Aniversario 94 del Nobel cuántico que tocaba las congas

¡Creo que la imaginación de la naturaleza es mucho más grandiosa que la del hombre que jamás nos dejará descansar!

El supremo placer de desatar partículas con los bongoes

Cucucupra cucucupra. Como un cancerbero del ritmo del Universo y un buscador de los bossones perdidos, recordaremos a Richard Feynman, que nació el mismo día que el otro Salvador (Dalí).

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