Un debate entre Chopra y Dawkins
Como en el clásico «Laura en América», en este evento, el presentador anunció con calurosa picardía el encuentro entre el reconocido biólogo-ateo militante Richard Dawkins y el médico-alternativo-espiritualista Deepak Chopra. Se dictaron las normas de manejo del tiempo en el debate y se instó al público para que abucheara o aplaudiera según sus gustos. Ocurrió en Puebla en 2013 y es un formato que debería imitarse; colocar a cada uno de los científicos y oponentes en espacios donde se salgan de sus calzones, se llenen de molestia y, por qué no, todo termine a los golpes. Estamos frente a un nuevo género de la divulgación científica y espiritual, un escenario donde la religión y las ciencias se divulguen con el contenido de vanidad y morbo suficiente para que los potenciales televidentes no se aburran y se atrevan a tomar algún candoroso partido. Los debates entendidos como peleas de gallos o competencias de caballos no son un patrimonio exclusivo de los analistas del fútbol, borrachos o políticos.
Un punto de inflexión es cuando Chopra le dice a Dawkins que ha firmado un pagaré en blanco en nombre de la ciencia y Dawkins está de acuerdo con ello: los mercachifles y sus metáforas (palabra que utilizan mucho al final del debate). ¿Hasta cuándo nos hipotecará el lenguaje la moral bancaria?