Francesco Vitola Rognini: nuevo autor de Mil Inviernos
Francesco Vitola Rognini, autor de la novela Hambre de Caza, se ha incorporado al equipo de escritores de Mil Inviernos. Su propuesta, que nada entre las aguas del periodismo gonzo y la crónica lisérgica, podrá ser atestiguada en este blog. Esperamos que sus colaboraciones sean una paliza para todos aquellos que aún confían en la estabilidad de la realidad. Realidad no hay una sola: son muchas, todas devastadoras y tristes. Cientos de páginas electrónicas escurrirán sus lágrimas y su desorientación para con este fenómeno que no fue ni siquiera visorado por Uri Geller.
Francesco Vitola Rognini es Comunicador Social y Periodista de la Universidad del Norte. Master en periodismo BCN_NY. Cronista independiente, columnista y reportero. Cuentista, novelista. Pero antes que nada, periodista ciudadano, bloguero y traductor vocacional de la obra de Hunter S. Thompson.
Francesco también tiene otros dos blogs.
Uno dedicado a las artes marciales: Shinobi Yamabushi
Otro dedicado a la crónica: Narrador Interpretativo
Damos la bienvenida a Francesco Vitola como nuevo autor de Mil Inviernos con la satisfacción de ver cómo vamos creciendo y expandiendo nuestra maligna área de influencia a través de nuevos brazos de Leviatán.
La colonia con síndrome de Estocolmo
Por Francesco Vitola Rognini
Lo primero que vemos cuando nos acercamos a Cartagena es donde el diablo se lanzó al vacío. Desde que ocurrió eso se manifiesta como un chivo café de barba blanca que merodea por el cerro y los vecinos de los barrios de invasión circundantes dicen que Daimon toma forma de gato negro con ojos rojos, otros dicen que en las noches aparece como una garza blanca picoteando entre la inmundicia y las aguas estancadas. Las señoras con más canas y arrugas dicen que normalmente tiene cara de ricachón en auto deportivo, a veces de playboy navegando un yate rodeado de jóvenes operadas. El demonio, dicen otros, a veces es un cura, un policía, un hampón esperando en la sombra de una playa alejada, o un cangrejo picando el escroto de un amante que interrumpe su polvo furtivo para dar un alarido. El rumor dice que El Patas es cada billete que se invierte en placer, no importa cuánto te confieses o te arrepientas. Como todo jefe de estado, Belcebú tiene formas desagradables de burlarse de los que creen se sirven de él: una botella de tequila que resbala de las manos cuando recién comienza la noche, desde un octavo piso, en dirección a una familia que sale del edificio, y uno de los niños emocionados grita de alegría -por última vez- porque van para una pizzería con parque infantil. El Mandinga es la maleta con droga, dinero, la nevera con órganos camino a un trasplante que se desvía por las rutas del mercado negro; es cada turista que viene a comprar masajes, cada padre que alquila su hijo por unos billetes, cada nativo que vende sus principios por un poco más de dinero cada quincena. Samael es dueño del alma de cada fracasado que con mentiras se lleva a una mujer a la cama, porque no tiene huevos ni discurso, solo un poco de basura masticada y tan baja autoestima como la engañada. Cada niño frustrado por su padres frustrados que los regañan todos los frustrantes días de sus vidas, cada niña engañada con fantasías de Walt Disney -el Sr. Crowley moderno- temen y aman a Damian, a Guayota, porque les va a quemar la carne y aspirar el alma por la boca.
La corrupción es uno de sus muchos nombres, y como la rata de alcantarilla, está tanto en El Congreso como en El Vaticano. ¿Qué sería de esta fortaleza rodeada de agua salada, si la corriente eléctrica se suspendiera en Semana Santa?
El poder absoluto espera el momento para retomar el terreno y sumergir todo, como antes fue, como nunca debió dejar de haber sido. Vocación de esclava es lo que la define, por eso unos desfilan exhibiendo lo que tienen y otros silencian con música sus frustraciones y ausencias. La ciudad antigua y los carteles publicitarios evidencian que aún hoy, desearía ser colonia de un amo generoso, que comparta sus migajas y les sonría para sentirse menos ultrajada, uno que quizás le tome cariño y con suerte la posea y le dé un crío mestizo, que no sufra tanto como ella.
Hereje emigra de la Capital Americana de la Cultura 2013
Por: Francesco Vitola Rognini
Comparte nombre y primer apellido con uno de los revolucionarios Cubanos más carismáticos y recordados, uno de los que no alcanzó a entrar triunfante a la Habana. Conocido con el alias de El Vaquerito alcanzó el rango de Capitán y lideraba El Pelotón Suicida, que hacía parte la Columna 8 Ciro Redondo, a cargo del Ché.
Como aquellos barbudos Hereje enseña con el ejemplo. Hace unos años llevaba el cabello largo, lo que le daba un aspecto juvenil. Ahora lo lleva corto y pintado de blanco, como queriendo redondear su edad, como una ironía dirigida a los que se tiñen de negro para que ocultar las canas. Sus anteojos de lectura cuelgan sobre la camiseta negra, el pantalón de mezclilla y los zapatos de cuero marrón, domados por sus hábitos de caminante, completan el atuendo que le sirve para confundir a los que viven de primeras impresiones. Son técnicas usadas por Shinobis, maestros en el arte del disfraz.
Con la mejor luz de la tarde visitamos uno de los pocos parques arborizados de la ciudad, bautizado por los celadores, las empleadas domésticas y los delincuentes juveniles como “el santo cachón”. Sobre la loma se impone una estatua de Jesús de Nazaret que en vez extender los brazos -para hacer honor a su sobrenombre-, los exhibe como recordatorio de la crucifixión. Medio centenar de personas disfrutaban de la tarde luminosa y fresca. La mayoría de la disgregada colectividad busca la sombra de algún árbol; aún el sol hace mal a la vista.
Hunter S. Thompson: Diálogo epistolar durante un viaje de Aruba a Río (1962)
Diálogo epistolar durante un viaje de Aruba a Río (1962)
Tomado de The Great White Shark Hunt. Strange Tales from a strange time. Gonzo papers volumen I de Hunter S. Thompson.
Traducción: Francesco Vitola Rognini.

Hunter S. Thompson en el Diario El Heraldo de Barranquilla. Fuente: A foot Loose American
Durante los pasados siete meses, el periodista Hunter S. Thompson ha estado rondando Sur América. Sus reportes informativos sobre las condiciones sociales, económicas y políticas han venido apareciendo en The National Observer.
Pero hay otro lado de la reportería que raramente se presenta en reportes formales –las experiencias personales del excavador, del periodista inquisitivo-. Estas, con frecuencia, entregan fascinantes revelaciones sobre terruño y su gente. Atestígüelo en estos extractos de las cartas personales del señor Thompson a su editor en Washington.
ARUBA.
Parto para Colombia en un bote contrabandista dentro de unas horas y me afano para dejar esto listo antes de irme. [Artículo sobre Aruba, The National Observer, Julio 16.] Es probablemente muy tarde y muy extenso para tu gusto, pero espero que no, porque creo es una buena y válida mirada a la política insular, personalidades, etc.
En unos tres días planeo estar en Barranquilla, Colombia. Después de Barranquilla, planeo subir por el Río Magdalena hasta Bogotá, de ahí a Perú a tiempo para las elecciones del 10 de Junio. Pero esto es tentativo.
Canción de La Criatura Salchicha por Hunter S. Thompson
Canción de La Criatura Salchicha
En mi tumba tallarán, “NUNCA FUE DEMASIADO RÁPIDO PARA MI”.
Por: Hunter S. Thompson
Traducción: Francesco Vitola Rognini
Hay algunas cosas que nadie necesita en este mundo, y una brillante, jorobada, Cafe Racer con una perversa velocidad de 900cc es una de ellas – pero quiero una de todas formas, y algunos días realmente creo necesitar una. Por eso es que son tan peligrosas.
Todo el mundo tiene motos veloces hoy en día. Algunas personas van a 150 millas por hora por carreteras asfaltadas de dos carriles, pero no a menudo. Hay demasiados camiones viniendo en sentido contrario y demasiados radares de policías y demasiados animales estúpidos en el camino. Tienes que ser un poco loco para montar estos cohetes con embrague de gran torque y súper velocidad en cualquier lugar excepto en una pista de carreras – e incluso ahí, asustarán hasta volverte una mierda gimoteante…No hay, después de todo, diferencia entre ir de cabeza hacia un camión Peterbilt o de lado contra las graderías. Algunos días tienes lo que quieres, otros, lo que necesitas. Read More…