Episodios cotidianos. Por Francesco Vitola
Rigor autodidacta
- Es importante que los jóvenes cuenten con un Estado de la cuestión personal e intransferible
- Es recomendable estimular dinámicas de autoconocimiento intelectual (tipo de personalidad, inclinaciones vocacionales, temas de interés) entre infantes y jóvenes.
- Los test de perfilado profesional son guías no concluyentes, y lo que es más importante, si la persona no puede acceder a la universidad se desperdicia su talento, relegando las inclinaciones vocacionales a lo «que pueda encontrar». Con el rigor autodidacta, estés matriculado o no en una carrera, podrás organizar un sistema de estudio.
- En la medida que los jóvenes comiencen a buscar respuestas a cuestiones personales e intransferibles, aumentan las posibilidades de elegir profesiones que satisfagan su curiosidad innata, y por tanto, los problemas de la falta de motivación serán siempre pasajeros. Cuando haces lo que te gusta, no trabajas, disfrutas.
IV Congreso Internacional Verniano, Colombia 2024
Lunes 29 de abril de 2024
Salón Jorge Isaacs de Corferias, Feria Internacional del Libro de Bogotá
Descripción del evento: Contribuir al estudio, investigación y difusión de la obra de
Julio Verne.Propiciar el conocimiento de su obra y su relación con América y
Colombia y Generar espacios de estudio, difusión y conocimiento de su obra en
centros educativos, con el propósito de incentivar la lectura, la investigación y la
creación literaria.
Aforo aproximado: Sala Jorge Isaacs
Fecha: 29 de abril de 2024
Jueves 2 de mayo de 2024, sesión de la mañana
Museo Naval del Caribe, Cartagena de Indias
El programa final del IV Congreso Internacional Verniano a celebrarse en Cartagena de Indias entre los días 2 y 4 de mayo de 2024 es el siguiente:
Comentario a La derrota de los Replicantes. Novela inédita sobre IAs de Antonio Mora Vélez.
“La poesía tiene que ser humana, si no es humana no es poesía”.
Tapachula mon amour #3
La víspera del fin mundo será un eclipse mientras se incendian montañas de plástico y muchedumbres de personas caminan a un costado de las autopistas con la esperanza de llegar a las glaciaciones del norte. Los trailers aplastarán a alguno que otro migrante -así les llamarán a esos viajeros que caminan en chanclas bajo un sol de cuarenta grados celsius-; serán incidentes menores. Más al norte, los cazadores de extranjeros que hay en el desierto, desollaran a algunos sobrevivientes y otros franquearán todos los filtros para encerrarse en algún sótano.
El fin del mundo no ha comenzado en Tapachula y la atmósfera del eclipse del ocho de abril apenas hizo menos cálido el fin de la mañana; no mitigó el olor a basura quemada -la costumbre que se estila es quemar todos los plásticos: al fin y al cabo eso se hace humo y el humo se disemina por todo el planeta; es la venganza de los que nacieron o viven en este lugar, hecho como un reducto donde hay archipiélagos que semejan campos de concentración sin la necesidad de policías que vigilen a los presos porque ellos, los presos, prefieren ese cautiverio seguro que la soledad y el peligro sobre incandescentes pastizales dispuestos para que algunos narcos los capturen- ni hizo mermar la música regional y el reggaetón que acompaña el atronador murmullo de estos días con asomos de espanto.
También hay humo que germina de las quemas de los cañaduzales, que proliferan en las afueras de Tapachula, así como los monocultivos de Palma Africana.
Una vana ilusión del fin del mundo: el incendio de basuras, las vastas extensiones sembradas con vegetales que sirven para fabricar combustibles o aceites, el cielo que oscurece hasta semejar un atardecer y las personas que saben muy bien dónde queda el norte pero no si llegarán a él.
Los que migran, aguardan en filas multitudinarias a que les concedan un paso más en su trámite; los oficinistas que los atienden esperan el fin de semana para hacer filas en Burger king y los que atienden en Burger King aguardan a que una bomba devaste algo que nunca se devastará de un solo golpe sino que será un cáncer tan mediocre la muerte como cada respiración que nos acerca a ella.
Astroastro, un poema de Roberto Rico
Roberto Rico (Ciudad de México, 1960) es autor de Reloj de malvarena, Nutrimento de Lázaro y La escenográfica virtud del sepia, De aquellos años que llevan ere, Ars vitraria y Radio frenesí y otras sintonías. Su último libro es Con meridiana oscuridad y nos ha permitido compartir uno de los poemas que aparecen en este volumen.
Astroastro
I. Depaupérate un poco más. De sobra te harán falta privaciones y ausencias para ensanchar el foco irradiador de tu bonhomía, la desnudez interjectiva del pesar. Desvalídate del dolor en el hambre llana. Comienza por morder el hueso desde donde emites, con pelaje espectral y tieso, pigmentado de hollín y yeso, los aullidos rimados que a ti mismo te erizan y descuadernan del lomo a las estepas y solapas.
Así habló Astroastro.
II. ¿Antecede a la sed el hambre? Eso mejor te preguntaras viendo de reojo la jarra de vino rojo aherrojada en el poniente. No pongo aquí botella, porque me parece que mejor se te antojara el destilado contenido en abierto recipiente; así, ante vasija de ancha boca, la sangría agria, angry and hungry y andrajoso, se vuelva imperativo para ti rimar y aliterar la sed y el hambre, exacerbarlas en varias capas o niveles de engrudo glandular o de viscosa grenetina hepática. Ahora centra tu mirada en esa mesa rústica de ocote, cuadrada así sin más, ni manta ni tapete encima, sola madera desnuda, impertérrita, no colonizada por termita alguna. Consuelo entomofágico sería carcomerla, de no ser porque también esa promesa pierdes, como también se exorbitaba el último resto mortal que te pervive, pavesa filiforme.
Así habló Astroastro
III. ojos humedecidos de la vaca
ternura llámale y ternera
porque en cuanto escampe
llevarás empozado en tu mirada
halo de sándalo y vinagre
intermediarias conjuntivas
rastro de un astro
vuelto a su calostro/
del ostracismo vuelto
en nebulosa,
y a una nube con claras miras
de translucir entre tus ojos,
ternura llámale, fragor,
ternera
deshijándose toda colindancia
ese umbral linfa
sándalo y vinagre/
así siguió diciendo astroastro
IV. la ciudad a lo (cada
vez más) lejos semeja
vaca multicolor
/boñiga
sándalo y vinagre
hervor bajo la piel
fervor el pulso
cada vez más exiguo bulle/
así dejó de hablar zoroastro
sol o astro/
solo astro/
astro-
astro:
un prefijo en el cénit
en sufijo declina