Diez preguntas a Germán Espinosa
Hoy hace cinco años moría el escritor cartagenero Germán Espinosa. Sus novelas han sido reconocidas de manera creciente en los últimos años. Muchos estudiosos de la literatura han ubicado al trabajo de Espinosa en un lugar de contrapeso con respecto a lo hecho por Gabriel García Márquez. A continuación, una entrevista que le realicé a Germán Espinosa pocos meses antes de su fallecimiento; a él ya se le dificultaba hablar y prefirió que le enviara el cuestionario vía correo electrónico. Me las contestó días después; sus respuestas son una muestra de la escritura de este autor.
La entrevista fue publicada en el suplemento cultural de El Heraldo de Barranquilla el 2007 antes de que el autor de «Los cortejos del diablo» y «La tejedora de coronas» se fuera para siempre.
1- A la hora de elaboración de un relato, ¿se vale primero de una anécdota de la cual se desprende una idea que plantea? O por el contrario, llega primero un planteamiento y después la anécdota que sirva como pretexto para exponerlo…
Pueden suceder ambas cosas o ninguna de las dos. Quiero decir que no necesariamente un relato supone un planteo de algo, salvo de una situación digna de ser contada. No creo que la narrativa deba constituirse en un púlpito, sólo en una forma de despertar inquietudes. Si mueve, claro, a reflexiones más o menos fructíferas, bienvenidas sean. Por ejemplo, al escribir mi relato “El gesto del profeta”, me inspiré únicamente en una creencia budista; sin intentar defenderla, pensé que se prestaba mucho para desarrollar una ficción. Eso y nada más. Claro, en ciertos casos, no puede uno evitar inventar algo para sostener alguna convicción; o que la anécdota que uno propone termine sosteniendo algo. En otros, son los comentaristas los que enriquecen el texto proponiendo interpretaciones…