RAMBO: «Primera Sangre» de David Morrell, una novela dolorosa
En 1972, el escritor canadiense David Morrell publicaba a los 25 años su primera obra «Primera Sangre» con la que se consagraría y sería reconocido posteriormente como el «padre de la novela de acción moderna». Primero enseñada en colegios y universidades, daría el salto definitivo a la fama diez años después con la adaptación al cine de Acorralado (First Blood), más conocida como Rambo I y que daría lugar a una serie de películas dedicadas a la figura de Rambo. El personaje de Rambo alcanzó tanta popularidad que se encuentra actualmente en el top 5 de los iconos más reconocidos del género thriller, al lado de Sherlock Holmes, Tarzan, James Bond y Harry Potter.
«Primera Sangre» cuenta la historia de un muchacho llamado John Rambo cuando es encontrado en una estación de servicio por el jefe de policía de un pueblito en las montañas rocosas de USA. El policía decide llevar a Rambo fuera del pueblo y este se resiste a ser expulsado en tres ocasiones. Es cuando el jefe de policía llamado Wifred Teasle, al encontrarlo sospechoso y no entender los motivos del muchacho por quedarse en el pueblo, decide encarcelarlo hasta averiguar más sobre él. Al principio Rambo no ofrece mucha resistencia, aunque la idea de estar privado de libertad le activa dolorosamente el recuerdo de su cautiverio en Vietnam, atrapado por los enemigos; finalmente, cuando además de la amenaza de un período de prisión injusto (35 días) le tratan de obligar a cortar el pelo y la barba, el muchacho no soporta más y emprende una huída, desnudo, asesinando a un guardia joven y atacando a otro policía al salir de la estación. Roba una motocicleta y se refugia en las montañas rocosas. Allí Teasle inicia la primera búsqueda, con sus hombres, procurando no recibir ayuda de la policía de otros estados. Esta primera misión resulta en un colosal fracaso, en la cual se derrumba un helicóptero, se fulmina un grupo de perros y se masacran todos los hombres de los cuales el único sobreviviente es Teasle, quien ahora no añora sino un encuentro cara a cara con Rambo, para vengar a sus hombres y además, habiendo generado una extraña conexión con el muchacho, hacerle justicia a su muerte. Es cuando se reúne un segundo bloque de búsqueda integrado por todo un ejército de la Guardia Nacional, policías de seis condados y los usuales civiles aficionados a las armas y persecuciones que se inmiscuyen en estos asuntos. En esta segunda búsqueda acompañarán a Teasle a liderar las misiones un policía sobreprotector llamado Kern y el director de la escuela de Boinas Verdes, Sam Trautman, que será la persona que le ayude a Teasle a descifrar la personalidad de Rambo, su formación y sus antecedentes.
La novela sorprende por la fuerza -no solo el descomunal vigor de Rambo y la excesiva fuerza de los militares-, la fuerza narrativa que mantiene el sentimiento de aventura siempre despierto y la tensión alerta a todas las acciones que ocurren en la historia. Tiene el valor literario de estar contada desde dos puntos de vista, lo que genera una comprensión bilateral de la realidad de los personajes del libro. Además de fuerza, «Primera Sangre» posee una velocidad que para algunas personas, como el novelista de thrillers Steve Berry, establece un nuevo estándar de velocidad en la escritura de acción. Esto seguramente se debe al interés de Morrell por el estilo de Hemingway a quien investigó a fondo para la tesis de su maestría.
Un elemento sicológico que aparece reiteradamente en la novela es el de la paternidad, no como un rasgo positivo sino todo lo contrario, en su expresión más oscura y problemática. Wilfred Teasle desde el primer momento que ve a Rambo siente una aversión por su apariencia y una extraña atracción por el contraste con su juventud; al punto que nunca deja de pensar en él como «el muchacho», aún cuando sabe su nombre siempre será para él «el muchacho». La figura paternal para Teasle es compleja de por sí. Habiendo perdido a su madre desde muy temprano se aferró a su padre, a quien pronto también pierde, a la edad de los 11 años, quedando al cuidado del mejor amigo de su padre, Orval. Con Orval recibe una educación severa y cuando madura entra en conflicto con él, pues comprendemos que Orval nunca pudo tener un hijo y aunque, si hubiera deseado, hubiera podido establecer una relación de Padre e Hijo con Teasle, prefirió mantenerse como el amigo de su padre muerto que ocuparse completamente de él como su padre; y Teasle, sentía el despecho de no ser reconocido como hijo así que se reveló al viejo, que por otra parte, se sentía conmocionado al ver la irreverencia con la que le encaraba Teasle, una que nunca él pudo haber manifestado a sus propios padres. A pesar de todos estos roces, Orval era la figura paterna de Teasle, y cuando este decide invitarlo a la primera búsqueda, al reconocer su experticia en este tipo de misiones, resultaba inevitable que los sentimientos profundos salieran en la ilusión de intimidad que ofrece una fogata en la oscuridad en los hombres. Teasle, por otra parte, tenía sus propios anhelos paternales a flote. Recientemente se había separado de su mujer, Anne, precisamente al manifestarle sus deseos de convertirse en padre; al principio no recibió sino las burlas de ella, y cuando ella supo que la cosa iba en serio, se mudó despavorida hacia California.
Rambo también tenía traumas con su padre, pero estos no eran los que ocupaban principalmente su atención, ni los que definían su personalidad. En palabras de Trautman:
Quizás alguien que juegue al siquiatra podría desarrollar una teoría sobre respecto a que su madre murió de cáncer cuando él era muy joven, que su padre era un alcohólico, que trató de matarlo con un cuchillo y cómo se escapó de su casa a noche en que casi mata a su padre de un flechazo. Una teoría sobre frustración y represión y todo eso. Que no tenían suficiente dinero para comprar comida y tuvo que abandonar sus estudios secundarios para entrar a trabajar en un garaje. Sonaría muy lógico pero no querría decir nada. Porque nosotros no aceptamos chiflados. Los hacemos pasar por numerosas pruebas y él está tan equilibrado como usted y yo.
Pero ante todo, «Primera Sangre» a pesar de su apariencia de novela bélica y de acción, es una crítica a la sociedad norteamericana y a las guerras que adelantó Estados Unidos en otros países; en especial, es una denuncia a la guerra de Vietnam y la maquinaría norteamericana que fabricó ese nuevo tipo de desadaptados formados como máquinas de matar y que cuando terminaba la guerra los desechaba como armamento viejo. En la figura de Teasle estaba la personificación del veterano de Corea, una personalidad forjada a partir de viejas tácticas de confrontación, con fácil integración a la sociedad una vez terminada la guerra. Pero Rambo representaba todo lo que estaba mal en la nueva formación de guerra: era el mejor alumno de la escuela de Boinas Verdes, el más capaz de resistir las torturas de los enemigos sin traicionar a su propio ejército y, sin embargo, en su país no valía un centavo.
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