El teatro, el cine y la radio en Chiapas. Testimonio de Eraclio Zepeda. Por Guadalupe Calvo
En el año 2011, cuando visité a Eraclio Zepeda en su casa de La Condesa, en la Ciudad de México, investigaba sobre el teatro hecho en Chiapas en el siglo XX. Ya había pasado muchas horas en la hemeroteca de Mario Nandayapa y algunas notas de periódicos me enteraron que formó parte del grupo de Luis Alaminos y fue impulsor de un grupo que se llamó Teatro Conasupo. Por supuesto, tenía que saber más. Estaba muy emocionada y nerviosa, Don Chico era para mí un señorón que volaba y suspendía su vuelo para regalarme un poco de su tiempo. Los nervios se disiparon cuando me recibió con una gran sonrisa, me enseñó su casa y su enorme biblioteca. Él y su esposa Elva Macías fueron muy amables y pacientes con la chica estudiante de 24 años que se interesaba por el teatro.
Eraclio Zepeda no esperó preguntas, se sentó y me invitó a tomar asiento, me indicó que podía empezar a grabar y comenzó a narrar. Lo agradecí profundamente, la entrevista se convirtió en un relato, sin feas interrupciones por parte de la joven y torpe investigadora. Fue una ocasión agradable y llena de conocimiento, una coyuntura en mi labor por la investigación y que gracias a la guía de Morelos Torres Aguilar encontró cimientos sólidos que me hacen seguir por este camino.
El testimonio de Eraclio Zepeda tiene un gran valor histórico cultural para el estado de Chiapas. Es un breve trayecto por momentos importantes del cine, de la radio, del teatro y de la literatura en este estado sureño fronterizo. Fragmentos de él se encuentran en el libro Una época del esplendor del teatro en Chiapas. El Ateneo Experimental y otros grupos (1950-1970) y se publicó una parte en algún número de la Gaceta de la Universidad Intercultural de Chiapas.
Entre 1934 y 1935 se creó en Chiapas un grupo de teatro muy interesante llamado “Chiapas folclórico”, dirigido por mi papá, Eraclio Zepeda Lara, en el cual incursionaban también Carlos Calichi Castañón y Eva Calvo, una señora muy inteligente, muy moderna. La obra que montaban fue escrita por mi papá y trataba sobre la llegada de un turista llamado Mr. Otto, que Calichi le decía Mister Joto. En la obra, Calichi y Eva Calvo eran un matrimonio zoque, el contraste entre el alemán y el zoque era para mostrar un viaje por Chiapas; era muy humorístico, estaba acompañado de grupos de baile muy importantes desde el origen de ballets folclóricos de Chiapas. Hicieron ellos viajes por todo el estado, por San Cristóbal, Comitán, Tapachula, así que yo creo que ese “Chiapas folclórico” es realmente importante retomarlo.