Microficción aeropagita
Ganador del I concurso de cuento ciudad de Chinacota, 2042.
CONFESIONES DE MESA
(CUENTO COSTUMBRISTA ANÓNIMO)
En esta noche de arreboles, sucedió lo que a continuación referimos:
Estaba Peruchi Lozano en la mesa, departiendo una cena con mami.
Mami pregunta:
– Oiga mijito, ¿por qué a ustedes todas las mujeres lo dejan?
– Ay mami, es que aquí entre nos, yo no sé hacer el amor. ¿Me enseña?
– Listo, papito. Pero no vaya a imaginar que lo voy a hacer con usted, porque eso sería un incesto que ni Dios perdonaría, ni con su papá.
– ¿Por qué no con papi?
– A ese señor se le parará primero el corazón que el pinguoñoño.
– ¿Y entonces, cómo aprenderé?
– Yo tengo un potro de treinta años que me le monto todos los días. Usted es solo un poco menor que él. Pero mijo, tiene que cuidarse, porque mire ese barrigonón que tiene. En cambio él, es una tablita. Duro y plano. Y si le digo duro es porque es bien duro.
-Pero ¿no te da remordimiento hacerle eso a papi?
– Si su papi también tiene un amante.
– ¿Quién es? Me imagino que una mujerzota.
– Nada de eso, sospecho que es el mismo que yo me como, pero ninguno de los dos se atreve a decírmelo. Lo pasaríamos rico los tres. Imagínese a ese muchacho haciéndonos la puntada del sastre.
FIN.
Sandra
Justo con verte a los pequeños ojos esos que tienes
y cuando escucho tu voz tan ronca tan llena de loca, loca pasión
es cuando entonces vuelvo a vivir con tu completo amor
es cuando creo que ya te he olvidado
es cuando toda la marejada de tu amor regresa de nuevo a mi
en las mañanas siempre es la misma rutina de nunca acabar jamás
y me pregunto que estarás tramando en esa pequeña cabecita tuya
si volverás a mis brazos o simplemente te irás
aún sigo aquí de pie en espera de tu amor, tu inmenso amor
y cuando creo que al fin te he olvidado
vuelves a torturar mi pensamiento y mi mente se queja de tanto pensar en ti
es cuando entonces vuelvo a vivir con tu completo amor
si nos tenemos el uno al otro
nadie necesita nada más ni hay nada que pedir ni volver a mendigar amor