El gólem, el autómata y el clon en la Biblia
Arrigo Coen en el texto «¿Género científico o fictocientífico?» que abre la antología de la ciencia ficción mexicana «Visiones periféricas», afirma que el gólem, en la tradición judía, es una suerte de estatua dotada con vida. El autor toma a esta figura para relacionarla con los robots y androides (autómatas con forma humana) y así establecer una clasificación posible de rastrear en la literatura de género. A continuación Coen alude el versículo 16 del Salmo 139 de la biblia en donde el gólem es una sustancia embrionaria e incompleta, de lo que se deduce que todos fuimos gólems o quizá lo seguimos siendo si nos asumimos como sujetos inacabados y destinados a una completud que aún no desciframos. Tomamos, a continuación, los versículos 13 al 16 del mismo salmo para hallar un discurso que puede ser emitido por un inercial, la creación de Víctor Frankenstein o un clon que mira fijo a los ojos de su clonador y le hace plegarias:
13 Tú creaste mis entrañas;
me formaste en el vientre de mi madre.
14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas,
y esto lo sé muy bien!
15 Mis huesos no te fueron desconocidos
cuando en lo más recóndito era yo formado,
cuando en lo más profundo de la tierra
era yo entretejido.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:
todo estaba ya escrito en tu libro;
todos mis días se estaban diseñando,
aunque no existía uno solo de ellos.