Las muecas marciales del taxista

gordo

En «Las tristes muecas de las taras» hay un gordo que, desnudo, se toca las tetillas para dirigir los movimientos estelares; el gordo se llama Ptolomeo y vive en las profundidades de la selva colombiana, es él quien dirige los destinos de todo humano a través de sus superadiposos pechos, su apariencia es igual a la de los budas gordos que sirven para traer buena suerte y su final es un infarto que hace detener al cosmos entero, enfriándose y generando la repetición constante de un sólo momento, condenando a todas las criaturas a  la eternidad. Este gordo es un homenaje al protagonista de «El taxista millonario», una película de 1979 en la que las artes marciales, el menosprecio y la amarga sonrisa de quien sabe que todo se pierde en obviedades como  esa  enunciada por Kid el ángel Pambelé de que es mejor ser rico que pobre, confluyen para hacer una historia de días extraños ocurridos en una ciudad gigantesca. Les presentamos la película que se repetirá en un cosmos huérfano de tetillas y mortalidad:

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