11 posibles escenarios de fin de mundo, expuestos a una adolescente que teme las abejas
Caminaba con mi amiga de 13 años y vimos una abeja. Ella se asustó, naturalmente, y le recalqué la importancia de las abejas para el mundo. ¡Si las abejas mueren se extingue todo; pero si se extingue el hombre, el mundo haría una fiesta! Entonces me preguntó si la humanidad podía extinguirse y le enumeré once razones posibles para la extinción humana, o en el mejor de los casos, su diezmado.
1- Riesgo nuclear. Una posible guerra entre potencias en las que se utilicen armas atómicas, puede diezmar la población. También accidentes nucleares en plantas, como Chernobyl o Fukushima.
2- Escasez de agua: Esto puede provocar guerras, desigualdad, hambrunas, condenar a poblaciones enteras. Y, en caso extremo, acabar el planeta.
3- Calentamiento Global: Excesivas olas de calor o frío, la reducción de los océanos puede llevar a superficie reservas enteras de metano del fondo y esto puede envenenar el aire. Ciudades costeras pueden desaparecer con el descongelamiento de los polos.
4- Catástrofes naturales: derrumbes, volcanes, terremotos y tsunamis pueden destruir continentes enteros.
5- Catástrofes cósmicas. Una explosión de una pequeña estrella cercana al sol puede arrojar suficientes rayos gamma o beta o que pueden provocar serios fallos eléctricos y llevarnos a una involución tecnológica en la que solo los menos dependientes de la electricidad podrían sobrevivir.
6- Estupidez humana: una fuente infinita para crear problemas. Dada la creciente tendencia de elegir a los más idiotas a nivel político, una gran posibilidad para la extinción de la Tierra se debe a la estupidez humana.
7- Extinción de abejas: al ser responsables de la polinización de las plantas, su extinción supone la desaparición de gran parte del reino vegetal, y con ello, los animales y los humanos estamos en riesgo.
Edward O. Wilson, el señor de las hormigas
Edward O. Wilson es conocido, principalmente, por su planteamiento de la sociobiología. El destino de su propuesta ha sido el recelo y rechazo de los trabajadores en las áreas de estudios sociales al acusarla de reduccionista, quizá porque muchos de los discursos que se tejen en los departamentos universitarios se verían erosionados y no quedarían muchos congresos y viajes por hacer. En la sociobiología, algunas nociones, categorías y análisis de las ciencias naturales se aplican a comportamientos sociales. Pero esta propuesta de Wilson no es la única, en el mundo también es conocido por sus trabajos sobre la biodiversidad y, sobretodo, por su afición y conocimiento de las hormigas. Wilson plantea que conocemos menos de un cuarto de la totalidad de las especies que habitan la Tierra y con sus conclusiones se puede sugerir que la taxonomía, obediente aún a los criterios básicos de Linneo, es una construcción que condiciona nuestra perspectiva de los seres vivos- algo que advirtió Foucault en las clasificaciones medievales-. Les presentamos, a continuación, un vídeo en donde Wilson habla de la biodiversidad y las similitudes y diferencias entre los humanos y las hormigas y otro vídeo en donde se conoce el estudio de este científico que aún recorre el mundo, avisorándolo con su único ojo, como si fuera extraño cíclope que, en lugar de proclamar que es nadie, recorre y encuentra maravillas que reconforten al espíritu: