Bela Lugosi llega a la mayoría de edad
Bela, Bela, hoy llegaste a los 18 años. Ya llevas la capa que te hará el caballero de las noches del Cárpatos. Tus ojos saben tu destino de criatura de ultratumba. Para ello deberás transitar un camino de vulgares películas en Norteamérica, y un tour de force por sanatorios y servicios fúnebres. Te reirás hasta cuando pierdas el último diente, vacua es la vida, vana es la sangre que nunca ruborizó tu cadavérico rostro. Bela, Bela, le arrancaste flores a la muerte porque tu influjo no es de este reino.
Criswell:
El dolor por la muerte de su esposa se volvió en una agonía más grande y más grande. La casa que tuvieron, por tanto tiempo compartida entre ambos, se volvió una tumba. Una dulce memoria de su alegre vida. El cielo que ella alguna vez había visto, ahora era solamente una cubierta de su cuerpo muerto. Las flores por siempre hermosas que ella plantó con su propia mano, se volvieron nada más que las rosas perdidas de sus mejillas. Confuso por su gran pérdida, el viejo dejó la casa, para nunca más volver.