Cartas a los niños de la biblioteca pública de Troy, firmadas por Dr. Seuss, Isaac Asimov, Ben Spock y Neil Armstrong
Felicitaciones por la nueva biblioteca, porque esta no solo es una biblioteca. Esta es una nave espacial que los llevará a las regiones más apartadas del Universo, una máquina del tiempo que los llevará tanto al pasado como al futuro más lejanos; es una profesora que sabe más que cualquier ser humano, una amiga que los asombrará y consolará — y ante nada, un portal, para una mejor, más útil y feliz vida.
Esta fue la carta que dirigió el escritor Isaac Asimov a principios de 1971 a los niños beneficionarios de la apertura de la biblioteca pública de la ciudad de Troy, en Míchigan. La de Asimov fue tan solo una de las respuestas a una solicitud escrita por la bibliotecaria Marguerite Hart, destinada a más de una docena de celebridades de la época para que con sus palabras pudieran incentivar a los niños al uso de la biblioteca y, asimismo, les compartieran la importancia y gusto por los libros y la lectura. Entre las personas que contestaron a esta solicitud, estuvieron la primera dama Pat Nixon, hasta el gobernador de ese entonces de California, Ronald Reagan; también contestó Clifton Wharton, Jr., primer afroamericano en ser presidente de una importante universidad en los Estados Unidos, la Michigan State University; desde el editor de Cosmopolitan hasta el actor Vincent Price; y otros escritores, además de Asimov, como el pediatra Ben Spock y el famoso ilustrador infantil, mejor conocido como Dr. Seuss.
El día en que Neil Armstrong se hizo astronauta
El 17 de Septiembre de 1962 a las tres de la tarde Neil Armstrong fue notificado en su selección como nuevo astronauta de la NASA. Esta noticia fue un secreto que los padres del primer hombre que pisó la luna revelaron en el programa «I’ve got a secret», realizado el mismo día en que Neil fue seleccionado. Todo Estados Unidos se enteró del comienzo de la carrera de uno de los exploradores más grandes del siglo XX, sin que aún supieran que ese hijo que hacía sentir orgullo a sus papás, encarnaría el sueño de quienes, desde lejanos tiempos, visualizaron viajes espaciales. Al final del segmento donde intervienen los padres de Armstrong, el presentador le pregunta a la madre cómo se sentiría si su hijo fuera el primer hombre en pisar a la luna; ella le contesta: «Sólo diría que Dios lo bendiga y que le deseo la mejor de las suertes». Hoy Neil ha muerto y nada en el mar de la tranquilidad, donde su mami lo ha esperado.