La exploración de Islas Caballo
En «Islas Caballo» la imagen, la palabra y la música retornan al origen que, alguna vez, Antonin Artaud buscaba con el teatro (por eso él pensaba en el mugido de una vaca como anuncio de la seducción y en el aullido de una mujer en celo como el frenético bascular de una ambulancia). En cada sonido el universo renace y el tiempo, como en el último trabajo que «Islas Caballo» ha publicado, es más complejo que el intrincado laberinto tejido en el siglo veinte: Un conglomerado de puntos que no se suceden y donde el pasado y el presente están contenidos en el futuro y ese futuro se contiene en el presente y pasado, disparándose la posibilidad de lo eterno. Este último trabajo corresponde a una relectura y reinvención del poema de T.S Eliot, Burnt Norton. A continuación podrán apreciar los trabajos de esta agrupación conformada por Mateo Hernández y Mateo Goycolea: