Un clásico sin final feliz: Adiós a las armas de Hemingway

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Uno de mis propósitos de año nuevo para 2014 fue leer por los menos dos libros de Ernest Hemingway. Decidí hacerlo porque siendo uno de los narradores más afamados del planeta yo no me acordaba de nada que hubiese leído de él o sobre él. Tampoco recordaba nada sobre El viejo y el mar, libro que leí en el colegio, ni tampoco sobre él ni su vida personal. Entonces me fui lanza en ristre a mi librería de usados más cercana y compré Adiós a las armas. Así cumplí con el 50% de uno de mis propósitos y el resultado fue una tarde de depresión por el final del libro: “Y volví al hotel bajo la lluvia”.

Quedé sin ganas de vivir. Aquellos que lo han leído tal vez entiendan por qué me sentí así. Creo que estamos acostumbrados a recibir historias con finales felices, muy seguido vemos amantes triunfando sobre la adversidad, o pobres que se convierten en rico sobrepasando obstáculos. Pero la vida no siempre es así: las relaciones se acaban y el amor no funciona, las personas desaparecen y mueren, hay guerras, injusticia y hambre. Sin embargo, a pesar de saber eso no puedo negar que esperaba que al final después de tanta guerra e invierno –escenas de la primera guerra mundial exquisitamente narradas por Hemingway en parajes europeos– sucediera algo bueno. Pero al final “volví al hotel bajo la lluvia”.

A pesar de que este sea uno de los finales más tristes que haya leído, no puedo tampoco estar totalmente decepcionado. La vida no se trata de finales tristes ni felices, incluso a veces no existen cierres ni finales y le toca a uno quedarse viendo un chispero y sin respuesta. Sucede lo mismo en la literatura.  Además el final de Adiós a las armas, es uno de un grupo de finales escritos por Hemingway para el romance entre el conductor de ambulancias americano y la enfermera británica. El autor escribió cuarenta y siente finales que iban desde una o varias oraciones cortas hasta varios párrafos. Los cuarenta y siete finales fueron preservados en la colección Ernest Hemingway en la librería Presidencial John F. Kennedy y en el museo de Boston hasta que, en 2012, se incluyeron en la última edición del libro publicada por Scribner.

Del triste romance del libro de Hemingway –basado en las propias experiencias del escritor en las campañas de Italia durante la Primera Guerra Mundial– también se han hecho adaptaciones teatrales y películas. Dos de las adaptaciones más importantes fueron una película realizada en 1932 y una de 1957. Las dos se pueden ver a continuación:

A Farewell to Arms (1932)

Adios a las armas (1932) doblada

A Farewell to Arms (1957)

@loloelrolo

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