Tag Archive | personajes odiosos

Cómo crear personajes odiosos (caso Dr House) según Dylan Thomas

Dr House es tal vez el personaje más acartonado de las series de tv, tomando un viejo modelo del que ya Dylan Thomas se había sabido burlar.

1000px-House_logo.svg

dylan1

 

Hasta ese contrato, nunca había pensado Cribbe en escribir una novela. Pero sin desanimarse ante el hecho de no saber distinguir a la gente – el mundo es para él una amorfa masa indiferenciada, con la excepción de algunas celebridades y de sus jefes en el departamento, pues nada de lo que pueda decir o hacer la gente le interesa si no se relaciona con su carrera literaria-, no desanimándose tampoco lo limitado de su invención, comparable a la de una ardilla o una rueda de molino, se sienta en una silla, se remanga la camisa, se afloja el cuello, aprieta bien la pipa y se pone a estudiar fervorosamente la mejor manera de alcanzar un éxito comercial sin tener talento alguno. Pronto llega a la conclusión de que las ventas rápidas y las famas efímeras sólo llegan de la mano de novelas con títulos fuertes como Dispuesto a todo o Los dados de la muerte, de novelas proletarias que tratan de la conversión al materialismo dialéctico de chicos de la calle, con títulos del tipo de Lluvia roja para ti, Alf, o de novelas como Melodía en Jauja, con un oscuro protagonista ligeramente cojo llamado Dirk Conway y la historia de su amor con dos mujeres, la lasciva Ursula Mountclare y la pequeña y tímida Fay Waters. Y en seguida descubre, en las orgullosas revistas de circulación mensual, que las ventas menos importantes resultarán de novelas como El zodíaco interior, de G. H. Bidet, despiadado análisis de los conflictos ideológicos que surgen entre Philip Armour, físico impotente de fama internacional, Tristram Wolf, escultor bisexual, y la virginal, exótica y dinámica esposa de Philip, Titania, profesora de Economía de los Balcanes, y estudio de cómo personajes tan altamente sensibilizados -con el perfume de la era postsartriana- se relacionan mientras comparten un trabajo por el bien de la Existencia, en una clínica de la Unesco.

Dylan Thomas, en El visitante y otras historias. Club Bruguera. 1981: 145-146

Publicado originalmente en Journal Malédiction.