Fantasías etílicas de ayer y hoy presenta: Tom Waits for No One
Una noche de copas en Hollywood propició el delirium tremens de Tom Waits. Bajo las estrellas radiantes una aparición, una sensual bailarina interceptó la danza tambaleante de Waits y con ella trajo cinco cámaras que en seis tomas y 13 hora de video y embriaguez fueron editadas en un corto de 5 minutos y medio que luego se convirtió en una animación en rotoscopio.
Un total de 5.500 cuadros de la borrachera de Waits fueron capturados, vueltos a dibujar en tinta o a mano dentro de acetato de celulosa. El sueño alcohólico fue producido por Lyon Lamb Video Animation Systems y dirigido por John Lamb. El corto fue creado para el mercado naciente de MTV. Pero por su carácter erótico este video nunca salió en el canal y fue sumido en la oscuridad del sueño en que cayó Tom Waits después de despedirse de su fantasía.
La canción que canta como una golondrina borracha Tom Waits es «The One That Got Away» y la modelo que personificó los sueños tristes fue Donna Gordon, pero para Waits su nombre sobra, como todo intento por nombrar algo que siempre es distante.