En memoria de Mark Linkous
Se proclamó que Mark Linkous, el líder de Sparklekorse, había vuelto de la muerte después de que, en 1996, durante la primera gira europea de la banda como teloneros de Radiohead, se dedicara a beber alcohol mezclado con antidepresivos y Valium y sus piernitas se paralizaran sin aguantar el propio peso del cuerpo. De esa parálisis, superada con tratamientos ortopédicos, Mark hizo referencia en canciones posteriores hasta que el seis de Marzo de 2010, cerca a la casa de un amigo, se pegó un tiro en el corazón con un rifle.
Ya son tres años los cumplidos desde que se mató. Tenía 47, una edad que sobrepasa, por veinte años, a los mitos musicales del siglo XX. Bueno, él ya era del XXI y el tiempo para dispararse es distinto. Linkous hacía poco había terminado un trabajo discográfico llamado «Dark Night of the soul», hecho con Danger Mouse y con la colaboración de David Lynch, quien en la canción homónima del disco, cantó como el anunciador de una caída con perspectiva infinita:
Mark Linkous estuvo del lado de los angelotes; fue uno de los más grandes soportes de Daniel Johnston (quien estos días habrá de tocar en Buenos Aires y Montevideo), produjo «The late Great Johnston: Discovered covered» (2004) e interpretó con Flamming Lips la canción «Go»:
Mark Linkous era del sur de los Estados Unidos, sentía gran admiración por el escritor Cormac McCarthy y se dedicó a hacer canciones recorriendo lugares en una motocicleta que estornudaba como un burro cansado. La última imagen que le vino a su cabeza, mientras la bala corría por el tubo del rifle pegado a su pecho, fue la de él mismo cuando era un bebé gordito:
Bang.