El tour de la peste: diario del tour de Francia sin estar en Francia y sin Covid (por ahora). Día nueve.
PAU-LARUNS
Ganador de la etapa: Tadej Pogacar (Eslovenia)
Líder de la clasificación general: Primoz Roglic (Eslovenia)

Hoy se llega a la primera pausa del tour y los gestos de la carrera se ven con más detenimiento. Al llegar al último premio de montaña, en el embalaje, Pogacar volteó a mirar y casi choca con Primoz Roglic, el ahora líder general de la carrera; lo que hizo el joven esloveno se ha tomado como un acto de inexperiencia, la misma que fundamenta la sospecha de que no alcance a ser el mayor oponente de su paisano, nueve años mayor.
Salvo Egan Bernal, el campeón defensor del título, y Mikel Landa, que ya viene retrasado a más de minuto y medio del primero en la clasificación, nadie pudo seguir el ritmo de los dos eslovenos que, con esta primera pausa, son los que han salido mejor librados, al menos en los gustos expuestos en diferentes medios de comunicación.
Los demás competidores empiezan a sentir que sus límites no les permitirá pensar en el primer lugar y entraremos a una segunda semana donde aparecerá la resignación. ¿Cuántos lucharán contra Roglic? Se piensa en futuras y ocasionales alianzas que arrojarán una primera asociación: Ineos y Jumbo. Ambos quieren distanciar al jovencito Pogacar y luego, cuando la eliminación se dé, entre ellos definirán al ganador. Durante esta primera pausa, todo apunta a que Jumbo ocupará, con Roglic, el primer lugar, pero quedan varios días de competencia -si es que la peste deja-; y, en los equívocos que tiene el ciclismo, aparecen los trazados que los periodistas y analistas escriben en sus cabezas que luego contrastan con los que hacen los ciclistas.
Mañana, más que descanso, es probable que se sentencie la suerte de varios equipos; si dos integrantes de una escuadra dan positivo para el Covid, debe retirarse de inmediato. La eliminación no sólo se da en la carretera aunque, en ella, puede desencadenarse la contaminación. Ayer, en la subida al Peyresourde, los aficionados se acercaban a los competidores sin taparse la boca: miles de pequeñas partículas tocaron los rostros sudorosos de quienes subían en una bicicleta.
Los fanáticos de quienes queden fuera argumentarán alguna trama en donde personas asintomáticas y positivas fueron colocadas en las cunetas para esputar Covid. Surgirán thrillers víricos donde los positivos en el ciclismo, por primera vez, serán castigados con el destierro y les beneficiará más anunciarlos que ocultarlos. Si viene un embate de la peste, lo ocurrido hasta hoy será tan lejano como el tiempo de la “vieja normalidad”.