La última aparición de Borges
Pocas veces J.L. Borges estuvo tan dicharachero como en el último reportaje que le hicieron en la televisión argentina (Junio de 1985). Sonreía como un niño ya que pronto iba a morir y, por fin, habría algo nuevo. Recordó el juicio final que se le presentó justo después de que una mujer lo abandonó y mostró su báculo, con la alegría que ni siquiera un Papa recién nombrado tiene. Se sintió aliviado porque ya no tenía una sola muela que le hiciera volver al odontólogo y aludió el cuento que estaba escribiendo (llevaba dos páginas): la historia se desarrollaría pocos días antes de la revolución libertadora del 55 cuando unos conspiradores deciden excluir a uno de ellos quien, al final, entiende que lo sacaron porque sabían de su cobardía pero lo siguieron queriendo, entonces se establece una relación entre el cobarde y los que han muerto en la lucha, sería una historia de amistad en la que también habría lluvia, uno de los rasgos distintivos de ese septiembre.