Un poema inédito de Fogwill, la máquina-maquinista
Fuente: http://enriquepagella.blogspot.com/
Fogwill está en un cementerio de chatarras, mandando señales impresas en algún papel que se hacen pasar por viejos textos, inéditos y dedicados a otros armatostres ancianos o muertos. Fogwill no ha muerto. A continuación les presentamos unos versos que el maquinista-máquina Fogwill le dedicó a la máquina-poeta Zerlarrayán:
En el bosque de pinos de máquinas
Máquinas vastas, máquinas fastuosas, máquinas enamoradas de su trivial reiteración cíclicas, lineales o iterativas: igual, indiferentes a la finalidad que les reclaman
órganos imantados por una sobrecarga de fines, medios, causas y condiciones que nadie imputaría
a la voluntad sus creadores