La fotografía de Nereo

Por Siana González

Nereo nace en Cartagena en 1920, queda huérfano a temprana edad y por cosas de la vida, también a temprana edad, termina con la cámara de su amigo Hernando Franco Bossa en las manos, después de que este último le pidiera que se la guardara. Una cámara alemana de fuelle Agfa; tanto le llamo la atención el aparato, que le pidió a un amigo, dueño de un almacén de artículos fotográficos en Barranquilla, que le enseñara cómo utilizarlo. Así empezó Nereo a tomar fotos, a retratar aquella actualidad y a ser un autor presente y activo de su época. Trabajó para la revista Cromos en el año 57 e hizo parte del grupo de Barranquilla, junto con Alejandro Obregón, Alfonso Fuenmayor, Álvaro Cepeda Samudio, García Márquez , Enrique Grau, entre otros y fue el relator fotográfico del tan aplaudido nóbel de García Márquez en 1982. Sus premios nacionales e internacionales han sido un reconocimiento importante para Colombia puesto que Nereo la relata a través de su trabajo. En el año de 1952 gana el premio Kodak con la foto Balcones de Cartagena, la cual fue expuesta en tamaño gigante en Nueva York.

Nereo no solo se quedó con el trabajo analógico, Nereo incursiona el el mundo de la tecnología, manipula la fotografía por medios digitales, utiliza colores, transformaciones y crea la Transfografía.

Aparte de esto, Nereo es además, uno de los colaboradores de la única película con tema surrealista que se haya hecho en Colombia: en 1954, junto con Álvaro Cepeda Samudio y una idea de García Márquez:

Cepeda le contó la idea de hacer una película sobre la historia de un «gringo» que llega a un caserío de pescadores con una maleta llena de langostas. Una de ellas es azul, con poder radioactivo, y el misterioso visitante la coloca sobre un estante. En un descuido, sin embargo, un gato vagabundo se la roba y motiva la alarma general hasta que se ofrece una recompensa para quen la encuentre. Por supuesto la comunidad se moviliza en la búsqueda, mientras la cámara sigue los pasos de sus protagonistas, mostrando la vida doméstica de los habitantes del corregimiento de La Playa, cercano a Barranquilla. Al final, un viento huracanado arrasa felizmente con la langosta atómica y suscita el júbilo de todos.

Cepeda era el encargado de la logística de producción; Nereo, a su vez, aportó 600 pesos para comprar la película y prestó el trípode. *

Del 10 de mayo al 15 de junio, la Biblioteca Luis Ángel Arango expone su trabajo; la entrada es totalmente gratuita. Aquí podrás encontrar la cronología de Nereo López.

Algunos de los trabajos de Nereo:

*Márceles Daconte, Eduardo. Nereo López, testigo de su tiempo, en: Vida y obra: Semblanzas. Patricia Torres y Tatiana Grosch. Ministerio de Cultura, Bogotá, 2003.

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