Star Wars a juicio
Es típico que al hablar de Ciencia Ficción la primera imagen que viene a la cabeza de muchísima gente es la famosa película Star Wars. Parecería como si gustar de este género inmediatamente implicara una vinculación con esta subcultura emergente de la serie creada por George Lucas. No obstante, y aunque para muchos resulte extraño, se encuentran muchos fanáticos del género a los que la franquicia Star Wars poco les interesa, o los devotos del género que realmente se encuentran enfadados por la influencia de la popular serie en el imaginario colectivo sobre la Ciencia Ficción.
Este último es el caso del escritor canadiense Robert J. Sawyer, galardonado con los prestigiosos premios de Ciencia Ficción, Hugo y Nebula, quien en un discurso «Una galaxia muy muy lejana… mi culo!» acusó las películas de Star Wars por haber entorpecido a los seguidores de la CiFi y quitarle el prestigio al mismo género en el momento de restarle la carga política que originalmente tuvo.
Algunos seguidores de Star Wars respondieron a Sawyer manifestándole que George Lucas nunca había tenido la intención de que su franquicia fuera considerada como Ciencia Ficción y que, previamente, realizó un destacado trabajo en el género con su primer largometraje llamado THX 11. Sin embargo, aunque esta respuesta sea cierta, no deja de ser evasiva; puesto que aunque Lucas pretendiera negar la clasificación, lo cierto es que nunca pareció incómodo por ella, ni la efusión que esta causó en los fanáticos del género; como tampoco se puede negar la asimilación por parte de la cultura popular del filme con el género. Ya era un hecho: Star Wars había masificado, si no la Ciencia Ficción, una idea sobre ella.
En relación a este debate, la editorial Smart Pop ha publicado un libro «completamente no autorizado» sobre Star Wars llevándolo a juicio, por parte del célebre novelista David Brin como acusador y Matt Stover, otro escritor del género, como defensor. Se han llamado a testimonio otros reconocidos autores de Ciencia Ficción, entre ellos Kristine Kathryn Rusch, por descargos (por parte de la defensa), y Nick Mamatas por cargos (por parte de la fiscalía). Los cargos por los que se acusa a Star Wars son tan apasionantes como: «Las políticas de Star Wars son antidemocráticas y elitistas»; «Las novelas de Star Wars son substitutos pobres de la verdadera Ciencia Ficción»; «Star Wars ha estupidizado la percepción de la Ciencia Ficción en el imaginario popular»; y «Las mujeres en Star Wars han sido retratadas como débiles».
Este libro se puede conseguir en edición para Kindle en el siguiente enlace:
Una aproximación centroamericana al problema la ha brindado el filósofo nicaragüense Gustavo Fernández de la UNAH, en su libro Epistemología de Los Wookie, quien propone analizar el personaje de Chewbacca desde la perspectiva del silencio del primer Wittgenstein. Sobre este libro no hay enlaces, solo desenlaces tristes. Como Han Solo le confesó a R2D2 y C-3PO, tras la muerte del sabio piloto:
Te quiero Chewie. ¡Debí habérselo dicho yo mismo! ¡Él salvo a mis hijos! ¡Él siempre estuvo con ellos, él murió por ellos! Y nunca se lo dije.