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Llegarás tarde a la playa (segunda entrega)

Presentamos la segunda entrega de «Llegarás tarde a la playa, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yépez (acá podrán leer la primera). De este mismo autor, milinviernos ya ha publicado otros dos trabajos:  “De Chuyuipe a Canoa” y  “La necesidad del corazón”.

Aves cayendo al mar. Alejandro Obregón

Aves cayendo al mar. Alejandro Obregón

 

MAREA LLENA o TAKE ME TO THE LIMIT ONE MORE TIME

 

Nada es más cobarde que hacerse el valiente con Dios

 

Pascal

 

Feliz hogar aquel en que cada uno de los cónyuges concede al otro la posibilidad de que tenga la razón aunque ninguno de los dos lo crea.

 

  1. F.

 

La prueba decisiva del matrimonio es la hora del desayuno

 

  1. P. H.

 

 

La vida, como una marea, fluye veloz y transcurre y todo lo mezcla en un gran torbellino de espuma.

¡Oh, cielo, que duermes ahora!

Levántate y hazte potente; y tú, ¡oh, Tierra! Ejerce tu poder a favor mío,

Abre de par en par las puertas de mi última morada,

Donde, en el cielo, me esperan calma y tranquilo reposo.

 

Poema Máori, de Nueva Zelanda

 

Joey Pulido finalmente se había graduado de bachiller en el colegio claretiano Espíritu Santo. El apellido Pulido, venía según una crónica familiar antigua, porque el primero de la estirpe nació ensangrentado y una tía lo lavó bien y cuando lo entregó le dijo a la madre y hermana:

 -¡Aquí te lo traigo bien pulido!

Desde entonces se formó el clan de los Pulido.

Mientras empezaba la rutina de vestirse, recordaba el bello título de su tesis de filosofía, inspirada en los trabajos de filosofía política de Raymond Aron: “LA REBELION CONTRA OCCIDENTE”.

Se trataba de un ensayo más o menos extenso sobre la pérdida de poder e influencia de las ideas fundamentales de libertad, igualdad y democracia en Sudamérica. ¡Ah, qué noches aquellas!, horas y horas sentado frente a la máquina de escribir, tipeando toda clase de razonamientos, que demostraban la pérdida de poder de la libertad y el poco valor que ahora se le daba a la palabra democracia.

Sesudos análisis que demostraban el proceso suicida en que se hallaba embarcada Latinoamérica para destruir su futuro. Joey analizaba con la sutileza de un cirujano, el proceso de descomposición de las democracias y cómo los militares sucumbían ante las tentaciones totalitarias o a las provocaciones del idealismo anárquico e incurable de los activistas sociales. Al final el ensayo concluía, que las sociedades modernas, al alejarse de la opinión del pueblo; y al suprimir las elecciones, no lograban llevar a la sociedad a una etapa de desarrollo económico pleno y positivo para la democracia con igualdad y libertad.

Realmente fueron horas y horas de pasar sentado tipeando en la máquina de escribir sobre el derecho natural, el romanticismo y las democracias, vistas según el enfoque de los profesores Jean Francois Deniau y Jean Francois Revel.

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De Chuyuipe a Canoa (octava entrega)

Barracuda sombría. Alejandro Obregón.

Barracuda sombría. Alejandro Obregón.

Presentamos “De Chuyuipe a Canoa”, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos “La necesidad del corazón”. Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer. Acá podrán leer el séptimo episodio.

Cuando terminó de llover y las chicas se hubieran aburrido de jugar y jugar cartas interminablemente, de jugar al acusado y al teléfono, los chicos decidieron regresar al hotel PALMECHE, y se despidieron de los cuatro amigos que estaban ya acurrucados en sus fundas de dormir, que también utilizaban como forros para las tablas.

Aquella noche en Canoa el clima era incomprensible. La noche lucía despejada, estrellada, y al momento del cielo se desprendía un aguacero, que ya casi parecía una tormenta eléctrica, y luego,, nuevamente volvía a escampar, pero ahora, la noche en aquel punto de la costa y fin del mundo, lucía nublada, fría y el ambiente estaba lleno de humedad.

La única calle principal estaba casi intransitable por el lodo provocado por la lluvia y cuando llegaron al hotel PALMECHE, tuvieron que sacarse los zapatos y llevarlos en la mano al cuarto.

Cuando entraron al cuarto todo estaba oscuro y tuvieron que encender la luz. Al ver que Pava Loca y Roberto estaban dormidos en sus respectivas fundas de dormir, dejaron para mañana la noticia de que habían llegado a Canoa Chechi, Jaime, Rod y Gustavo.

Esta vez Danni se acomodó en una litera junto a Doménica y Manuel Fernando se acomodó en la otra con Ingrid. Joey se metió en su funda de dormir y Nicole se fue a la cama de una de las literas.

Las noches en Canoa son silenciosas, muy silenciosas. La humedad hacía transpirar los cuerpos y Joey no podía dormir porque el vino le hacía hervir la sangre. De pronto se destapó, se levantó, cogió la radio de pilas con el cassette de Peter Frampton y se fue a la cama. Ahí la encendió para escuchar la música con volumen bajito y después de escuchar algunas canciones se quedó sumergido en el negro abismo del sueño.

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De Chiyuipe a Canoa (séptima entrega)

Presentamos “De Chuyuipe a Canoa”, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos “La necesidad del corazón”. Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer. Acá podrán leer el sexto episodio.

Barco de Mariposas. Salvador Dalí

Barco de Mariposas. Salvador Dalí

Finalmente llegó la hora de marcharse de la fiesta de Elizabeth, Roberto la trató de convencer de que se una al viaje. Ella le había dicho que sí, pero Roberto dudaba de que ella en realidad iría.

Pava Loca le había dicho a Lorena que se venga a Canoa con ellos, pero ella decía que para ir a Canoa, ella prefería un viaje más corto a Montañita. Y asunto concluido. Todos se fueron a sus casas. La fiesta había acabado. Doménica, nuevamente fue a dejar a Ballenita a los hermanos Russo, y quedaron en encontrarse a las cinco de la mañana para salir a Canoa.

Aquella noche, cuando los hermanos Russo llegaron a su casa en Ballenita, estaban excitados con la perspectiva del viaje y no tenían sueño.

Ni bien entraron en la casa, se fueron directamente al patio con la radio de pilas tronando a todo volumen una canción de Led Zeppelin, y encendieron en el centro de la duna, sobre los restos de anteriores fogatas, una gigantesco fuego, que los alumbre el máximo tiempo posible y que aleje los mosquitos. Luego cuando la fogata se extinguió, subieron a sus cuartos para acostarse y dejar fluir en la oscuridad de la noche sus pensamientos de manera ininterrumpida.

Tal vez aquella noche sería una de esas en que los dos hermanos se la pasaban toda la madrugada conversando sobre surf, chicas, fiestas, modas, playas desconocidas y sobre los misterios de la vida, como por ejemplo sobre la vida del filósofo griego Anaximandro, alumno de Tales, diestro cartógrafo que era el creador de magníficos mapas náuticos, inventor del reloj solar, y que había predicho un terremoto en Esparta, salvando la vida de sus habitantes y también hijo de Mileto.

Veinte años más joven que el maestro Tales, afirmaba que el origen de la vida no se hallaba en el agua porque de ser así, la primacía de este elemento hubiera sofocado la existencia de los demás como el fuego, la Tierra y el aire. Anaximandro afirmaba que el origen de la vida era el Super-elemento llamado ápeiron que funcionaba como una especie de árbitro y que ponía en su lugar al elemento que cruzaba sus límites con respecto a los demás.

De los muchos libros que escribió sólo quedó para la posteridad este fragmento:

El principio de los seres es el infinito…de donde viene la vida de los seres y donde se cumple también su destrucción, según la necesidad, porque todos pagan, el uno al otro, la pena y la expiación de la injusticia, según el orden del tiempo.

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De Chuyuipe a Canoa (sexta entrega)

Presentamos “De Chuyuipe a Canoa”, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos “La necesidad del corazón”. Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer. Acá podrán leer el quinto episodio.

Faro de Bell Rock. William Turner.

Faro de Bell Rock. William Turner.

Danni y Joey se levantaron temprano ese día para desayunar café con leche y verdes asados. Joey se fue a la despensa de la playa a comprar pan, y regresó con unos pancitos pequeños, con forma de pez y olor a leña, que estaban sabrosos.

Cuando Joey regresó, y entró en la casa, los hermanos se sentaron a desayunar, y Danni le leyó unas noticias curiosas que habían aparecido en el periódico:

PERRO DISPARÓ CONTRA CABEZA DE CAZADOR

STRAENGNAES, Suecia, (AFP).- Un perro hirió a un cazador de un disparo en la cabeza, que le produjo la pérdida de un ojo, anunció la radio sueca.

El propietario del arma, otro cazador, puso su fusil cargado en el suelo y se retiró tras unos arbustos a cumplir con un llamado de la naturaleza. El perro, buscando a su amo, llegó corriendo y pisó el arma, disparándola.

El dueño del perro ha sido acusado de intento de homicidio involuntario. Ambos hombres tienen 60 años de edad. Se ignora la edad del can.

Luego de reírse por un buen rato, desayunaron, a veces en silencio, a veces hablaban, y de lo que hablaban era de lo mismo de siempre: que cuándo llegarán los papis; si ya se habrán reconciliado; si siempre seguirán peleando por todo y nada; que ojalá mejore el carácter de la mami. Los padres de los hermanos Russo eran una pareja completamente disfuncional. Aquel matrimonio nunca estaba del todo bien, siempre los aquejaba un resentimiento, siempre había de por medio alguna disputa. El padre, Sam Russo era un hombre que no le gustaba recibir órdenes de nadie y menos de su esposa cuando ella estaba colérica. Doris, en cambio, tenía un carácter de pocas pulgas, y montaba en cólera por todo y nada. Aquel matrimonio vivía en una constante pugna de poderes.

De todo este enredo lo que único que resultaba es que los hermanos Russo habían decidido utilizar el surf para escapar de casa, conocer la libertad, hacer deporte y vivir la vida lo más independientemente que se pueda. Escapar a la playa era para los chicos enfrentar la vida de una manera diferente, fuerte, pero era el antídoto para olvidar su miserable y traumática realidad familiar.

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De Chuyuipe a Canoa (quinta entrega)

Presentamos “De Chuyuipe a Canoa”, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos “La necesidad del corazón”. Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer. Acá podrán leer el cuarto episodio.

Peter Brueghel, La tormenta en el mar

Peter Brueghel, La tormenta en el mar

Mar adentro, Danni fue el primero en darse cuenta que se les venía un aguacero con la corrida de olas y se puso feliz.

En ese momento Pava Loca volvía a coger otra ola y Danni pudo ver cómo su amigo se iba y se tubeaba de inmediato dentro de una gigantesca concha de agua.

Cuando Pava Loca salió del tubo se dio cuenta que millones de agujas se estrellaban en su rostro y dio gracias a Dios por la bendita lluvia helada.

Roberto se puso loco de contento porque entre los surfistas el que les caiga una lluvia en medio de la corrida de olas era algo de buena suerte. Y mientras esperaba olas, sentado sobre la tabla, le empezó a salpicar agua a Manuel Fernando y éste también empezó a salpicarle agua a Danni. Danni estaba cansado de estar sentado sobre la tabla haciendo equilibrio y remando con las manos de vez en cuando para que la corriente no lo desubicara del lugar preciso donde debería estar para coger la próxima ola.

De pronto Danni soltó la tabla y se pegó un clavado en el agua, que estaba fresca y burbujeante como si todo el mar se asemejase a un vaso de seven up con hielo.

-Bueno-dijo Danni a Manuel Fernando-, comenta en qué nos vamos a ir a Canoa, tú sabes que estoy completamente chiro hasta que vengan mis padres.

-Al parecer nos vamos en la Station Wagon de Pava Loca-respondió Manuel-.

-¿Y dónde vamos a llegar?

-Allá tenemos un amigo que quiere aprender a surfear y a cambio de unas clasecitas nos va a dar alojamiento porque sus padres son dueños de un hotel en Canoa.

-¿Y si llevo a Doménica y Nicole, no habrá ningún problema?

-Creo que no, pero eso me parece casi imposible. Si a Ingrid le quieren hacer problema, ¡imagínate el trobo!, que se va a armar con Doménica y peor con Nicole.

-Pero que conste que las puedo llevar, ¿verdad?

-Afirmativo, ¡y ponte pilas!, que se vienen las mamas rusas-dijo Manuel-.

En el horizonte se veían venir unas olas tremendas cuyas cúspides estaban escondidas por gruesas neblinas.

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De Chuyuipe a Canoa (cuarta entrega)

Presentamos “De Chuyuipe a Canoa”, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos “La necesidad del corazón”. Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer. Acá podrán leer el tercer episodio.

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Segunda parte

El indomable playero de Chuyuipe

Aquella mañana de enero, Ballenita lucia un sol esplendoroso, pero corría por toda la casa de madera un viento helado. Pronto los hermanos Russo fueron despertados por los gritos de Manuel Fernando, que venía acompañado de su enamorada Ingrid y de dos surfistas más: Roberto y Pava Loca.

Manuel Fernando les gritaba desde el portal de la casa de madera:

 -¡Vengan a ver el tamaño de las olas que está escupiendo Chuyuipe!

Pronto los hermanos Russo salieron de sus camas, envueltos en sus edredones y desde una de las ventanas del balcón pudieron contemplar un espectáculo maravilloso: el océano estaba completamente rayado, y miles y miles de olas surcaban la playa para reventarse en la orilla de Chuyuipe.

Ambos cogieron sus tablas de surf y se treparon rápidamente en el volkswagen de Manuel con rumbo a la playa.

Ingrid le preguntó a Danni:

 -¿Van a venir Doménica y Nicole?

-Seguro que sí, la traigo loca de amor-dijo Danni-.

-¡Yaaaaa!, mentira que eres modesto, ¿no?

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De Chuyuipe a Canoa (tercera entrega)

Presentamos “De Chuyuipe a Canoa”, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos “La necesidad del corazón”. Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer. Acá podrán leer el segundo episodio.

chuyuipe

Cuando llegaron a Ballenita, Danni le preguntó a Doménica: si no se podían quedar un rato más, además Danni le tenía una pequeña sorpresa a su enamorada. Y ella le dijo:

 -¡Qué, que te traes entre manos!

Y Danni subió los dos tramos de las escaleras y abrió la puerta del altillo y sacó una botella de vino viejísima de Concha y Toro. Y luego bajó corriendo las escaleras hasta llegar al patio donde se encontraban todos con el corazón latiéndole aprisa.

 -¿Qué pasa?- dijo Nicole-.

Y Danni levantó el brazo y enseñó la botella de vino rojo como la sangre.

Doménica dijo toda temblorosa:

 -Pero no nos la vamos a tomar toditita, ¿sí?

Y Nicole se viró a ver a su amiga y le dijo:

 -¿Y tú vas a tomar ese whisky?

No es whisky, es vino y es sabrosísimo-corrigió con picardía Joey-.

-¿Y tú no dizque eres mormón y tu hermano evangelista?-dijo Nicole-.

-Todo eso era puro cuento. Sólo para que el papá de Doménica nos dejara en paz. El problema es que los surfistas tenemos mala fama.

-Entonces sí fuman-afirmó Nicole-.

-Al menos todavía no-dijo Danni-.

-Pero tú una vez casi fumas a los ocho años, me contó Manuel Fernando- dijo Joey-.

-Sí, pero no lo hice. Ese cigarrillo apestaba a diablos.

-Bueno, bueno, -dijo Doménica-, ábrete esa botella, rápido.

-¡Doménica!-dijo Nicole-.

-Ese es el problema, no encuentro el sacacorchos-dijo Danni-.

-Yo sé dónde está- dijo Joel, cuando terminó de encender las velas de la cocina para iluminar un poco aquella vieja sala de estar-.

Y de inmediato se fue a buscar el sacacorchos en el cuarto de su padre. Subió las escaleras de madera, se metió debajo de la cama, y en la esquina derecha estaba tirado el sacacorcho en el piso de madera. Luego bajó corriendo a toda velocidad la escalera.

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De Chuyuipe a Canoa (segunda entrega)

Presentamos “De Chuyuipe a Canoa”, una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos “La necesidad del corazón”. Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer. Acá podrán leer el primer episodio

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Danni y su hermano se pusieron de acuerdo para turnarse en el baño. Mientras uno se bañaba y se quitaba la sal del cuerpo, el otro se quedaba con las chicas como anfitrión.

El mayor de los hermanos Russo subió las escaleras para bañarse con agua dulce y helada que había recogido en un tanque. Se desnudó con la velocidad de un rayo y con la ayuda de una jarrita se mojó la cabeza haciendo espuma con el jabón de rosas.

Joey se quedó abajo armando una fogata en el patio para calentar la reunión. Así que sobre una duna de arena, que se encontraba en medio del patio, apiñó una serie de leños, les echó gasolina de un bidón que guardaban debajo de la escalera, y les prendió fuego.

La fogata se encontraba lo suficientemente lejos y centrada como para evitar cualquier tipo de incendio.

Nicole sentía frío y se le arrimaba a Doménica, y ésta trataba de alzarle el volumen a la radio de pilas, pero Joey le dijo que no lo hiciera porque se consumirían las pilas más rápidamente.

Doménica le dijo:

 -Con el ruido del viento no escucho casi nada.

Entonces Doménica pensando en Danni, que en ese momento se encontraba en el baño desnudo, bañándose con jabón de rosas, dijo:

 -¿Cómo habrá comenzado la vida en el mundo?

Y Joey le respondió:

 -Lo mismo me pregunto yo. Pero Danni es el que sabe una teoría que le explicó papá el año pasado cuando él le hizo la misma pregunta.

Entonces apareció Danni apoyado en el marco de la puerta, bañado con jabón de rosas, cepillado los dientes con pasta IPANA, y vestido con una camisa manga larga de leñadores, unos pantalones de pana Levi’s y unos elegantes zapatos de gamuza. Había escuchado la respuesta de su hermano y le respondió a su enamorada, dijo:

 -Esa respuesta me la sé de memoria.

-¡Caramba qué rápido te bañaste!-exclamó alegre Doménica-.

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De Chuyuipe a Canoa (primera entrega)

Presentamos «De Chuyuipe a Canoa», una novela escrita por el autor ecuatoriano Edison Delgado Yepez de quien, anteriomente, publicamos «La necesidad del corazón». Esperamos que disfruten con este nuevo trabajo de nuestro autor ángel y surfer:

la-primera

A Rafael Cruz, Jimmy Mendoza y Fernando Alvarez,

con inmensa gratitud por creer en mí

 

 Es flexible la lengua del hombre y razones distintas

 salen de ella y consiguen formar un yerbal de palabras;

de la forma que tú hables tendrás que escuchar la respuesta.

Pero ¿qué obligación nos apura a altercar disputando

e injuriándonos como mujeres llevadas de cólera

que movidas por la ira que han puesto en sus pechos, se salen

a la calle a reñir y zaherirse, diciéndose cosas

que son unas verdad y otras no y que la cólera dicta?

Con palabras no harás que el valor me abandone.

HOMERO

Una persona lo puede todo en su juventud, porque en ella abunda la vida.

Saul Bellow

 

 

Lo atrevido se convierte en clásico en el curso de nuestra vida, mientras envejecemos y morimos.

 

John Updike

 

Es solamente en los libros que la gente debe funcionar de acuerdo a reglas arbitrarias de conducta y probabilidad; es sólo en los libros que los hechos no deben desafiar la credulidad.

 

William Faulkner

 

CHUYUIPE NOCTURNO

Danni Russo, de diez y siete años, sentado sobre su tabla, mar adentro, ya empezaba a sentir los efectos del cansancio. No era para menos; eran las cinco de la tarde y había estado en el agua de Chuyuipe, Ballenita, desde las seis de la mañana.

Sentía una pesada hinchazón en todo el cuerpo, especialmente en los hombros. Sus pantorrillas amenazaban con acalambrarse a cada rato. El agua fría, verde, salada, se le había metido tantas veces por los oídos, garganta y ojos, que el pobre Danni estaba al borde de sufrir una fuerte sinusitis. Los dedos de sus extremidades estaban arrugados, morados, fríos por la larga exposición con el agua helada.

Aún así, en el cerebro de Danni, retumbaba una melodía del grupo Bread, titulada IF, que lo motivaba a seguir en el agua cazando olas.

Su piel parecía por el frío, el cuero de una gallina recién desplumada, pero aún así se puso a remar en la penumbra en busca de su hermano de doce años, Joey, el más loco de la familia, que se hallaba mucho más adentro, remando el mar picado en busca de una ola que lo saque a la orilla, esto era algo que él no suponía.y pensó:

¡Qué noche tan tremenda había pasado en Salinas!

Se había quedado dormido en una banca del malecón, borracho de champaña al salir de una fiesta del Yacht. Había sido la primera vez que él y su hermano habían entrado al Yacht con invitación y sin necesidad de introducirse clandestinamente en el maletero de un auto o por las rocas saltando el muro.

Y en la mañana él y su hermano habían llegado, a dedo, a la casa de sus padres en Ballenita, habían desayunado unas pizzas, unos panqueques y se habían metido corriendo al agua a coger olas hasta ese momento.

Su amigo íntimo Manuel Fernando los había invitado a la quinceañera de su enamorada Ingrid en el Yacht. Danni Russo y su hermano Joey habían asistido enternados y la habían pasado bailando en una fiesta con las luces encendidas, toda la noche y madrugada, emborrachándose con champaña. La habían pasado estupendo bailando boleros pegaditos junto a su enamorada Doménica, la canción de Gino Vanelli: I just wanna stop. Claro que ya se habían visto con anterioridad, un cuatro de julio, en una fiesta en el colegio Americano, en una Spook house y se habían fijado el uno en la otra, bajo los acordes de PRIVATE EYES de los HALL & OATES.

 

Ahora Danni se encontraba remando mar adentro, por en medio de las olas en busca de su hermano menor para lograr sacarlo del agua e ir a comer.

Danni remó por encima de una pared de mar picado de dos metros hasta pasar con las últimas al otro lado, ¡cómo le pesaban los hombros!, y al otro lado logró divisar a Joey.

Siguió remando sobre su tabla TOWN & COUNTRY por en medio del helado mar azul oscuro, que se bamboleaba debajo de su cuerpo como un buque en medio de una tormenta marina, y se fue acercando desesperadamente lento, hasta llegar a cogerle el cordón salvavidas atado a su tobillo.

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