El arte de arruinar películas, no con spoilers… con lógica
Se ha vuelto algo común que mientras se está en el cine, disfrutando una película de ciencia ficción, sentado al lado de uno está el típico sabelotodo, muchas veces proveniente del mundo de la ciencia, gruñendo, con las dos manos en la cabeza, en ocasiones con arrebatos histéricos que le hacen escupir las cotufas, y gritando a todo pecho: ¡Eso no es posible, joder, si eso cualquier estúpido sabe que no se puede físicamente, al menos en esta fracción del Universo! Algunas veces, aceptémoslo, somos ese típico sabelotodo, sobre todo cuando vamos con prejuicio a ver un éxito taquillero que no concebimos por qué le gusta tanto a la gente. ¡¡¡Pero si un simple pinchazo de una araña no puede transformar la estructura genética de alguien para volverlo un maldito Spiderman!!!! Entonces los amigos con los has ido al cine te ofrecen sus bebidas o palmean la espalda para que te relajes.
El creador de Dilbert firme a favor del suicidio asistido
En un post conmovedor en su blog, que pronto dio la vuelta a todo el mundo, Scott Adams, el creador de la famosa caricatura Dilbert que satiriza la vida de oficina norteamericana, expresó la terrible situación que estaba viviendo su padre con una terrible sentencia que titulaba la entrada: ESPERO QUE MI PADRE MUERA PRONTO. No esperas que un caricaturista satírico te haga llorar, pero las sinceras palabras y el sentido de impotencia expresados en este texto, no provocan otra cosa.
En medio de la rabia, la frustración de ver las horas del tormento de su padre que permanecía en coma, sin el 98% de actividad cerebral, Adams escribía: «espero que mi padre muera, y mientras estoy en esto, espero que tú también tengas una muerte dolorosa».