Adiós al conferencista de OVNIS de los hombres de negro: William Chávez
El mundo ovni agropecuario se despide de una de sus difusores: William Chávez de Contacto OVNI. El hombre aseguraba que a sus conferencias asistían ocasionalmente hombres de negro.
Buen viaje galáctico.
Compartimos una elegía que nos envía Pedro Sánchez Merlano al respecto del deceso de su amigo.
Elegía al último William.
Pobre y hombre riman
Son como agua para chocolate
Y ovni con william no riman:
son como el agua y el mercurio
De Mercurio viniste y al carajo te fuiste
Como ufólogo y odontólogo
Hombres de negro al acecho
Te hicieron beber por despecho
Y una duda en ti
Fue como un mono titi
Jamás nunca estuviste en paz
Aunque en paz ahora no respires
El ovni parqueó en tu morada
Y tu contacto fue la alborada
Para la invasión falsa que orquestan
Ya no hay William Chavez que metan
Ni exploraciones exoplanetarias
Hoy compartes un sitial en los Williams muertos:
Blake, Burroughs y Chávez:
la santa trinidad hecha por aquellos que enamoraron a Dios
Pedro Sánchez Merlano
A propósito, los editores de Mil Inviernos nos preguntamos si acaso Sánchez Merlano mismo no es un hombre de negro que quería hacerle la cacería a Chávez.
NO HAY AMOR QUE SOBREVIVA AL TIEMPO: HISTORIA METAFÍSICA DEL MATRIMONIO
NO HAY AMOR QUE SOBREVIVA AL TIEMPO:
HISTORIA METAFÍSICA DEL MATRIMONIO.

Pierre Mignard
Este es un texto que nos entrega Pedro Sánchez Merlano, y sostiene que pertenece a Andreas Faiber Kaiser, quien se lo entregó como un secreto que solo debía saber salir en 2023, a 29 años de su muerte, porque 2 +9 es 11: es decir, las torres gemelas o los 11 apóstoles fieles a Jesús. Los kaiseristas sostienen que este texto es una mierda inventada por Sánchez Merlano. Sin embargo él cuenta con el apoyo de estudiosos de primer orden como Genios Palacios, que al igual que Grinsberg ha desaparecido sin dejar rastro. Suponemos que está preso en la consciencia de un politicucho de mierda.
Se tomó una Energizer, seguido por una coca-cola, después un cafecito bien cargado para bajar una cafiaspirina. Y ahí se dijo: a trabajar.
—
Mi trabajo: masturbarme.
Mi empleador: el FBI.
Mi oficio: espía energético.
Soy la única persona que conoce el paradero de don Jacobo Grinberg. Soy el único que puedo hacer contraespionaje a las promociones porno. Hay guerras de guerrillas, de ejércitos y guerras psíquicas. Lo mío va más por la onda del psiquismo. Fui un sujeto experimental de unas pruebas sicodélicas en los años 70 que se dieron en lo profundo del Orinoco. Soy aquel que desenmascaró a Uri Geller para hacerle un facial. Le unté su cara con mi semen cuando aún éste tenía espesura y no era ese moco transparente que me recuerda lo estéril de vivir y que hoy es una marca personal de todos mis calzones. Uri Geller desde ese día con su cara blanca reemplazó a Marcel Marceau.
Mis calzones manchados son leídos por la pitonisa de mi mujer. Las manchas además de semen son de caca: «frenadas de camión», que le dicen. Yo intento limpiarme la cola hasta que sangre pero por alguna misteriosa razón mis calzones siempre tienen manchas. Mi mujer colige que son ventosidad con caldo o recado, pero al mismo tiene aduce que ello es una gracia divina y es un mensaje para ella. En un comienzo ella lo descifró como una señal de un error por haberme casado contigo. Pero después de espantosos años de convivencia encontró en mis calzones el mismo summum del futuro. Ella, mi señora y mi amor, mi amor romántico como todo mi mundo lleno de antiguallas, es la gran consultora del pentágono.
Recuerdo cuando Donald Trump llegó a nuestra casa acompañado de don Jacobo que lucía demacrado y desposado. Mi mujer exhibió mis calzones recién usados, y señalando las manchas con un indicador láser, como una conferenciante de Harvard, le sugirió que lo mejor era admirar a Putin; a lo que Trump reverentemente dijo:
— congratulations for your cagada, mister. Your calzotations are so beautiful. I have a Little dick and Jacobo likes to kiss it.
Y Jacobo, con una visible cicatriz en su parietal derecho, daba señal de una amputación parcial del cerebro. El hombre solo reía y decía:
— válgame que me llevó la chingada.
Yo por querer hacer un chiste dije al ver la cicatriz:
— pero esa cirugía no se la hizo pachita.
A lo que contestó:
— Pachita me cambió el corazón. Yo antes era un científico psíquico muy pagado de mí mismo pero ella me enseñó la humildad de hacer cosas inútiles y aprender datos inoficiosos, que no son más que la aceptación de que esta vida vale mierda y no vale más que vivir.
— Me contaron —seguí con la conversa—, que te había ido a otra dimensión, hombre, o que te habían llevado los extraterrestres, ¿que pasó?
— La otra dimensión es la lívido de un multimillonario— y señaló a Donald que en ese momento se rascaba sus exiguos atributos.
Donald preguntó:
— tú conocer señor pirata? Es que los extraterrestres me han eniado una bolsa de dólares para él por el plan mundial para las ecoaldeas hexagonales leninistas.
A lo que yo le contesté:
— Claro, mano.
mI conyúge no había retirado la mirada de los calzones y con voz temblorosa le dijo a Donald:
— morirás de cáncer y tu cadáver será enterrrado en Kiev.
A lo que Jacobo celebró:
— yuju, por fin me voy a liberar de la cárcel de la consciencia de este pinche güero pendejo.
Dijo Donald:
— cuando yo morir, se acabará la dimensión en la que vive Jacobo por ende se morirá el gran místico del siglo XXI.
Mi esposa más aterrada aún que antes repuso:
— no, Donald, tu moriste en 1990. En los calzones manchados de mi marido acabo de ver un pasado paralelo que es futuro. Jacobo te hace vivir y Jacobo te entregará para morir.
— A quién me entregará.
— A Cupido, que te arrancará las alas de ángel asesino que tienes, despresándote como un pollo asustadizo.
Yo me retiré, no sin antes la última exclamación de Jacobo, cuyo rostro se ensombreció cuando la dijo:
— Yo soy Cronos, yo soy Cronos.
La escenificación del cáncer en Cronenberg. Reseña de Crimes of the future

David Cronenberg y Goliat Mortensen, echándose una canita al aire; o, como dirían los artistas, una cirugía maxilofacial.
La escenificación del cáncer en Cronenberg. Reseña de Crimes of the future
¡Albricias!, a David Cronenberg le dio cáncer de uretra. Su mayor obra de arte ha sido la metástasis de un clítoris que ahora se convierte en las amígdalas. A campanear se dijo. Porque el viejo sexo ya pasó de moda. Los penes y vaginas son cosa del pasado. Los clítoris son amígdalas. Las vaginas tienen amigdalitis y las lenguas tienen huevo. Las neo-lenguas un huevo más pequeño, o como dirían los costeños del caribe: mama-huevo.
El desafío de las películas de Cronenberg —su segunda forma de metástasis— es implacable: no convertirse en el comodín de la prosa de la ciencia ficción de los próximos años: es cuestión de moda; ahora dirán que en lugar de cuerpos sin órganos, debemos hablar de órganos sin cuerpos y, a partir de esa elucubración, se erigirán las novelas más «weird» de la época. Pero como decía el bazuquero que imitaba a Chayanne «es tiempo de amor». Y el amor es un sistema, no es un órgano ni es un cuerpo. Eso lo sabe muy bien, Saúl, el protagonista del film que homenajea a dos sujetos a ver:
1- Sterlac, el dumbo con leucemia.
2- Pablo, o Saulo de Torso.
Del primero, se harán muchas reseñas. La vocación de Cronenberg es tirar esos señuelos para que los más pérfidos funcionarios de la cultura se ocupen en escribir libros en torno a ello.
Del segundo, apenas quedarán suspiros, como suspiros quedan después de hacer el amor en una mesa de disección. Son epístolas de un muerto para con otros muertos. No en vano, en la carta a los Gálatas, capítulo 3 versículo 1, se expresa:
Gálatas torpes, quién los ha hechizado a ustedes, ¡ ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente!
Nosotros somos los Gálatas de Cronenberg y Saul no es otro más que el mismo Jesucristo crucificado, rodeado de una comunidad de Magdalenas dispuestas siempre ha atravesar los cráneos de los hombres con un taladro automático.
¿Y el niño —preguntarán algunos— quién es? En esta reseña alegórica de la película de marras, ese pequeñín que come canecas de basura es Juan Bautista: basta con ver cómo sus órganos están marcados con nombres e imágenes: todos ellos son los tumores bautizados. ¿Acaso no es la iglesia una secta de tumores con nombres?
Cronenberg ha descifrado más que el futuro, la incapacidad de sostener una vida sana, porque la vida misma es enfermedad. ¡Oh, necios Gálatas! ¿Acaso consideran que lo importante son los cuerpos? Los órganos tumorosos están conectados entre sí por un sistema: la mirada de Dios y ésta, como un secreto y como un tumor, es lo que crece dentro de nosotros. Luego, lo tatuamos con palabras como «dolor» porque en las lágrimas de Saulo de Tarso y Saúl se vindica la vida a partir del éxtasis del llanto.
¡Quédense, Gálatas, con el cuerpo sin órganos u órganos sin cuerpo!. Sigan mascando el huesito que les tiró Cronenberg para así olvidar que no ha pasado un solo día desde que empezó la historia sagrada narrada por Dios, como si fuera un profesor de literatura buscando significado.
Pedro Sánchez Merlano, o el mamerto del cine.
Carta a una agente literaria francesa
Pedro Sánchez Merlano es un animal literario, todo en él es literatura. De este modo, nos envió un pequeño carnet, que osó enviárselo a una agente literaria francesa. Nosotros lo publicamos con ocasión de celebrar los cincuenta años de nacimiento de este gran escritor, que siempre ha estado muerto.

Pura sangre literaria, pura panza de chamberlain – retrato pintado por uno de nuestros editores, en su época de pintor parisino.
Bonyurt
mademoiselle, Gabrielle Lécrivain
Je t’escri porqui quierou ser editadou. Je suis un escritoré que quiero escribir a la franzua. Mis librés saliegon en japonés. Le ultimé se llamé Chao chichí. Me gustag Balzac y lous besous franceis, mais c’est, je me parecer a Balzac en la baguiga. Y mi bagba tiene el pachulí de babas de Victor Hugó.
Espego vegte en La Paguí , ciudad luz, la procsimá veg que vaya allá, donde je suis muy famosó. Si preguntá vegá que me conocén en todos los sitios de societé. Me llapelle el colombiche de la petit mondá.
Petit monda: a la recherché du verga perdú
Oh lalá
Toujours
Pedro Sanchez Meglano, écrivain
Al poeta Juan Cruz Bordoy de Sánchez Merlano
UNA ETERNA CRUCIFIXIÓN
DE PEDRO SÁNCHEZ MERLANO A JUAN CRUZ BORDOY, motivo de onomástico
Hijo del milenio, poeta del milenio, muerto del milenio
Los milenaristas anunciaron la muerte de las estrellas, pero hay una estrella brillante que asciende toda lógica mágica. La estrella del verso y la palabra correcta.
Porque tú Bordoy, has bordado las flores más preciosas de la poesía con la palabra justa, en el momento justo, con la tristeza justas, dejándonos en las justas.
Tu voz de niño sin edad edulcora mis desdichas al punto de no saber si estoy enamorado de mis depresiones.
Suelo preguntarme, ¿será que de mi tristeza salió un espectro llamado Juan Cruz?
¿Cargo tu cruz Juan?
¿Me clavarás en ella con tus formas poéticas tan equilibradas y lascerantes como cualquier atardecer en cualquier lugar del mundo?
Atemporal atraviesas las tinieblas de mi alcoholismo terminal, a veces leyéndote puedo verte cerca a mí, como un niño que hala mis bolsillos y me ofrece un hacha para que termine de una vez con mis muñecas, entonces yo no sé si eres un ángel o un demonio. Desde que conocí tus versos me colgué del chamberlaine, acaso porque una buena rima es tan poderosa como una buena dosis de alcohol metilico.
De mi boca salen llamas y yo me fulguro un dragón de los poemas, pero entonces tu presencia lumínica opaca cualquier tentativa de incendio voraz mía, que quiero devorar el mundo con mis llamas, pero entonces hay un niño que apacigua mis deseos de venganza, y me dice al oído, no te mates porque ya los siglos están muertos. Más bien tomo otro poco de chamber, sabiendo que tengo un álma gemela en otras coordenadas lejanas pero que me enseñó a amar don Macedonio Fernández, el de los billetes de lotería en falso.
Hay algo que nos aleja, nuestra tristeza, pues aunque dicen los doctos que tristeza es solo una, es falso, tristezas hay tantas como niños en la superficie del orbe. En Alepo decapitan gente, ojalá no vieras eso, ojalá estuvieras ausente de tanto horror. Dios permita que no te dediques a beber y nunca jamás te internes en los conciliábulos literarios de los postmodernos que dominan tu país. El hachís no es buen consejero, si acaso uno o dos matrimonios fortalecerán tu impulso, como conmigo lo ha hecho el pegante y el maldito chamberlaine que fue mi peor esposa.
Nos conoceremos en la muerte, la mía próxima, y la tuya, inmortal, porque la muerte de un poeta inmortal es el nacimiento de una estrella. Fundaré de ahora en más la constelación Juan Cruz Bordoy. Y cuando fume base, lo prometo, cerraré los ojos y la veré como el norte que guía mi naufragio.
Premios Inquilino del infinito

Sánchez Merlano, el primer inquilino.
Aquilino Velasco, como inquilino del infinito, bordeó la mortalidad por algunas décadas; las suficientes para escribir delicias como Los espejismos de la oscuridad y sufrir como toda ausencia de vulgaridad. Siempre alejado de los conciliábulos literarios, patrocinados por editoriales transnacionales o las regentadas por sujetas y sujetos de prosapia intelectual, Aquilino se internó a vender sus libros en locales céntricos de Bogotá donde las empanadas tristes solían envejecer entre mostradores de vidrio.
El inquilino del infinito inoculó a través de sus volúmenes, muchos de ellos hundidos en los anaqueles de librerías no adscriptas a alguna cadena comercial e ignoradas en las listas hechas por bloggeros y periodistas culturales donde se refieren los locales comerciales que cumplan con visos posborgianos, los cementerios azules que se sospechan desde los pocos instantes por los que asoma la eternidad a echar un vistazo a los días de cualquier mortal. Alimentó, además, el deseo de garrapatear verbos de otros tantos escritores que, considerados como de poca monta o directamente ignorados, se han reunido a celebrar la primera edición del premio Inquilino/a del infinito.
Ocurrió el 28 de Enero de 2016.
Lugar: El tacón de la empanada; establecimiento comercial destinado a la diversión de los empleados de oficinas que salen, agotados y absortos en pensamientos alcohólicos, los viernes al despuntar la noche para olvidar sus nombres y llegar, entre tambaleos y susurros hechos de reproches a su propia vida, a dormir a la cama junto a su cónyuge sin que medie explicación alguna.
Hora: 17 en punto, justo cuando el cielo se convierte en las cenizas del niño que abruma a Bogotá y corrobora que el apocalipsis ocurre todos los días.
Se destetó el aborto de Borges (short story science fiction) nominado a los Hugos
El premio Hugovski Sagarov es entregado a las peores obras de ciencia ficción publicadas en medios impresos, virtuales e imaginarios. Este año tenemos el honor de que un representante de Colombia asistirá a la cita llevada a cabo en Minsk, Bielorrusia. Este relato cuenta con el atractivo de la mentada intertextualidad que tantas tesis provoca en facultades de letras, humanidades y artes. Pedro Sánchez Merlano (miembro honorario del colectivo poético Moras Silvestres) no cabe de la dicha ante la nominación de su trabajo. No podemos dejar pasar esta oportunidad para sentirnos avasallados por la dicha pues uno de nuestros más fervientes colaboradores, entra al parnaso de la literatura de ciencia ficción de Europa Oriental. Pedro Sánchez Merlano quiere ir a Donetsk a rociar bala a cuanto separatista ruso se atraviese en su camino. Como El Manco de Lepanto, nuestro Pedro Sánchez Merlano será un mito gracias a su participación en las batallas más decisivas de este siglo. Recordaremos con mucho cariño aquella entrevista que nos brindó hace más de dos años:
Pedro Sánchez Merlano, un día ante la genialidad literaria.
Ahora disfruten de esta pieza literaria, sin igual y siempre igual, como decía don Álvaro Cepeda Samudio (integrante honorario del tríptico de Álvaros, completado por don Gómez y don Uribe).
SE DESTETÓ EL ABORTO DE BORGES
Pedro Sánchez Merlano.
La matriz sicodélica y hecha de mercurio ionizado se había roto antes de tiempo. En su interior el feto que habría de convertirse en el fenómeno literario por excelencia, se hizo aborto. Cabe recordar que a don Jorge Luis Borges le habían dado la progesterona suficiente para generarle mastitis y luego de haberle implantado un útero se aguardaba que pariera un hijo, el culmen de la literatura latinoamericana, teniendo en cuenta que una vez entrado en celo don Jorge Luis fue apareado por don Gabriel García Márquez.
Antes de continuar con mi relato debo hacer notar que este Jorge Luis Borges no era el original, sino uno de los clones figurados por don Campo Ricardo Burgos, en su obra El Clon de Borges, texto que recomiendo a la pléyade de novísimos escritores de ciencia ficción que cunden como la peste negra en Europa por nuestros días.
Vuelvo a mi relato:
La sesión de apareamiento fue de difícil consecución, dado que los senos de don Jorge Luis estaban más escurridos que sus cachetes y sus nalgas semejaban un par de flores secas que harían llorar a don Pablo Neruda (el original, pues sus clones se volvieron malos y tan inteligentes que se hicieron llamar Enrique Lihn, Nicanor Parra y Robertito Bolaño). Pero el feto, que ya se iba gestando como un profesor lleno de tics nerviosos y comentarios sagaces, solo esperaba que la leche de Gabo hiciera lo que tenía que hacer. De modo que, nosotros, es decir, yo, es decir, uno de los científicos que apoyó este experimento, tuvimos que masturbar al bardo caribeño y depositar el semen en la ranura seca de don Jorge Luis, por medio de la inseminación artificial.
El autor intelectual de Charlie Hebdo es un best-seller
Exclusiva Mil Inviernos
Atrapado autor intelectual de masacre en París.
Don Michel Houellebecq decidió tirarlo todo a la hoguera, incluido el Islam y Charlie Hebdo, después de una noche fogosa con dos marroquíes que le enseñaron que hay sexo más arrobador que el que él refería en sus partículas elementales.
En esa noche en donde el homosexualismo estuvo a pedir de boca, don Michel supo que para hacerse notar como algo más que un escandalizador de pueblerinos (producto de exportación número 1 de Francia) necesitaba pasar de la teoría a la praxis, es decir, de un mero charlatán a un profeta de los nuevos tiempos de anti-islamismo cool.
Jamás el mundo ha sido testigo de una campaña de autopromoción de las magnitudes hechas por don Michel. No en balde los asesinatos han ido en directa proporción con el volumen de ventas de su libraco y del pasquín envuelto en toda esta situación bochornosa. En Siria, Samir, un viejo amante de Michel ha confesado a Al-Jazeera, que el odio del escritor por el Islam tiene el placer loco que esos «jinns» han dado a mi cola.
Ahora se ha descubierto que el desamor de las Partículas elementales, tiene un lugar de origen: Alepo, la ciudad donde nació Samir, el amante que desgarró el recto del enfant-terrible de más de 60 años, que ahora se publicita como un ser deprimido cuando su cara no refleja sino la desesperación de no encontrar muchacho sunita o chiita que cumpla sus demandas buco-genitales.
¿A dónde parará este mundo loco? ¿Habremos de posternarnos todos ante la islamofobia de los maricas? Es hora de que el exterminio deje de ser excluyente. Aplique la igualdad, la fraternidad y la libertad. Sigamos los senderos del sida, no respetemos color de piel ni credo. Y por favor, démosle algún huérfano que haya escapado del estado Islámico a don Michel, porque dicen las malas lenguas que lamieron sus sobacos que la próxima novela será sobre sicarios paisas que dominarán el mundo junto a los islámicos y revivirán por medio de mitos vudús a Saladino.
William S. Burroughs: Cien años de marica
CIEN AÑOS DE MARICA
POR: PEDRO SÁNCHEZ MERLANO
Una meditación a propósito del siglo de William Burroughs.
Acosado por los inhaladores más profundos de mi asma tuve un sueño muy puro contigo:
Llegabas a la L como un tahúr de esos que salen en los westerns. En lugar de pistola traías jeringas. Cada una de ellas estaba sedienta de heroína y, también, cómo no, de heroinómanos. ¿Qué preferirías, pinchar heroína o pichar heroinómanos?
En la taquilla de Homero pediste pasta base de cocaína y te la metiste en la boca mascándola como el más grande beisbolista del mundo. Después la escupiste y, con una jeringuilla, succionaste el líquido hecho de tu saliva y de los escombros drogadictos para chuzarte el brazo.
Entonces vi al otro, al detective marciano, que venía convertido en una gigante flema en medio de la ciudad ardiente en llamas. Yo pensé, en medio del sueño, que me habían estafado con el bazuco, porque lo que estaba viviendo me tenía ya en un mal viaje, pero cuál mal viaje, si era el viaje a tu espacio interior, William. Estabas drogado de ti mismo, y lo que ocurría a tu alrededor no eran más que pormenores superfluos de tu desdicha.