El calculador de sus suicidios
Bill Thomas se fotografió matándose de diversas maneras. Todas ellas como si fueran calculadas por un cazador que no quiere dejar escapar a su víctima: El depredador es Bill Thomas y su presa es Bill Thomas. Le coqueteó a la muerte que no halló cuando, en 1959, hubo una masacre en la escuela donde estudiaba.