Barranquilla 2132: una anticipación suramericana de Internet

El futuro el que transforma lo escrito en el pasado. Un solo libro bastaría para que cada día brotaran distintos enunciados de sus páginas. José Antonio Osorio Lizarazo, escritor colombiano conocido por su compromiso político y por incursionar en lo que se ha denominado literatura urbana, también escribió una novela de ciencia ficción: «Barranquilla 2132». En este trabajo trazó una ciudad caribeña con edificios como los de «Metrópolis». También visualizó el funcionamiento de la prensa escrita,  urdiendo una premonición – acomodada, claro está, por nosotros, los sujetos del futuro de Lizarazo y que podrá renovarse si algún mecanismo hecho en los próximos años semeje aún más lo escrito por el colombiano- de Internet. A continuación, un extracto de la novela donde se describe cómo trabajan los periodistas en 2132:

J. Gu se dirigió de nuevo a su avioneta. Había en ella un aparato semejante a las antiguas máquinas de escribir. Sincronizó la honda que correspondía a la imprenta de su periódico y empezó a redactar la información. Las teclas, al ser oprimidas, iban moviendo otras teclas correspondientes en los modernos radio-tipos, por un procedimiento que tenía puntos de contacto con el sistema de telegrafía Hughes, que constituyó una novedad a principios del siglo XX. En los talleres del diario se ejercía en aquel momento una complicada actividad mecánica. En el instante en que el repórter sincronizaba su onda, un timbre colocado cerca a los radio-tipos anunciaba que las máquinas comenzaban a trabajar. Se establecían automáticamente contactos eléctricos y los lingotes iban saliendo con rapidez, se situaban en alineadores que al estar llenos se movilizaban hacia las mesas de armada, donde el único obrero que atendía los talleres cooperaba en la confección de las páginas. Cuando estas estaban terminadas, la simple opresión de un botón eléctrico las conducía por medio de carriles a rotativa y su contacto con la máquina cerraba el circuito de los motores, que echaban a andar. Al propio tiempo una sirena, también automática, anunciaba al público la aparición de la nueva edición, que era vendida por medio de tubos neumáticos que partían de las oficinas y terminaban en diferentes sectores de la ciudad. Había sido abandonado todo el sistema primitivo de los antiguos periódicos que requerían gran cantidad de colaboradores, que sólo podían publicar sus informaciones dos o tres horas después de ocurrido el suceso.»

«Barranquilla 2132» ha sido reeditada por Laguna libros en 2011.

Tags: , , , ,

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: