El ano de sireno te necesita: maldito fanzineroso
CONVOCATORIA MIL INVIERNOS
MIL INVIERNOS PRESENTA SU FANZINE
ANO DE SIRENO
NECESITAMOS PERSONA – O ALGO SIMILAR- QUE ESTÉ EN LA JUEGA DEL DIY, LOS FANZINES, LA MOVIOLA INDEPENDIENTE Y EL PURO UNDERGROUNG.
Llegó la hora de tomarse las calles… réplicas, fotocopias, matachos, fotos, mugre y palabras que hackeen la abulia diaria.
Torres, abran fuego!
No queremos dibujitos cute de hipsters infantiloides .. como dice el master luscus9:
Necesitamos de nuevo un Fanzine más inspirado en los postulados de McLuhan que en la cajita feliz de McDonalds.
ANO DE SIRENO ANO DE SIRENO ANO DE SIRENO ANO DE SIRENO
Luis Fernando Medina sobre el Derecho Máximo en la #semanadelaccesoabierto
Para la #SemanaDelAccesoAbierto presentamos parte del ensayo «El derecho máximo: el espíritu de compartir en una sociedad en red», de Luis Fernando Medina Cardona (luscus9). Este ensayo fue uno de los ganadores del premio de ensayo del concurso “Respeto a los derechos de autor y a la propiedad intelectual” organizado por la Dirección Nacional de Bibliotecas (Sinab).
En este ensayo se pone en evidencia las contradicciones del ejercicio académico con las prácticas culturales alrededor del compartir y el libre acceso que favorecen tecnologías ligadas a la informática (como el internet).
No obstante, los dispositivos empleados hoy en día en el ejercicio académico —en particular el computador como máquina universal de medios que sintetiza en una interfaz unificada prensa, radio, televisión, teléfono, entre otros— permiten que las operaciones de copiar y pegar puedan extenderse a otros soportes, como lo puede percibir cualquier usuario informático que navegue en la estructura de menús o iconos, donde podrá encontrar la misma opción de copiar y pegar adaptada a diversidad de tipos de archivos (texto, audio, video, etc.). La cuestión obvia es, si existen las mismas posibilidades para otros contenidos ¿qué pasa entonces con la citación y la referencia cuando se ejerce sobre algo que no sea texto? Aunque la lógica y las facilidades tecnológica podrían hacer fácil la inferencia de una respuesta, la realidad no está clara. Con antecedentes en la imagen con el collage de las vanguardias artísticas, con el tape music en la música contemporánea, o el sampling o muestreo en la música popular como el hip hop, o incluso, en la programación de computadores donde módulos completos son reutilizados, el ejercicio de recombinar pequeñas partes de un medio para generar algo nuevo está ya legitimado como una práctica cultural centenaria. Las preguntas se hacen más pertinentes si se considera que la creación y la investigación tienen de hecho, también en esta actualidad multimedial, otras formas de difusión distintas al privilegiado texto. ¿Qué pasa si un estudiante de música elabora una pieza usando pequeños fragmentos de otras composiciones? ¿o un estudiante de cine realiza una pieza de videoarte a partir de fragmentos de otras producciones audiovisuales? La evidencia muestra que, aunque se siga con juicio un sistema de citación de fuentes, el ordenamiento jurídico no permitiría estos usos. Inclusive, si un audiovisual muestra por accidente, por ejemplo, un afiche de una película podría estar en problemas. La academia, en cuanto espacio que considera la búsqueda del conocimiento como su principal propósito, debería tener garantizadas una serie de excepciones que protejan la creación cuando esta se concibe como herramienta fundamental del aprendizaje. Contrasta con este deseo la evidencia de casos en los que el acceso a la información se ve comprometido por lecturas que desconocen esta salvedad de los entornos universitarios, por ejemplo, el de la Universidad de los Andes, en Colombia, donde las películas adquiridas legalmente no podían ser prestadas a estudiantes (Ospina, 2011); o de bibliotecas en general, donde el libro de Gabriel García Márquez Memoria de mis putas tristes generó una controversia por una nota incluida por la editorial donde se prohibía el préstamo público (Melo, 2005). La comunidad académica debe respetar el derecho de autor pero ¿es siempre justo este cuando se protege de manera terca sin considerar los múltiples contextos?
Los invitamos a leer la integridad del texto publicado (para descarga libre) en el repositorio de la Universidad Nacional de Colombia:
«El derecho máximo: el espíritu de compartir en una sociedad en red»