He estado pensando en… VåPORWAVE!
Uno de los últimos géneros artísticos, podríamos decir que uno de los primeros géneros genuinamente millenials, es el vaporwave: en Internet podrás encontrar varios significados de lo que consiste, pero para mí, que soy de otra generación, consiste básicamente en asimilar irónicamente los contenidos visuales y sonoros de principios de los años 90; es decir, lo que consumíamos los de la generación nacida en los ochenta en nuestra temprana adolescencia antes de que el grunge se empoderara y todo lo divertido que tuvo esta época se fuera al traste con el suicidio de Kurt.
La generación millenial se ha divertido de lo lindo al comprobar la poca sofisticación técnica de los visuales de esta época, producto de la experimentación y el poco desarrollo de equipos de edición de video y gráficos, no existían en ese entonces los altas estándares actuales que ahora hacen de cualquier niño de 4 años un gran creador visual (y como dice el chiste: no, señora, que tu hijo de 4 años maneje diestramente un iPhone no hace a tu chiquillo un genio, el crédito para de los creadores de iPhone). Esta puede ser una de las muchas razones por las que actualmente, además del componente satírico de esa estética, exista una mayor valoración en el error, o el glitch. Los efectos visuales que en ese entonces nos hacían alucinar ahora hacen morir de la risa a cualquier persona que en la actualidad cuenta con todas las herramientas para crear una buena composición, aunque -se debe decir- sin la osadía de los pioneros en estas tecnologías.
Como yo también me encuentro en un estado de regresión, he vuelto a los primeros referentes musicales de esos años prepúberes y así me he reconciliado con el vaporwave. Por lo tanto, he vuelto a mi afición hacia bandas tales como Ace of Base, KLF y Culture Beat. EN esta regresión, he vuelto a ver bajo los ojos del nuevo milenio algunas de sus producciones visuales, alcanzando un alto grado de iluminación y de disfrute de la precariedad técnica, con la sospecha de que los mismos creadores conscientes de sus limitaciones disfrutaban de ellas.
Y así llego a uno de los videos más representativos de los 90 que tiene todos los elementos que hacen gozar como enanos a los del género vaporwave: I’ve been thinking about you, de Londonbeat. Efectos de western retro futurista; programa de edición visual de las computadoras Commodore; un hombre montado sobre un caballito computacional, acaso una prospectiva de las relaciones zoofílicas con hologramas; croma keys con efectos de un desierto bañado por una lluvia de estrellas; y la constante amenaza de una tempestad de guitarras eléctricas de otra dimensión que intentan golpear a la cabeza a lo que se le cruce.
Algunas imágenes vaporwave representativas del video:
Lo peor de la ley de la entropía no es que conduce a la destrucción sino a la medianía y a la calma chicha de la vejez. Por esta razón, me dio tan duro verlos 20 años después de su éxito, en el que aparecían tan lozanos y felices, en una de sus últimas presentaciones (el rubio marica que tanto se bamboleaba con su guitarra brilla ahora por su ausencia). En las arrugas del público está inscrita la misma muerte del género vaporwave y sus tentativas de ironía y chiste serán sesgadas por el mayor aburrimiento e indiferencia en unos 20 años.