujantes locales como J. Eusevi y Hugo Csecs.El material de Más Allá no se agotaba en la ficción; la revista dedicaba también importante lugar a la divulgación científica “de calidad”. Fragmentos de libros y artículos ocuparon una porción constante del índice, bajo la pluma de Willy Ley, Kenneth Heuer, Wernher von Braun, e incluso de un físico argentino: José Westerkamp. Capanna señala además que un joven Mario Bunge se encargó durante un tiempo de redactar las respuestas a las “preguntas científicas”.El asiduo y variado intercambio que Más Allá propuso a sus lectores y lectoras fue ciertamente asombroso, y constituyó uno de los grandes logros de la publicación. Sin dudas, representa un importante capítulo en la historia de la imaginación científica y técnica argentina.Pablo Rosatti,

La escenificación del cáncer en Cronenberg. Reseña de Crimes of the future

David Cronenberg y Goliat Mortensen, echándose una canita al aire; o, como dirían los artistas, una cirugía maxilofacial.
La escenificación del cáncer en Cronenberg. Reseña de Crimes of the future
¡Albricias!, a David Cronenberg le dio cáncer de uretra. Su mayor obra de arte ha sido la metástasis de un clítoris que ahora se convierte en las amígdalas. A campanear se dijo. Porque el viejo sexo ya pasó de moda. Los penes y vaginas son cosa del pasado. Los clítoris son amígdalas. Las vaginas tienen amigdalitis y las lenguas tienen huevo. Las neo-lenguas un huevo más pequeño, o como dirían los costeños del caribe: mama-huevo.
El desafío de las películas de Cronenberg —su segunda forma de metástasis— es implacable: no convertirse en el comodín de la prosa de la ciencia ficción de los próximos años: es cuestión de moda; ahora dirán que en lugar de cuerpos sin órganos, debemos hablar de órganos sin cuerpos y, a partir de esa elucubración, se erigirán las novelas más «weird» de la época. Pero como decía el bazuquero que imitaba a Chayanne «es tiempo de amor». Y el amor es un sistema, no es un órgano ni es un cuerpo. Eso lo sabe muy bien, Saúl, el protagonista del film que homenajea a dos sujetos a ver:
1- Sterlac, el dumbo con leucemia.
2- Pablo, o Saulo de Torso.
Del primero, se harán muchas reseñas. La vocación de Cronenberg es tirar esos señuelos para que los más pérfidos funcionarios de la cultura se ocupen en escribir libros en torno a ello.
Del segundo, apenas quedarán suspiros, como suspiros quedan después de hacer el amor en una mesa de disección. Son epístolas de un muerto para con otros muertos. No en vano, en la carta a los Gálatas, capítulo 3 versículo 1, se expresa:
Gálatas torpes, quién los ha hechizado a ustedes, ¡ ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente!
Nosotros somos los Gálatas de Cronenberg y Saul no es otro más que el mismo Jesucristo crucificado, rodeado de una comunidad de Magdalenas dispuestas siempre ha atravesar los cráneos de los hombres con un taladro automático.
¿Y el niño —preguntarán algunos— quién es? En esta reseña alegórica de la película de marras, ese pequeñín que come canecas de basura es Juan Bautista: basta con ver cómo sus órganos están marcados con nombres e imágenes: todos ellos son los tumores bautizados. ¿Acaso no es la iglesia una secta de tumores con nombres?
Cronenberg ha descifrado más que el futuro, la incapacidad de sostener una vida sana, porque la vida misma es enfermedad. ¡Oh, necios Gálatas! ¿Acaso consideran que lo importante son los cuerpos? Los órganos tumorosos están conectados entre sí por un sistema: la mirada de Dios y ésta, como un secreto y como un tumor, es lo que crece dentro de nosotros. Luego, lo tatuamos con palabras como «dolor» porque en las lágrimas de Saulo de Tarso y Saúl se vindica la vida a partir del éxtasis del llanto.
¡Quédense, Gálatas, con el cuerpo sin órganos u órganos sin cuerpo!. Sigan mascando el huesito que les tiró Cronenberg para así olvidar que no ha pasado un solo día desde que empezó la historia sagrada narrada por Dios, como si fuera un profesor de literatura buscando significado.
Pedro Sánchez Merlano, o el mamerto del cine.
El secuestro de la ficción, conspiración de FICCIO RAMA en Misterios de lo Oculto
La siguiente entrevista, de la serie MISTERIOS DE LO OCULTO, es una amplificación de la temática tratada en el número 115 de la publicación FICCIORAMA. Como si el mismo espíritu del fanzine hubiera encarnado o poseído a un escritor-diseñador gráfico, se asume a las máximas consecuencias la sentencia de la editotial 115:
LO PRIMERO QUE DEBEN SABER ES QUE LA FICCIÓN HA SIDO SECUESTRADA Y AL PARECER NO QUIERE SER RESCATADA, SE ESTÁ IDEMTIFICANDO PROGRESIVAMENTE CON LAS IDEAS DE SUS CAPTORES
Es decir, existe un síndrome de Estocolmo en la ficción y necesitamos ponerla a terapía de shock en el REALITY STUDIO para que recobre razón, o mejor dicho, recobre su locura habitual.
Los invitamos a ver esta entrevista realizada por Luis Agropecuario, que desde su publicación en el número 115: VAGOS RECUERDOS DE UN CONSPIRADOR VAGO, ahora está convencido:
la realidad no está afuera, está en el agro.
Como previamente se dejó claro, esta entrevista es una ampliación del especial sobre CONSPIRACIONES de la publicación 115 FICCIORAMA, por lo que también les recomendamos leerla-
Amazofuturismo y futurismo indígena en la ciencia ficción de Brasil.
Amazofuturismo y futurismo indígena en la ciencia ficción de Brasil
Por Vítor Castelões Gama y Marcelo Velloso Garcia
Publicado originalmente en Vector:
Gama, Vítor Castelões and Garcia, Marcelo Velloso. 2020. Amazofuturism and Indigenous Futurism in Brazilian Science Fiction. https://vector-bsfa.com/2020/09/04/amazofuturism-and-indigenous-futurism-in-brazilian-science-fiction/
Traducción: Sergio Ortiz
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Este ensayo explora dos movimientos contemporáneos asociados con la literatura y el arte de la región amazónica: el amazofuturismo y el futurismo indígena. Con esto esperamos hacer crecer la visibilidad de estos dos movimientos interrelacionados, para enriquecer así la diversidad en el mundo del arte y contribuir a una apertura a las cosmologías y visiones de mundo que existen por fuera de los imaginarios occidentales [1].
Para lograrlo, empecemos primero con algunas definiciones. Primero, el amazofuturismo es un subgénero de la ciencia ficción en el que la región de la Amazonia es representada de una forma más positiva, usualmente con una estética similar a las del ciberpunk y el solarpunk. El futurismo indígena, por su parte, dentro del contexto textual amplio de la ciencia ficción, se enfoca en visiones de mundo indígenas y, al hacerlo, desafía arraigados supuestos colonialistas sobre las poblaciones indígenas. Idealmente, el futurismo indígena es creado por personas indígenas. Finalmente, la ciencia ficción brasilera, que es el más amplio de estos tres términos, es simplemente ciencia ficción hecha en Brasil. Esta no representa necesariamente la región amazónica ni a las poblaciones indígenas y, cuando lo hace, puede hacerlo tanto de manera positiva como negativa [2]. Ahora expandamos un poco estas definiciones.
Mary Elizabeth Ginway (2015) afirma que la Amazonia fue mayormente usada como escenario en la ciencia ficción brasilera en dos momentos clave. El primero fue “durante el gobierno autoritario de Getúlio Vargas (1930-1945); el segundo fue después de los intentos de modernización y cambio tecnológico que duraron décadas y que fueron impuestos por el gobierno militar, entre 1964 y 1985” (Ginway 1). Para Ginway, el primer momento está lleno de narraciones de aventuras (muy similares a los Viajes extraordinarios de Jules Verne), mientras que el segundo refleja más de cerca la historia del Brasil y toma un giro distópico. Ahora estamos viviendo un tercer momento: el amazofuturismo, un nuevo movimiento que ha ganado una gran relevancia mediante el trabajo artístico de João Queiroz [3]. Si bien el amazofuturismo también es crítico frente al gobierno autoritario y la explotación económica y ecológica, en general resulta menos pesimista y retrata una Amazonia que mezcla aspectos positivos y negativos. De la manera en que lo entendemos aquí, el amazofuturismo puede incorporar, aunque no lo hace siempre, experiencias, perspectivas y epistemologías indígenas. Se puede afirmar que, para que una producción artística realmente cuente como futurismo indígena, debe ser hecha por personas indígenas, mientras que el amazofuturismo no necesariamente debe cumplir con este criterio.
Por su parte, futurismo indígena es un término bastante amplio, popularizado por Grace L. Dillon. Se refiere principalmente a creaciones artísticas y literarias realizadas por personas indígenas, que expresan perspectivas y epistemologías indígenas, y/o que se centran en la experiencia indígena. Estos trabajos incluyen la ciencia ficción indígena; para Dillon, este es un movimiento que está transformando todo el perímetro de la ciencia ficción y, en consecuencia, también la manera en que se definen las posibilidades de la ciencia ficción. Dillon sostiene que los escritores de futurismo indígena, liberados de las formas de ficción realista que “los autores nativos ‘serios’ supuestamente deben escribir”, pueden jugar y experimentar, y pueden extender los límites (Dillon 3). Estos autores pueden “volver a incluir la ciencia indígena” para explorar cómo esta “no solo es complementaria con respecto a lo que se ve como la ilustración occidental, sino que es integral a una sensibilidad refinada propia del siglo XXI” (Dillon 3). La noción de que la ciencia indígena es integral a este siglo puede parecer una obviedad para algunos. Sin embargo, es un punto importante que se debe señalar: hay prejuicios extendidos que asocian a las poblaciones indígenas con el pasado y se rehúsan a verlas en el futuro. Estos prejuicios usualmente también le niegan al conocimiento tradicional indígena cualquier estatus de ‘científico’ o ‘tecnológico’, y niegan la validez de la epistemología indígena. De esta forma, la ciencia ficción indígena no podría existir. Pero existe, y es una parte de enorme importancia en el futurismo indígena.
Después tenemos la ciencia ficción brasilera. En términos generales, la ciencia ficción es usualmente vista como un género que tiene una conexión especial con el futuro, en el que la ciencia y la tecnología tienen normalmente un papel importante. Dicho esto, se debe añadir que este es un término que nunca ha sido definido satisfactoriamente, a pesar de que las definiciones propuestas siguen estimulando conversaciones interesantes. Ficción especulativa es un término normalmente usado como generalidad, e incluye a la ciencia ficción y también géneros como la fantasía, el horror, el realismo mágico, etc. En una revisión más detenida, sin embargo, la distinción entre ciencia ficción y ficción especulativa no es clara, y el significado de ‘ciencia’ en ‘ciencia ficción’ no es muy evidente. No toda la ciencia ficción es realmente sobre ciencia y tecnología. Además, la ciencia y la tecnología pueden ser asuntos importantes en la fantasía, el horror, el realismo mágico, etc.
La definición clásica de ciencia ficción de Darko Suvin puede ser útil acá. Definir ciencia ficción como Suvin lo hace, por la “presencia e interacción de extrañamiento y cognición, y cuyo recurso formal principal es un contexto imaginario alternativo al del ambiente empírico del autor” (Suvin 20), permite una importante diversidad de visiones de mundo. Suvin no piensa que toda forma de literatura o arte que usa lo extraño es ciencia ficción. La ciencia ficción tiene que ver con el extrañamiento en interacción con lo cognitivo. Esto significa que, para Suvin, la ciencia ficción implica desviaciones de la realidad que nos permiten criticar la manera en que vivimos nuestras vidas en cualquier momento dado. Un extrañamiento cognitivo como este (es decir, desviaciones de la realidad que generan conocimiento sobre la realidad), puede estar relacionado con la ciencia y la tecnología, pero también con el cambio social, o con cualquier cosa que el escritor considere que se adapte a esta relación. Después de todo, la ciencia es una entre muchas formas consensuadas de percibir y categorizar el mundo.
Algunos han encontrado insatisfactoria la definición clásica de Suvin, ya que esta usualmente parece dejar por fuera cosas que claramente parecen ser ciencia ficción, y al mismo tiempo incluye cosas que no lo parecen. Pero quizás lo que hace que la definición sea perdurable es la manera en que desafía la complacencia relacionada con las formas de conocimiento consideradas valiosas, y con la manera en que ellas reciben su valoración. Allí hay una resonancia con el futurismo indígena. El futurismo indígena también nos pide que examinemos críticamente las creencias, actitudes, métodos, conceptos, y el lenguaje que es designado como ‘científico’ y/o valorizado como riguroso, objetivo, empírico, basado en evidencia, superior, y otros criterios por el estilo. Si algunas visiones de mundo que se consideran a sí mismas como ‘científicas’ han estado profundamente implicadas en racismo, colonialismo, genocidio, ecocidio, entonces, con seguridad, debemos repensar qué es lo que consideramos ciencia y/o reconsiderar el valor que esta tiene. Como han señalado Antonio Negri y Michael Hardt (2005), es en nombre del “progreso científico” que el conocimiento indígena fue y sigue siendo constantemente robado. Los ejemplos son diversos: tenemos el Curare, un veneno usado por diferentes grupos indígenas amazónicos, que fue patentado primero como Intocostrin; o la sangre Yanomami, usada por James Neel y Napoleon Chagnon; y el conocimiento botánico Uru-eu-wau-wau, mencionado por Laurie Anne Whitt (1998) [4]. Pero lo que está aquí en juego no es solo la defensa del conocimiento indígena que se hace al reclamar patentes o compensaciones monetarias. También se trata de replantear lo que se considera ciencia, al remover y reimaginar los conceptos vitales que subyacen a esta noción, conceptos como ‘objetividad’, ‘experimento’, ‘neutralidad’, ‘prejuicio’, etc. En otras palabras, integrar el conocimiento indígena con la tradición científica occidental requiere que repensemos no solo el contenido, sino también la forma de la ciencia.
LOS PSICÓPATAS SON HIJOS DE LA GUERRA- FRANCESCO VITOLA R
Francesco Vitola Rognini nos trae una serie de artículos que versan sobre libros, películas o videojuegos. Estos están articulados al proyecto Vademécum (investigaciones sobre literatura y ciencias sociales) que desarrollará de aquí al 2025. Las reseñas estarán agrupadas bajo el título “Entre líneas”.
Fragmento:
Si los conflictos armados, la impunidad del sistema judicial, la inoperancia de las autoridades, y el silencio mediático, favorecen y estimulan a las nuevas generaciones de psicópatas, ¿por qué en países como Colombia, donde son secuestradas, torturadas, violadas, decapitadas y masacradas decenas de personas diariamente, no se hace seguimiento a esos casos particularmente macabros, y en apariencia secuenciales o sistemáticos? Quizás solo conoceremos este aspecto la realidad colombiana cuando Netflix decida investigar, ya que gracias a sus documentales y dramas es posible entender la arquitectura mental de estos individuos anómalos:
PUEDES LEER EL ARTÍCULO O DESCARGARLO HACIENDO CLICK EN LA IMAGEN:
El Sacrificio del Asceta – Por Luis Bolaños
CIENCIA FICCIÓN DORADA:
El Sacrificio del Asceta
Luis Antonio Bolaños de la Cruz

Basawan – Dominio público
En nuestro planeta Dracocólquida, existe una leyenda relacionada con los brutales métodos de extracción de personas para alimentar la hoguera de la guerra imperial, es cierto que siempre con cada sustracción se llegaba a firmar un contrato & convenio (ver Canto del Androide; Reclutador; Aporofobia y Desiderátum) con engaño o transparencia, pero el imperio esgrimía que todo era legal al existir un documento que lo eximía de la mayoría de las responsabilidades respecto al cuerpo y la mente de las personas envueltas en el proceso.
Apacible, agradable, leve gravedad standard de 0.89, de rica biodiversidad y cadenas tróficas sin super predadores, equilibrio entre masa oceánica y tierra, con multitud de enormes y poco profundos lagos entrelazados, enormes penínsulas, cadenas de colinas esculpidas en miles de formas por el suave viento, casi coexistentes tepuyes y senotes, facilitada esa hermandad orográfica por el tipo de suelos donde ocurría, por la escasez de metales pesados y frecuentes cavernas con ríos subterráneos, era ya antiguo cuando fue colonizado, desgastado por los elementos y con una aminorada tectónica de placas su riesgo de accidentes por fenómenos naturales era insignificante, parecía destinado a concedernos a sus moradores, ese esquivo don de la felicidad.
Y lo fuimos, hasta que se entrelazó nuestra existencia con las intenciones del imperio, lo(a)s jóvenes empezaron a marcharse por bandadas y cuando alguno retornaba era un simple desecho callado y esquivo. Fue entonces cuando uno de los dirigentes, Aeqro, famoso por su indulgente justicia y su capacidad de control sobre su musculatura y armazón, ósea mediante técnicas ancestrales guardadas por eones en vetustas bases de datos, se retiró a un lugar denominado Nebetit, considerado la síntesis de lo deseado por las personas y lo ofrecido por la naturaleza, donde el velo de la cascada de un tepuy con su rocío nutría a un árbol de driaco, especie identificada como articuladora de ecosistemas, colosal y majestuosa, el sonido del frote de sus ramas semejaba música, sus amarillentos frutos macizos, dulces y jugosos eran regalo para la vista y el paladar, mientras que gordas y abundantes orugas, auténticos cilindros de proteínas inmediatas, convertían la hierba sombreada por su follaje en el paraíso de los perezosos.
Nunca nos dio a conocer su plan, en el ínterin mientras seguían llegando los bajeles destinados a enrolar, lo fuimos comprendiendo al observar e inferir y entendimos los resultados de aplicarlo; como la suavidad de las estaciones permitía que sencillas instalaciones e instrumentos colmaran las necesidades del anacoreta, -que durante un breve lapso pareció coquetear con la opción de un estilita por trepar a la meseta del tepuy, no obstante, aunque no lo transmitió se captó, se estaba empapando de las características del sitio, convirtiéndose en parte del entorno-, también cubrían las nuestras de acompañamiento y solidaridad.
Mapa ficción: las naciones de Marte
En el canal de Reddit /MapPorn el usuario /Spaceorca5 comparte este interantísimo mapa de Marte una vez terraformado junto sus naciones.
En palabras del investigador Alejandro Polanco Masa:
Cuando Marte esté terraformado surgirán nuevas naciones marcianas y aparecerán conflictos entre ellas. Los humanos somos así (al estilo The Expanse, un futuro factible pero oscuro, como siempre).
Este mapa, según lo explica el mismo usuario /Spaceorca5, en un comentario editado hace 10 horas, se debe a esta situación:
El mapa base original que usé fue de imágenes de Google, solo agregué las naciones. Solo para aclarar eso para que nadie me acuse de plagio ni nada.
De todos modos, aquí hay un resumen de los países más importantes:
La República Laventina, la “joya del norte”, comenzó como una pequeña asociación de colonos británicos, franceses y rusos. Se encontraron entre el duro mar de Adestan del norte, bordeado de acantilados, los teístas sedientos de sangre alrededor de Olympus Mons y los oportunistas Arastans al sur. Conquistaron a ambos y absorbieron gran parte de los elementos religiosos dogmáticos del Olimpo y del republicanismo de Arasta. Ahora son una república parlamentaria semipresidencial, y el olímpico es la religión del estado.
La Federación Nirvani, una unión voluntaria entre Holgard, Vestibia, Polsar y Andwaud. Originarios de una mezcla multicultural de innumerables culturas, se enfrentaron a muchos desafíos y vieron la unificación como su única oportunidad de sobrevivir a los clanes y hordas periféricos. Muy descentralizados, operan más como una alianza flexible que como un solo país, con muchos casos en los que los países miembros ni siquiera envían a sus representantes a la Asamblea Federal. Sin embargo, son sin duda la nación más poderosa de Marte (conocida) y tienen la población más grande, más de 10 millones. Ludenia, la sede del gobierno, es una ciudad marciana modelo, con cúpulas en expansión y edificios relucientes.
La República Colonial de Anthesis se estableció luego de la revocación de la carta colonial de Nirvani (habían colonizado la costa de lo que hoy es Anthesia décadas antes) en una votación estrecha en la Asamblea luego de una depresión económica, y muchos afirmaron que las colonias estaban arrastrando el economía. La república colonial se enfrenta ahora a su propia depresión económica, mucho después de que Nirvani dejara la suya atrás, evitando la destrucción completa a través de oportunidades de expansión sin restricciones hacia el este. Nirvani les ofreció regresar, sin embargo, una población amarga ahora alberga un resentimiento insistente hacia sus antiguos compatriotas, que perciben que los han abandonado.
El Reino de Galgan se formó a través de las conquistas de una figura misteriosa conocida solo como el Profeta. Poco se sabe sobre ellos, y los innumerables vasallos feudales del reino poseen tecnología avanzada y defienden sus fronteras sin remordimientos. Centrados a lo largo de los acantilados increíblemente altos de Mariners Inlet, tienen técnicas de ingeniería avanzadas y pueden construir ciudades enteras directamente en la pared rocosa.