Amor para Charlie Hebdo
El semanario satírico francés Charlie Hebdo, ha sufrido un ataque que ha dejado al menos doce muertos, entre ellos el director, Charb, y tres dibujantes del medio, Cabu, Wolinki y Tignous.
Citando a Albert Camus: «Hay causas por las cuales vale la pena morir, pero ninguna por la cual valga la pena matar». Y ni siquiera creo que ofrecer un espacio para el humor, la crítica irreverente, sea una causa por la que valga la pena morir, pero un mundo que no ofrezca un lugar para la sátira y la burla, bajo la amenaza de ser asesinado, no merece tampoco la pena existir.
La comunidad musulmana ha reaccionado, rechazando esta ataque de facciones extremistas, y algunos han manifestado que esta acción ha sido incluso más insultante para ellos que cualquier caricatura.
As a Muslim, killing innocent people in the name of Islam is much, much more offensive to me than any cartoon can ever be. #CharlieHebdo
— Iyad El-Baghdadi (@iyad_elbaghdadi) January 7, 2015
Pero este post no pretende unirse a las voces llenas de odio que claman venganza, ni mucho menos aquellas que generalizan en contra de la religión, o la sociedad árabe. La mejor forma de predicar la libertad es practicarla. Así que esta es una invitación a burlarse de esa gente minoritaria que se considera «intocable», que el humor blasfemo florezca, que la provocación arrastre la autocensura, y el amor sea más fuerte que todo el odio del cosmos.
De otro modo las caricaturas quedaría convertidas en esto que plasmó el caricaturista Robert Mankoff en septiembre de 2012:
«Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír». George Orwell