Diario del tour de Francia sin estar en el tour (día dieciocho)
Día dieciocho. Embrun-Valoire
Ganador de la etapa: Nairo Quintana
Líder de la clasificación general: Julian Alaphilippe
Ayer supuse que el vídeo de Movistar iba a ser lo memorable de este tour para ese equipo pero, como siempre, erré en mis premoniciones. Hoy todo ha cambiado: la manera como la escuadra intentó acortar la distancia que le había tomado Nairo Quintana en fuga, será uno de los elementos fulgurantes de lo que es la mentalidad estratégica de los Pitufos hispanoparlantes. Bueno, el vídeo es una prueba fehaciente del ridículo; lo que ocurrió hoy está más sujeto a las discusiones y perspectivas: hay quienes ven en el actuar de Movistar como un acto “fríamente calculado” – a lo Chapulín Colorado cuando alguna torpeza- para despedazar al Ineos pero se olvidan que el líder es Alaphilippe y la carretera se agota.
Algunos entendidos afirman que este tour cuenta con tres capítulos: el primero se prolongó hasta la contrareloj individual, el segundo terminó hoy en Galibier y el tercero culminará en París. Si nos atenemos a este orden de una historia que cuenta con veintiún partes-muchas de ellas soporíferas-, hoy empiezan a variar los nombres.
Esta perspectiva parece más un deseo que una realidad. Alaphilippe, mal que bien, sigue aguantando y la duda sobre su hundimiento crece a medida que la capital de Francia se acerca en el itinerario. Tampoco está de más que Pinot sigue al acecho y, por lo tanto, los franceses aún disfrutan del verano.
A este clima festivo ha ingresado el aficionado de Colombia. Muy variable, proclive a desfallecer con cualquier adversidad y a crecerse y olvidar la humildad de la que tanto alardea, el fanático colombiano se ha entregado al entusiasmo de que Bernal es el primero de los que, en teoría, son los aspirantes para llegar de amarillo a la última etapa.
Una tarde de verano con Nat King Cole
Nat King Cole fue uno de los primeros no hispanoparlantes que cantó boleros. Los susurraba y la música que trasuntaba sus frases semejaba el preludio de pesadillas devenidas en abandono durante las vigilias. Nat King Cole, en el verano de 1963, ofreció una presentación especial para el canal de televisión de BBC. Ese verano regresa, imprimiendo la impetuosa necesidad de caminar por una playa y evitar caer en la tentación de convertirse en un criminal.