Una carta a Hitler
En 1969 el escritor estadounidense con ascendencia armenia William Saroyan escribió «Cartas desde la Rue Taitbout». Este libro contenía escritos dirigidos a distintos personajes que fueron significativos en la vida del autor, entre ellas está una misiva dirigida a Adolf Hitler (También hemos presentado una carta dirigida a una novia embarazada de otro):
Adolf Hitler: Unos fabricantes de insignias hacen una insignia muy grande que se vende a dólar y que dice: «Adolf Hitler está vivo en Alemania». La mayoría de sus otras insignias son graciosas o son obscenas, de manera que no resulta fácil entender el mensaje de ésta en particular. ¿Han querido hacerla graciosa, obscena, estúpida, o qué? ¿Acaso política? ¿Es que el fabricante o la compañía que le hizo el pedido de estas insignias quiere decir que Adolf Hitler vive realmente en Alemania, que no está muerto, que no se suicidó, que no lo mataron y que actúa en la sombra, preparando su retorno? ¿O quiere decir que hay en Alemania muchas personas que se parecen tanto a Hitler que podrían ser él? ¿O se trata quizá de un chiste mucho más sutil, con el que se pretende recordar a la gente lo que les ocurre a los bocazas que están seguros de tener razón?
No se trata de averiguar cómo pudo creer en ti y en tus ideas toda la nación alemana; ¿cómo podías tú creer en ti mismo y en tus ideas? ¿Y al mismo tiempo hacer como si fueras el original en que se inspiró Charlie Chaplin para crear su ridículo vagabundo y como si no supieras que existía un Charlie Chaplin? Cuanto más victorioso – el país de los sudetes, Austria, Checoslovaquia, Polonia, París-, más hilarante resultabas mientras iban cayendo las naciones; pero no pudiste con el fracaso, la prueba suprema de todo comediante. El fracaso te hizo feo, estúpido, cobarde, rastrero y obsceno.
¿Estás vivo en Alemania? No estás vivo en Inglaterra. Y si estás vivo en América, que Dios asista a los chinos.
Tomado de «Cartas desde la rue Taitbout», P. 91-92, Ed Plaza y Janés. Traducido por Ana M. de la Fuente
Carta a una novia embarazada de otro
El nombre de William Saroyan(1908-1981) fue un escritor norteamericano muy leído a mediados del siglo XX, hoy día su nombre se ha ido eclipsando aunque escritores como Alvaro Cepeda samudio (perteneciente al grupo de Barranquilla de donde emergió Gabriel García Márquez) lo ubicaron en su canon personal. Editorial Acantilado publicó una colección de relatos llamada «Me llamo Aram» y, en 1972, la editorial Plaza y Janés publicó «Cartas desde la rue Taitbout» de donde extraemos el escrito que les presentamos:
La chica «plan»: Querida niña, niña tontita y ridícula de hace sólo treinta años, cuando tú tenías deiciocho y habías ido a Hollywood, desde York, Pennsylvania, para hacerte estrella de cine, con un secreto escondido en el vientre. No recuerdo cómo nos conocimos; sólo sé que de pronto estabas viviendo en mi apartamento de Villa Carlotta, un sitio muy relumbrón para los recién llegados al departamento de escritores del negocio del cine. Allí estabas tú en los últimos días del mejor mes del año, octubre de 1936, compartiendo mi vida, la vida de un nuevo escritor americano de veintiocho años, famoso de costa a costa, como dice la gente, con dos libros publicados en Nueva York, Londres, París, Berlín, Roma y un montón de sitios; pero, a pesar de todo, un hombre vociferante y desesperado que había ido a Hollywood en un decrépito «Packard» para ganar rápidamente algún dinero con el que pagar unas estúpidas deudas.