El prólogo a lo nunca visto de Macedonio Fernández
Las palabras de Macedonio Fernández irradiaron los trabajos rubricados con dos de los nombres argentinos más mencionados: Las alusiones a empresas literarias desbordadas que hace Borges, y las testativas humorísticas de Cortázar. Fernández el macedonio, como le decían con ironía muchos de sus compañeritos abogados que circulaban por los grises tribunales de Buenos Aires, no perpetró una novela futurista- siendo para siempre futura-, cuyo prólogo reproducimos:
Prólogo a lo nunca visto
El género de lo nunca habido, el de tan frecuente invocación, lo sin precedentes, será estrenado, pues él mismo nunca existió, nunca hubo lo nunca habido, en el corriente año y como es justo en Buenos Aires, la primer ciudad del mundo (viniendo del campo inmediato), la única ciudad que se presta para conclusión de una vuelta al mundo empezada en ella y lo mismo para concluir las empezadas dondequiera, como lo han descubierto sucesivamente varios inexorables circundantes terráqueos, con vuelta al mundo anunciada partiendo de Berlín o de Río de Janeiro, que se consumó, sin ostentación indiscreta para este tramo, queda y quedamente con desprecio de todo lo demás de andar, en las calles, tranvías y empleos públicos de Buenos Aires, con casita, casamiento, prole, lo que tiene tanta redondez y heroísmo como la ejecución del furioso anuncio de dar toda la vuelta.
Piglia y su película sobre Macedonio Fernández
Fuente: http://enriquepagella.blogspot.com
Ricardo Piglia ha decidido convertirse en un nuevo Borges; desde hace un tiempo aparece en programas de televisión y suplementos culturales en los que establece directrices para la construcción del «canon» de la literatura argentina (una de las palabras que más se repiten en cualquier publicación que tenga algo que ver con la literatura, en Argentina, es «canon»). Esta empresa ya era evidente a mediados de los noventa, cuando hizo la película sobre Macedonio Fernández: