Hunter S. Thompson, un bólido incandescente, por Francesco Vitola R.
Ha regresado a nuestro espacio, Francesco Vitola Rognini (autor de Hambre de Caza y Héroes Decadentes: ambos publicados en Milinviernos) con una serie de artículos que versarán sobre libros, películas o videojuegos. Estos están articulados al proyecto Vademécum (investigaciones sobre literatura y ciencias sociales) que desarrollará de aquí al 2025. Las reseñas estarán agrupadas bajo el título “Entre líneas”.
El <<reportero forajido>> creador del periodismo Gonzo era un tipo extravagante, híbrido entre columnista virulento, criatura de la noche y explorador de la clandestinidad: un búho con plumaje tornasolado; un cometa que tras surcar el Olimpo literario bajó a la atmósfera terrestre como el bólido incandescente.
Los tres primeros libros de Hunter S. Thompson —y el articulo The Kentucky Derby is Decadent and Depraved— demuestran su afinidad con los escritores de la generación beat, y aunque no se le suele asociar a ellos, Hunter solía mencionarlos con frecuencia, se sabe que alguna vez coincidió con Ginsberg y Burroughs, y que fue muy cercano a Ken Kesey. Hay aspectos innegables de sus paralelismos, sus análisis socio-políticos ligados a la necesidad de ampliar las libertades individuales, el uso de sustancias con fines rituales y como combustible de trabajo —escribió Hell ́s Angels usando un método similar al aplicado por Kerouac en On the road, escribir sin descanso bajo los efectos de la Dexedina—. Como los autores de la generación beat, Hunter exaltó el ritmo como una cuestión de vital importancia en su escritura, por ello se denominaba a sí mismo <<music freak>>.
La ironía de la vida de Thompson es que el personaje caricaturesco que incluyó en sus libros terminó opacándolo como escritor, y por añadidura, colonizó su vida privada y sus dinámicas de creación. Si bien los tres primeros libros —Hell ́s Angels: A Strange and Terrible Saga (1966), Fear and Loathing in America: A Savage Journey to the Heart of the American Dream (1971), Fear and Loathing: On the Campaign Trail ́72 (1973)— son de un virtuosismo desconcertante, una vez alcanzado el estatus de celebridad pareció perder el ímpetu, y aunque siguió publicando libros, estos fueron conglomerados de textos, distribuidos así: artículos, Gonzo Papers, 1(1979), 2(1988), 3(1990), 4(1994); relatos, Screw-jack: and other stories (1991); cartas personales, The Fear and Loathing Letters, Vol. 1: The Proud Highway: The Saga of a Desperate Southern Gentleman 1955-1967(1997); los artículos publicados originalmente en la revista Time, Fear and Loathing in America: The Brutal Odyssey of an Outlaw Journalist 1968-1976 (1997); otros artículos, Kingdom of Fear: Loathsome secrets of a star-crossed Child in the Final Days of the American Century (2003); las columnas de opinión que escribió para ESPN, recopiladas bajo el título Hey Rube: Blood Sport, the Bush Doctrine, and the Down Spiral of Dumbness Modern History from the Sports Desk (2004). Como caso aparte hay que mencionar The Curse of Lono (1982), el último reportaje que escribiera al estilo Gonzo. En este listado hay que incluir la tardía publicación en 1999 de la única novela que viera la luz, The Rum Diary, escrita en 1959. Dos novelas más quedarían en el tintero por razones desconocidas, presumiblemente por el perfeccionismo de mismo autor: The Silk Road, novela basada en el éxodo del Mariel, en la que el autor comenzaría a trabajar en 1981, y Polo is My Life, cuya escritura fue asistida por la autora citada más adelante.
¿Qué pasó con el trabajo de Hunter S. Thompson en la segunda mitad de su vida? ¿Por qué los trabajos posteriores a 1973 fueron de corto aliento, cuando la tendencia entre escritores es que con el tiempo su arte mejora?
Trainspotting 2 veinte años después (minireseña)

Trainspotting viejos
Cuando el juego se pone serio, ya hasta el dinero que os robaron parece una insignificancia con la estafa que resultó la vida misma. Y este pequeño timo económico que en un principio pareció la victoria al terminar Trainspotting, en el retorno se ve que es una gloria ínfima en relación a todo el fracaso del que finalmente nunca se puede escapar. Y las pequeñas cosas auténticas que parecieron perderse para siempre cuando se quieren retomar no hacen más que la parodia de unas memorias difusas que quisieron ver las cosas con mayor color que alguna vez realmente estuvieron. Esas aventurillas con el lado extremo de la vida fueron más costosas que las satisfacciones que brindaron. El sexo nunca fue tan bueno y las drogas terminaron por joderlo todo en esa imposible necesidad de complacer una satisfacción ahora imposible debido a que el umbral del placer se ha desvanecido con los sentidos y el sentido común. Porque cuando todo es devastación y los sueños caen como trozos de chatarra en el paisaje de unas zonas residenciales insoportables, es tan fácil hundirse en el remordimiento y auto-desprecio como emprender las empresas más absurdas.
El extraordinario diálogo original de Renton se remezcla y vuelve a nuestros días. Pues nunca escogimos nuestras vidas de mierda, ni ellas nos escogieron. Fuimos tirados, como la chatarra arrojada a los espacios públicos que colindan con las zonas residenciales, como las drogas, la delincuencia, los condones usados y los sueños ridículos de marginalidad o incorporación.
Escoge vida. Escoge Facebook, Twitter, Instagram y espera que a alguien, en algún lugar le importe. Escoge admirar viejas llamas, espero lo hayas terminado todo diferentemente. Y escoge ver repetir la historia por sí misma. Escoge tu futuro. Escoge los realities, avergonzar rameras y porno de venganza. Escoge un contrato de hora cerom una jornada de dos horas para trabajar. Y escoge lo mismo para tus hijos, solo que peor, y suaviza el dolor con una dosis de una droga desconocida en la cocina de un desconocido. Y luego.. toma un profundo respiro. Eres un adicto, entonces sé adicto. Sólo sé adicto a algo más. Escoge a los que quieres. Escoge tu futuro. Escoge la vida.
Trainspotting fue bien recibido por adolescentes, hippies, buscavidas, marginales, artistas, gente del mundo que veía en estos chicos héroes de un nuevo tiempo oscuro. Trainspotting 2 definitivamente se aparta de este público y apunta más a una clase trabajadora que ya tuvo que experimentar largas horas extenuaste de explotación laboral, un par de divorcios, ver crecer a los hijos de una forma aterradora totalmente distinta ante un mundo sin posibilidades y tener que enfrentar el mundo con unas taras que nunca suplieron los excesos. El público de T2 seguramente disfrutó T1 y la sigue recordando como una película memorable que tal vez le refleje sus días de locura. El público de T1 verá con horror y con algún cinismo, pues se afanará por no asimilar t2 como un gran relato de desilusión (porque aún, se les perdona, quieren vivir el sueño de poder escoger algo distinto a una vida de mierda).
1000 cosas que sólo personas muy ansiosas podrán entender (audio)

Robin Williams era un famoso ansioso que sentía mucha ansiedad (Dan Steinberg/Invision/AP Images)
¿Te sientes identificado con alguna de las siguientes características de los famosos ansiosos?
Tal vez seas un ansioso no famoso.
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XPZ 457, por Edison Delgado
El escritor ecuatoriano Edison Delgado ha escrito desde análisis políticos hasta novelas, pasando por relatos y poemas. Sus últimas inquietudes lo han ido acercando a la Ciencia Ficción y, más exactamente, a la posibilidad del sexo entre humanos y alienígenas. Pueden visitar su blog: Rincón de poetas extraterrestres. Les presentamos uno de sus poemas, lleno de placeres y desventuras siderales:
Verte desnuda junto a mi
verte desnuda al amanecer
verte desnuda después del baño
saborear tu desnudez cuando te amo
adorarte cuando te chupo el ano
besarte mientras me amas
todo eso sólo hace que te ame más
que te necesite más
vamos que se acaba la noche
sigamos haciendo el amor toda la eterna noche
verte desnuda comiendo sobre la cama
llevarte vianda tras vianda y saber que aún chiro igual me amas
que te acurrucas junto a mi
porque temes el futuro incierto
todo eso no hace más que te adore más
verte desnuda examinar mis libros
verte desnuda suspirar de aburrimiento
soportar ardorosamente todo mi peso
mirar al techo cuando ya no quieres más
todo eso no hace más que te adore más
primero nos hacemos amantes y luego nos presentamos
así es como se estila ahora el amor con pasión
vamos que se acaba la noche
sigamos haciendo el amor toda la eterna noche.
La danza del amor y los celos en El planeta de los simios
En 1963 apareció en Francia «El planeta de los simios», la novela que consagró a su autor, el ingeniero Pierre Boulle. Esta narración ha tenido múltiples versiones que, con el paso de los años, sólo comparten ciertas pesadillas con la narración de Boulle, convirtiéndose en una sensación y una perspectiva de la humanidad y el planeta. En la novela, Ulises Mérou es quien vivió todo el cautiverio en una sociedad gobernada por los Chimpancés, Gorilas y Orangutanes y lo escribió en papeles que metió en una botella lanzada al océano infinito del espacio exterior.
Un par de enamorados que pasan unas vacaciones espaciales en el año 2500, encuentran ese escrito y lo leen; en la historia, Ulises está atrapado con otros humanos que no tienen un sólo atisbo de racionalidad, ni siquiera la sensual Nova, semejante a una bestia con sensibilidad elemental. Entretanto, él busca llamar la atención de los simios que lo cuidan, demostrarles que es diferente y que viene de otro lugar en donde él es el punto omega de la evolución.
El aparte, que a continuación les presentamos, es el capítulo XVII de la primera parte de la novela y en él no sólo aparecen el amor, el celo y el cortejo, también hay una domesticación que nos resulta familiar en nuestras sociedades: una domesticación que es de unos simios para con otros:
No contaré en detalle las escenas que se desarrollaron en las jaulas durante las semanas que siguieron. Tal como yo había supuesto, los simios se habían metido en la cabeza estudiar la conducta amorosa de los seres humanos y aplicaban a este trabajo sus métodos habituales, anotando las menores circunstancias, ingeniándose para provocar los ayuntamientos e incluso interviniendo a veces con picas para volver a la razón a algún sujeto recalcitrante.
Por mi parte, había empezado a hacer algunas observaciones, pensando utilizarlas para hacer más ameno el reportaje que pensaba publicar a mi regreso a la Tierra, pero pronto me cansé, pues no encontré nada verdaderamente notable que anotar; nada, a no ser, de todos modos, la forma con que el hombre hacía la corte a la mujer antes de acercársele. Se entregaba a una exposición parecida a la de ciertos pájaros, una especie de danza lenta, vacilante, que se componía de pasos hacia delante, hacia atrás y de lado. Se movía así en un círculo que se iba estrechando y cuyo centro lo ocupaba la mujer, la que se limitaba a girar sobre sí misma, sin moverse de sitio. Asistí con interés a varios de estos alardes cuyo rito era siempre el mismo, aunque los detalles variasen a veces. en cuanto al ayuntamiento con que terminaban estos preliminares, aunque me escandalizara las primeras veces que lo presencié. llegué bien pronto a no prestarle más atención que la que le concedían los demás prisioneros. El único elemento sorprendente de estas exhibiciones era la gravedad científica con que las seguían los simios, sin olvidar nunca anotar el desarrollo de las mismas en su carnet.
Pero fue otro cantar, cuando al darse cuenta de que yo no me entregaba a estos pasatiempos, pues me había jurado que nada me induciría a exhibirme en un espectáculo de esta naturaleza, los gorilas se obstinaron en obligarme a ello por la fuerza y empezaron a hostigarme con la pica, a mí, Ulises Mérou, a mí, a un hombre creado a imagen de la divinidad. Me revolví enérgicamente. Aquellos brutos no admitían razones y no sé qué habría sido de mí si no hubiese llegado Zira, a quien dieron cuenta de mi mala voluntad.
Ella reflexionó un rato y luego, acercándoseme, me miró con sus bellos ojos inteligentes y se puso a darme golpecitos en la nuca mientras me dirigía unas palabras, que yo imagino debían de ser una cosa poco más o menos así:
– ¡Pobre hombrecito! ¡Qué extraño eres! Nunca hemos visto a ninguno de los tuyos portarse así. Mira a los otros a tu alrededor. Haz lo que te pedimos y tendrás tu recompensa.
Simbiosis. Por Luís Antonio Bolaños de la Cruz
Algo que con frecuencia está ausente de la ciencia ficción es el erotismo, existen autores insignes: Farmer, Silverberg, Harrison, Effinger, Varley, cada cual en su estilo, que lo asumen, pero no remedian su abandono, como esa ha sido la tendencia histórica, a pesar de excelentes relatos eróticos de CF, recurro al refranero “Soldado advertido no muere en guerra” para que sepan con que se van a topar, me encanta abordar el tema, explícito o soterrado (para quienes siguieron a Velero25 los remito a su sección Bitimagen, que este mes de Enero 2014 retomamos en Agujero Negro gracias a la benevolencia de Isaac Robles), estoy convencido con firmeza que enriquece al género, y que repatear a la pacatería en las posaderas y expulsarla a las tristes regiones donde la aprecienhipócritas y pazguatos, es un deber que debemos cumplir quienes amamos la libertad y gozamos del placer. ¡¡Quedan avisados!!…
Luís Antonio Bolaños de la Cruz
Relato publicado previamente en Revista Literaria Papirando:
Simbiosis – Luís Antonio Bolaños de la Cruz
He querido mezclar en jolgorio agitándolos con un pelín de osadía, a los comics eróticos de Alfonso Azpiri y Frank Thorne, acaso filtrados por la estructura narrativa de Gallego & Sánchez, pero me ocurre con frecuencia que consciente del camino a recorrer llegó a un resultado que apunta hacia otra dimensión, y cuya intención es evidente, reposa en otros estímulos
Si alguien hubiese imaginado la alianza que se daría entre dos especies en apariencia lejanas y más tarde tan funcionales, que compartiríamos naves, habitats, canciones, música y sexo mientras nos expandíamos por la galaxia, lo considerarían un prospectivista insigne y si además anunciaba que los traductores universales biológicos (“Trubis”) -que a ambas especies nos proporcionan tanta ventaja al comerciar e intercambiar conocimientos con alienígenas y biomáquinas-, requerían un especial momento de ayuntamiento, de éxtasis particular, de comunión carnal, para convertirse en lo que son, habría encontrado resistencia, ya que el fluido funcionamiento entre humanos y “trubis” engaña a quien no conozca la historia.
Un texto surrealista de Antonin Artaud
Antonin Artaud rompió con el surrealismo porque no estuvo de acuerdo con el santo patrón del movimiento, el señor Andrés Breton; el resquebrajamiento ocurrió en 1927, cuando Antonin escribió un texto en el que se declaraba más cercano a la revolución social a la que ya se habían alineado Éluard y Aragon. Su trabajo con el surrealismo fue muy activo y en 1925 fue el director de la «Central Surrealista». Les presentamos un texto escrito por Artaud cuando aún pertenecía a este movimiento que buscó cambiar el arte y la vida:
Texto surrealista
El mundo físico está aún allí. Es el parapeto del yo que mira, sobre el que un pez de color ocre rojizo ha quedado, un pez hecho de aire seco, de un coágulo de agua remansada.
Pero algo ha ocurrido de repente.
Ha nacido una arborescencia rompediza, con reflejos de frentes, raídos, y algo así como un ombligo perfecto, aunque vago y que tenía color de sangre aguada y por delante era una granada que también derramaba sangre aguada, que derramaba sangre cuyos hilillos colgaban; en esos hilillos, círculos de senos trazados en la sangre del cerebro.