Cómo Miyamoto creó a Super Mario
Si a comienzos del siglo veinte la búsqueda del tiempo perdido fue la base de la literatura europea junto a los meandros de la psiquis de un ciudadano dublinés, a finales de la centuria pasada el tiempo era recobrado a partir de imágenes que brotaban de una pantalla, de evocaciones de los parajes recorridos por niño un japonés que nació después de que dos bombas atómicas azotaran a la isla. Ese niño es uno de los creativos más importantes de los últimos tiempos y ha sido premiado hoy día con el Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades; su nombre es Shigeru Miyamoto. A comienzos de la década de los ochenta inventó a dos personajes que aún hoy están entre los más conocidos en la historia de los videojeugos: Donkey Kong y Jumpman (que años después se rebautizaría como Mario). Después del éxito, erigió una obra cuya narrativa es el canon de los videojuegos: La leyenda de Zelda.
A diferencia de su maestro Walter Dysney, Miyamoto no ha hecho un mundo radicalmente dividido entre buenos y malos, lindos y feos. Mario, cuando aún se llamaba Jumpman, en 1982 coprotagonizó Donkey Kong Jr. El argumento era que el hijo del gorila secuestrador de la primera parte debía rescatar a su padre del cautiverio al que lo sometió Jumpman. La relación entre víctima y victimario fue dinámica en esos dos primeros videojuegos ideados por Miyamoto. El hombre que debía rescatar a Pauline del encarcelamiento de un gorila en Donkey Kong, se convirtió en el carcelero del secuestrador de su amada en Donkey Kong Jr. La cadena de la venganza eliminó la seguridad de cualquier juez moral.
Para reconocer a este creador japonés miembro de Nintendo, traemos un pequeño documental en donde Miyamoto narra cómo creó a sus personajes y un video con el primer Donkey Kong (1981).