Paranoia: Plastic Planet (2010)
¿Han intentado contar cuantos objetos que tienen a su alrededor contienen plástico? Intenté hacerlo y al final, para mí fue más fácil encontrar objetos que no lo contuvieran. Todo está hecho de plástico o contiene plástico en alguna de sus formas. Cerca del 4% del producido total de petróleo del mundo se destina para hacer plástico.
El Documental Plastic Planet de Werner Boote (2010)** abre con una simple afirmación: “there isn´t any untouched nature on earth anymore”. Se refiere a que los seres humanos hemos llegado a todos los rincones del planeta y no existen más tierras vírgenes. Además según Boote todos los lugares del planeta están colonizados con plástico. Lo hay en todas las superficies de la tierra, en los desiertos, en el mar, en las barrigas de animales como los pájaros y los peces quienes lo comen al confundirlo con semillas o con plancton y así mueren con el estómago destruido. La proporción, según el documental de plástico a plancton es de 60 a 1.
Hemos pasado por las edades del cobre, del bronce, del hierro y ahora del estamos en la Era del Plástico. El plástico fue la respuesta a la necesidad de encontrar materiales más flexibles y más durables diferentes al metal y a la madera. Lo tenemos en casi todos los objetos que utilizamos. El plástico está incluso en nuestra sangre. Las últimas bodas que las parejas casadas deberían celebrar serían las de plástico, ya que el plástico dura prácticamente para siempre.
El panorama planteado por el señor Boote es desalentador, no solo en lo que se refiere a la contaminación producida por el plástico, sino también en lo que tiene que ver con los efectos del plástico en la vida de los seres humanos.
Inicialmente el señor Boote hace un recorrido por el mundo intentando ver cómo se hace el plástico. Intenta saber cómo se pasa desde su materia prima, el crudo, hasta llegar a sus formas finales en botellas, teteros, biberones, juguetes y contenedores. Lo que descubre es que nadie está dispuesto a revelar la forma en que el plástico se hace y nadie quiere comentar con que químicos es que este proceso se realiza ¿por qué?
Posteriormente descubre que, primero, según médicos e investigadores cuando el plástico es nocivo huele raro, mal, o sea que si uno compra un producto hecho de plástico y huele a algo es dañino. Y segundo, descubre que a pesar de eso, el plástico es en sí un material no benéfico para la salud humana. Cuando empieza a envejecer y a desgastarse –cuando comienza a tomar su apariencia lechosa– libera sustancias cancerígenas que nosotros olemos, comemos y bebemos durante los 500 años que dura su degradación. Boote descubre que estas sustancias estas asociadas con la obesidad, con el cáncer, con la infertilidad.
Con el documental el señor Boote no intenta acabar con la industria del plástico ni satanizar su uso. Esto es imposible, tanto como deshacernos de todo el plástico que ya consumimos. Sin embargo el documental logra poner en evidencia ciertas situaciones que son inquietantes: el plástico es aparentemente perjudicial, pero nadie no sabemos por qué la industria no reacciona o ha reaccionado lentamente ante estos evidentes peligros. Nosotros los consumidores tampoco hemos reaccionado para modificar nuestros hábitos de consumo ni exigir a los productores materiales menos contaminantes o perjudiciales. Así mismo, ni los productores ni los consumidores tenemos claro que es lo que vamos a hacer con las montañas de plástico que producimos y consumimos a diario. Hasta ahora continuamos amontonándolas en mares y desiertos.
** El documental puede ser visto en este enlace:
http://www.filmsforaction.org/watch/plastic_planet/
** Y también se puede descargar desde este enlace: