Derrida, exponiendo a Dios a la duda absoluta.

Derrida visitando a Borges.

En la conferencia, «Otros Testamentos», que impartió Derrida en el 2002 en Toronto, respondió una pregunta a John Caputo sobre su presunto ateísmo.  Caputo es una figura importante asociada al Cristianismo Postmoderno y es el fundador del movimiento de Teología Débil, basado en la noción de un Dios Débil, en la que el viejo Dios de Poder ha sido desplazado por la idea de un Dios como un reclamo incondicional sin fuerza; en este sentido, el Dios de la Teología Débil, no interviene ni física ni metafísicamente con la naturaleza.

John Caputo: En Circonfesión usted dice  «paso directamente por ateo»  (“je passé à just titre pour une athée”) en lugar de decir que es un ateo. ¿Por qué no decir simplemente, «Yo soy un ateo», en lugar de «paso directamente por…» ¿Es porque tiene algunas dudas sobre la distinción entre el ateísmo y creer en Dios? ¿O tiene alguna duda acerca de si usted es un ateo? Quiero decir, suponga que alguien dice, interpretado para ese fin, «soy en todos los aspectos un ateo, pero las apariencias pueden ser engañosas. Así que no estoy seguro, tal vez no lo sea»?

Jacques Derrida: Yo, yo no soy simplemente el que dice «Yo». Por otro lado, yo pienso que podemos tener algunas dudas acerca de la distinción entre el ateísmo y la creencia en Dios. Si la creencia en Dios no es una adaptación cultural, si no va a través de un número de pasos ateísticos -esto es, no solo la crítica a la idolatría, de toda suerte de imágenes en las oraciones (especialmente en las oraciones) pero también en la crítica de la ontoteología, la reapropiación de Dios en las metafísicas, de las cuales como Heidegger dijo, no saben nada acerca de oraciones o sacrificio, la ontoteología – entonces si uno no va tan lejos como el ateísmo uno no cree en Dios. Así que los verdaderos creyentes saben que corren el riesgo, que tienen que correr el riesgo, de ser ateos radicales – incluso Levinas dijo en algún lado que de cierto modo él es un ateo porque él no entiende a Dios como un Ser existente. Dios no es un Ser absoluto – así  usted va a través de lo que nosotros conocemos como teología negativa, criticismo teológico apofático,  como otros, y deconstrucción – si nosotros no vamos tan lejos como es posible en esta dirección del ateísmo, entonces esta creencia en Dios es ingenua (naïve) y totalmente inauténtica.

Ahora, para ser auténtico -esta es una palabra que casi nunca uso- pero para ser auténtico, la creencia en Dios debe ser expuesta a la duda absoluta. Y yo sé que todos los grandes místicos han experimentado esto. Ellos han experimentado la muerte de Dios, la desaparición de Dios, o la no-existencia de Dios, o Dios siendo llamado como no-existente: «Oro por Alguien que no existe en el estricto sentido metafísico de ‘existencia’, esto es ‘estar presente en la esencia o sustancia’ o ousia.»  Cuando pensamos en epekeina tes osuda [Bien más allá de Ser] de acuerdo a los términos de Platón, incluso de los de Heidegger, «ser más allá de Ser», el Bien, en términos de Platón, es ser más allá de Ser, epekeina tes ousia. Si yo creo en lo que está más allá de Ser, entonces creo como un ateo, de cierto modo. Creer implica algo de ateísmo, no importa lo paradójico que pueda decirse. Estoy seguro que los verdaderos creyentes saben esto mejor que otros, que ellos experimentan el ateísmo todo el tiempo -y esto es parte de su creencia. En esta época, la suspensión de la creencia -la suspensión de la posición, la existencia de Dios- es en esta época que la fe aparece. La única posibilidad en esta época es la fe.

Así que cuando digo «Yo paso directamente como ateo» sé que es por todo lo que he hecho hasta ahora, expresado en términos de deconstrucción y así sucesivamente, he dado un número de señales de mi ser un no-creyente en Dios, en cierto modo, un ateo. Y sin embargo, a pesar de que he confirmado que está´bien decir «Soy un ateo», no me puedo decir a mí mismo «Soy un ateo» como una posición, mire «Soy» o «Sé lo que soy»: «Soy esto, y nada más y me identifico a mí mismo como un ateo.» Yo nunca diría… esto sonaría obsceno: «Yo soy.» Yo no diría «Soy un ateo» o no diría «Soy un creyente» tampoco. Estas afirmaciones, las encuentro absolutamente ridículas: «Soy un creyente, Yo sé que soy un creyente.» ¿Quién sabe eso? ¿Y quién puede decir «Soy un ateo»? Yo solo escribo esas sentencias, eso es la única cosa que puedo decir…