Frag-O’Nardo  o la Sorpresa Ïntima. Por Luis Bolaños

El espaciopuerto se desenrollaba en un descomunal disco alrededor del ascensor espacial, repleto de puestos de intercambio, almacenes, comederos lujosos o modestos, kioscos, terminales, zonas de embarques y desembarques de pasajeros, equipajes y mercancías, muelles para llegadas y salidas, salas de espectáculos, talleres de mantenimiento, salas de muestras, patios de exhibición, etc. 

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Lo envolvía una bóveda inmensa y escalonada con cortes que permitía ubicaciones exploratorias variadas, así que las fui recorriendo en un paseo sosegado más continuo hasta que en una de las pérgolas me tropecé con un ejemplar joven que se parecía pero asimismo difería de los típicos Frag-O’Narienses.

Fue un encuentro de miradas intensas que por su calidad de sinceridad me predispuso y decidí contratarlo como guía&narrador, se llamaba Leconture-Fedgi; nos introducimos gusanos traductores por las fosas nasales y establecimos ante una pantalla un contrato de turista, que incluía un convenio de cierre: si me contaba una historia que conciliara lo original con lo extraño, lo insólito con lo bello le pagaría doble estipendio, si no el paseo y la guía serían gratis aunque alimentos, alquileres y gastos seguirían siendo mi responsabilidad, no obstante la amplia sonrisa que acompañó a la presión de su dedo corazón sobre la oquedad  recolectora auguró que ambos podíamos quedar complacidos.

 

Tras desplazarnos a velocidad controlada por el eje del ascensor gozando del paisaje abrumador de la caída fondeamos en la sección terrana que completaba la unidad espaciopuerto, era cosquilleante sentir que otra aventura se abría, empezamos a desplazarnos en piraguas  a vela-motor por los canales y en globos compactos por las redes aéreas, y mientras el guía le exponía los secretos de los cilindros alrededor de la ruta, le iba en simultáneo discurso entregando datos y anécdotas y de paso desgranando un acontecimiento histórico tras otro cual si ensartara semillas o joyas en un collar de palabras

Hacia tan solo unos 150 ciclos solares el planeta estaba dominado por una constelación o asociación de familias que repetían el mismo esquema de corrupción & militarización en cada ciudad, se suponía que el podestá de cada urbe era igual en poder a los demás, pero el de Ejjeq (donde se levantaba el ascensor) era el auténtico boss. 

Al arribo de una flotilla de piratas que solicitaban apoyo en reparaciones, el podestá tuvo la gentileza de invitarlos a su cilindro de placer, estalló una pelea y tras insultarse y amenazarse cruzaron una apuesta: uno de los miembros de la flotilla se introduciría en el harem palacio y ejecutaría una acción reconocible que lo probaría, si vencía no les cobrarían lo facturado, pero si perdía la flotilla le entregaría al podestá aquella nave que eligiera además de pagar la cuenta. 

Exultante, el tiranuelo se jactó de que sus mansiones eran impenetrables y ya que faltaban varios circunvoluciones para terminar las faenas en los talleres se aceptó su culminación como fecha límite para la incursión, aún no lo sabían pero ese sería el “Punto de inflexión por donde se salió y se ingresó a la nueva crónica” como dijo luego de las ocurrencias Nocultus, el recopilador de acontecimientos de la urbe.

Entre tanto Leconture-Fedgi acoplaba los componentes de las dimensiones del relato: Combinaba lo ambiental con lo artístico, lo ecológico con lo turbulento y así Frag-O’Nard lucía sus encantos. Enunciaba sus océanos someros y la regularidad con que emergían y se esparcían sus sistemas insulares, demostración de que era un planeta erigido y diseñado. Sus constructores no dejaron huellas reconocibles (pero si por lo menos en las dos lunas que le agregaron para órbitas sosegadas, quedando en una una especie de enorme grúa y en la otra un mosaico de chupones y cavidades que cubría una inmensa llanura y que servían para especular pero sin dilucidación de su propósito). 

Los registros sobre la biodiversidad eucariótica -la biogeografía y las comunidades bióticas lo corroboraban-, mostraban que las especies semiabisales eran inferiores en número a las de las capas superiores de los mares, indicativo de que eran sembradas para el equilibrio y la dinámica interespecie, sin embargo su utilidad real para regular los flujos de carbono ponía de relieve la sabiduría de los ignorados arquitectos quienes eran capaces de mezclar respeto por las especies y utilidad para su uso por moradores posteriores, por igual.

Levantadas sus ciudades en archipiélagos lacustres con canales y lagunajos como calles y plazas, eran ejemplo y lección de la convivencia de especies en ecosistemas frágiles ya que cetáceos variados surcaban las circuitos acuáticas con su alegre algarabía, saltos y ejercicios gimnásticos, aves variopintas semidomésticas que ya habían aprendido a depositar su guano en los islotes de recogida (atracción por color u otros medios) y a mantenerse en las rutas de vuelo designadas, así podían mostrar sus sutilezas y preferenciar sin interferir con el ornato.

Y en una voltereta retornaba al hilo conductor de la perorata, invocaba a Renn-Agar, el vocero de los piratas o apelaba a Litigrimi, el abogado de la Asociación para eviscerar la coyuntura y exhibir sus dimes y diretes, es así como penetra en el tema de diseño urbano para señalar el punto débil arquitectónico y en la arrechura de algunos de arremeter recio contra todo cuerpo femenino y cualquier pubis para tropezar con la falla humana

La arquitectura metropolitana marcaba tres caminos o figuras a seleccionar, además la ciudad posee dos sistemas de desplazamiento a considerar: canales con placas metálicas de roldanas para cerrarlos y/o obturar la visión, que se insertan en ranuras de los puertos familiares con el objetivo de desviar el tráfico o proteger la privacidad (responsabilidad de la sección administrativa) y redes aéreas sostenidas por las instalaciones: cables, poleas, canastas, etc. en la cúspide de las torres que eran el terreno de los equipos de seguridad de las unidades familiares: 

  1. los cilindros residenciales-familiares y los colectivos fueran de proser: producción y/o servicios. Existían regulaciones distribuitivas para que las familias pudieran recuperarse si se arruinaban o decaían, asimismo exenciones y subvenciones para los moradores de los colectivos siempre a punto de desbordarse pero sin alcanzar esa situación mediante los intercambios de excesos de gente entre urbes que los ralentizaban o disolvían; los otros métodos o eran sangrientos ya que implicaban enfrentamientos entre los edificios populosos hasta que se regularizaba la cifra de habitantes (enfrentamientos filmados y trasmitidos) o significaba remodelar el perfil de la ciudad al erigir nuevos colectivos rebanando las ganancias o estableciendo cuotas que los financiaran, algo que molestaba a las familias con mayores beneficios. 

Hay que agregar que se accedía a su interior sólo por los puertos abiertos sobre los canales y los nidales encaramados en las redes de cable-globo, aunque estos sólo brindaban acceso a contadas personas de la gestión diaria y la conducción prospectiva. Las familias poderosas prefieren cilindros con triple pared, interna y externa de mármol jaspeado transparente y una lámina de agua entre ambas (entra por orificios desde el canal, es tratada, y sube por capilaridad hasta la cúspide donde gracias a un truco con tornillos que sujetan una hojilla o pétalo vibrante que separa el agua que sube del agua que ahora cae por gravedad terminando por brotar al exterior; los cilindros inundados de luminosidad parecería que no guardan secretos pero las imágenes que se captan siempre están distorsionadas, así que nada de lo que crees ver es cierto. Los colectivos suelen entremezclar murales con caricaturas que con frecuencia cuentan fragmentos de historias, así que hay que permanecer atento para preguntar o intercalar dudas al guía.

b.los haces retorcidos de tuberías para producción y servicios, que impresionaban por su entrelazamiento y poderío (complementan lo actuado con los animales) y los ocasionales blocaos aislados (caudal relicto de la violencia esgrimida en el pasado por la asociación de familias) distinguidos con ventanas estrechas y arpilleras distribuidas de manera errática, todavía fuertemente artillados para control de multitudes y transeúntes trastornados.

  1. las aglomeraciones de pompas, globos y vejigas multicolores, parcialmente flotantes y/o sujetas mediante bloques perforados que fungen de cimientos y son la extensión sumergida de los negocios para comercio y arte, lo cual originaba arduos debates sobre si eran lo mismo (arte&comercio) con dos caras o si se podían diferenciar y gozarlas o retenerlas o apropiarlas en una infinita gradación de sus efectos o embebimientos sin separarlas pero sin obligarlas a mixturarse

En un periquete salta de pormenorizar la recolección de moluscos y algas para restaurantes y familias a lac onjugación de signos y rasgos de un personaje, por ejemplo Nocultus describe a Kamchan-Tal, la que logró la hazaña en la torre cilíndrica .así:

Sus enormes ojos almendrados hechizan, su piel aterciopelada difunde un resplandor interno, lo cual le otorga un toque de rosa a su bronceado, musculatura definida pero suavizada con una muy leve capa de grasa que la convierte en apetecible para mordisquitos y lameduras, piernas largas… larguísimas, con muslos potentes y pompis compacto y esférico, ensamblada a la perfección, sus redondeces y sinuosidades se replicaban y se correspondían en fluida resonancia gracias al sensual movimiento casi líquido que imprimía a sus miembros y cuerpo, piel que sugería una paleta de colores pastel, y sus ojeadas para examinar el entorno transmitían según fuera necesario sosiego o entrega o potencia; una pizca de inocente desconcierto en su mirada predisponía a la aceptación de su presencia y generaba una comunicación cálida y grata, asimismo el fogonazo que se escapaba de sus pupilas cuando agachaba la cabeza mientras reía indicaba una cuota de peligro no desdeñable que agregaba ingredientes misteriosos a explorar, un rumor parecía acompañarla, cual nimbo envolvente y sin embargo percutiente. 

Y persistía en explorar ramificaciones enriquecedoras ¿De dónde procedía Kamchan-Tal? Señalaba que Renn-Agar reveló a posteriori que cuando la presión bélica de las naves imperiales los obligó a internarse en el brazo de la galaxia hallaron planetas extraños, uno de los cuales los sedujo: Kam-Guroid, crepuscular, rocoso y bastante árido, con extensas llanuras herbáceas, habitado por una feroz variedad de féminas, quienes les permitieron reclutar a aquellas que tenían problemas para integrarse a la organización familiar y clánica. 

Según parece su evolución duraba ya siglos y siglos, se enfrentaron a tremendos predadores nocturnos, una especie de felino rápido y letal que incursionaba al amparo de la noche y tan eficientes que empujaron y llevaron la evolución de las Kams al salto instantáneo como método para defenderse; ellas elegían un punto a cierta distancia de su dormidero hacia el cual saltaban casi telepáticas apenas se iniciaba el zafarrancho, llegaron a memorizar tres o cuatro lugares, que recorrían con saltos en sucesión alejándose del peligro hasta un lugar previamente elegido para reunirse tras la escapada: Apenas pudieron exterminaron a su superpredador y reinaron sin obstáculos.

A los machos pequeños y que apenas les llegaban a la cintura los dejaban atrás en los ataques nocturnos y cuando era de día montaban emboscadas donde eran los cebos; no eran brillantes pero si salaces, por eso siempre hurgaban en los pliegues de los labios menores y lengueteaban el enorme clítoris de las Kam con la esperanza de un coito, pero a medida que los felinos eran liquidados disminuían en número al ser necesaria sólo la tasa de reemplazo para la variabilidad genética. Sociedad en lo fundamental femenina, y como los varones requerían de bastantes cuidados, apenas pudieron prescindir de ellos se dedicaron a la gestación in vitro y el crecimiento de fetos en piscinas. Los que perduraban detentaban un valor cultural y nostálgico, pero no esencial.

Cuando evolucionaron les quedaron piernas larguísimas, muslos potentes, nalgas en armonía y poseían un par de capacidades adicionales, la cola larga y gruesa como dildo, fortalecida funcionaba cual órgano independiente y el clítoris que llegó a convertirse en una especie de manito que hasta podía empuñarse y abrirse (pliegue y repliegue era el nombre del juego con que se estimulaban las Kams), así que era frecuente en las visitas de los piratas hallarlas enzarzadas ya fuera con las cabezas juntas o colocadas en oposición en acrobáticas conjunciones. 

Comprobaron que el grupo de reclutadas fueron con frecuencia la baza de la victoria en las batallas cotidianas de los piratas Con la ayuda del equipo médico y de la ingeniería genética y otros instrumentos y técnicas consiguieron que los machos gestados en las naves conservaran la cola, cultivando una regresión. Las Kams eran especiales: su feroz letalidad, llevó a que luego se dijera de ellas que eran indetenibles porque se desplazaban a saltos que las tornaban invisibles.

Hay que contar como siempre con el azar, alejadas de la zona vibrante de vida hacia el centro de la galaxia pero lejos del super agujero negro que la atraviesa galaxia intervino y las colocó en un momento particular de su camino evolutivo en la ruta de los piratas cósmicos, ese encuentro tuvo repercusiones que agregaron elementos tecnológicos, capacidad de viajes FTL por burbuja, manipulación de dimensiones y otras, esa expansión anima a explorarla por las implicancias que congrega y las proyecciones que esboza, a tal extremo que podría originar otra investigación.

Sin embargo, retornando a tierra firme, repetiré que a su arribo los piratas contrajeron una deuda por las reparaciones que superaba el valor de los materiales intercambiables y divisas que podían ofrecer para pagarla; conociendo la arrogancia del podestá lo envolvieron con astucia en una discusión y una vez cuando la efervescencia de la discusión presionó hicieron una apuesta: una de sus naves entera con su burbuja de Alcubierre-White si una persona de su tripulación lograba ingresar y tener sexo con las mujeres del harem del podestá de la ciudad-madre que se encontraba al pie del ascensor espacial y no una de sus urbes vasallas, como quizo en un primer instante; entretanto los piratas decidieron cual de las canguroides, la más avezada y audaz, llevaría a cabo la incursión, parecía que apuntaban a sacrificar a un peón para arrasar el tablero, por eso Nocultus desliza la idea de que los piratas actuaron como ingenieros sociales desencadenando una revolución como desmigajaré más adelante, agrego Leconture-Fedgi . 

Para contribuir a la prevención y hasta a la asepsia era usual que el trío de cerberos que ingresan a un turno de vigilancia compartieran una hetaira, la cual arribaba por globo directo al nido. El plan bosquejado por los piratas se apoyaba en esos dos factores que confluían: fue fácil interceptar el pedido para sustituir la hetaira. Los cerberos le abrieron las puertas y la recibieron con alborozo, llenaron sus tres agujeros con furor y la regaron con generosidad hasta el agotamiento, empero fue el gatillo para que Kamchan-Tal exhibiera sus poderes y desenvolviera su armamento, los convenció de que uno a uno les daría algo que no esperaban y así pronto estuvieron inmovilizados y atados.

Ingresó al serrallo y bastó que se mostrara elástica y tierna, resistente pero mórbida y siempre sensual y palpitante para que convenciera a las que encontró en la primera alberca de probar algo nuevo, Almoja-Bana quien amaba las novedades se prestó a participar en el espectáculo prometido y recibió una doble visita, el clítoris y la cola en simultánea, órganos que además se frotaban y masajeaban a través de los epitelios en contacto, en un delirio rítmico con música de gemidos, los orgasmos se precipitaron, ver y desear se conjugaron y pronto desmadejadas una tras otra caídas al costado de la piscina fueron servidas una segunda ocasión, durante la cual Kamchan-Tal escaneaba sus bustos y sus tafanarios, fueron 22 mujeres y un mir-dacher, hombre que servía  como hembra cuando el podestá quería una segunda opción. Se retiró en silencio, mas las mujeres quedaron conmocionadas y dispuestas a nuevas aventuras.

Los piratas alquilaron el mayor anfiteatro en Ejjeq y expusieron los escaneos tridimensionales de las mujeres del harem del podestá, la noticia se esparció y cayó como semilla seleccionada en terreno fértil, las multitudes al inicio provenientes de los sectores carenciados y luego sin distinciones de clase se congregaron y el resultado fue relámpago, también sinfonía y las mujeres tomaron edificio a edificio con el ingrediente cariño y acompañadas por los hombres y el régimen cayó, el efecto fue saltando de urbe en urbe y antes de la partida de los piratas se organizó una fiesta de despedida, Kamchan-Tal se quedó con  Almoja-Bana constituyendo una familia, recordar el levantamiento de las mujeres que se llenaron de valor y asediaron y atacaron a las grandes familias quebrando el sistema opresor es una epopeya, es cierto que no lo cambiaron todo, pero si lo suficiente para que desde entonces transcurrieran por otros carriles las vías de la sociedad

Culminamos la gira turística en una de las tantas playas ubicadas con aparente desgaire entre las torres cilíndricas y que dependían de las administraciones de las edificaciones para su mantenimiento e higiene, por lo general desplegadas sobre bancales donde competían arbolillos frutales retorcidos cargados de globitos rosados, blandos y algodonosos y cañas delgadas anaranjadas que chocaban rumorosas, lo cual propiciaba innumerables rincones siempre a pocos pasos del delicado oleaje, al abrigo de curiosos o drones filmadores; desplegué una toalla gruesa, inmensa, en la arena, me acomodé de lado proyectando el nalgatorio y contemplé a Leconture-Fedgi quien extrajo de su bolso un artilugio que manipuló convirtiéndolo en un mueble ancho y celeste en forma de seta, allí se sentó y empezó a realizar ejercicios similares a los del Yogisto, antes de que una retroinyección de mis propias endorfinas desvanecieran el ligero cansancio, fruto de las caminatas en los lugares visitados, dejándome alerta, entonces me ocurrió algo que selló el episodio. 

Le pregunté porque me parecía que el suyo no era un guión sino el recuento vívido de una experiencia quizás temprana, miró hacia una tropilla de nubecillas que cruzaban la playa y explicó que acertaba, que creció disfrutando crónicas y fábulas que sintetizaban las distintas historias familiares y que se exponían en detalle, durante las dilatadas sobremesas tras los meriendas tardías de los días festivos, que marcaban los finales de ciclos (recordemos que en el planeta reina un eterno verano benigno apenas interrumpido por temporadas de lluvias un par de veces en su órbita anual); las mismas se repetían una y otra vez enriqueciendo los detalles y puliendo las incongruencias hasta que brillaban cual ascuas, desde el perchadero de la terraza-mirador repleto de aves ruidosas en algarabía, contemplábamos el paisaje a través de los amplios ventanales y recorríamos planteamientos y argumentos, engarces colaterales y casualidades, logrando que la historia sonara cada vez más fluida, en realidad no sabíamos si la mejorábamos o la inventábamos, lo cierto era que funcionaba y se enroscaba en nuestras neuronas tal cual si fuéramos sus protagonistas.

Se inmovilizó y cayó una cortina de silencio, quizás pestañee y durante un momento fue visto y no visto, escuché un susurro en la caracola de la oreja derecha que musitaba: ¡Ella fue mi abuela! mientras su cola poderosa, dominante, instantánea, invadía mi intestino.

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