Para libre descarga: RELATOS PIONEROS DE CIENCIA FICCIÓN LATINOAMERICANA
Vía: Jorge Valentín Miño:
La editorial El perro y la rana de Venezuela acaba de publicar «Relatos pioneros de la ciencia ficción latinoamericana», del compilador Daniel Arella. Aparecen cuentos de : Amado Nervo, Rubén Dario, Clemente Palma, Leopoldo Lugones, José Asusncion Silva, Eugenio Larco, Vivente Huidobro, Horacio Quiroga, Eduardo Ladislao Holmberg, Pablo Palacio, Juan José Arreola, Alejandro Jodorowsky, Julio Garmendia, Felisberto Hernandez, Hector Velarde, Roberto Arlt, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares y Carlos Octavio Bunge.
Relatos pioneros de la ciencia ficción latinoamericana se presenta en un momento de imperiosa necesidad de literatura que convoque al público joven, consciente de esto y de que la juventud es la principal consumidora de nuevas tecnologías la Fundación Editorial El perro y la rana pone a disposición de lectoras y lectores la compilación en su portal web.
Luis Enríquez
Enlace: RELATOS PIONEROS
Para descarga: http://www.elperroylarana.gob.ve/images/libros-pdfs/feria-ccs/relatos-pioneros.pdf
Un angelólogo recordado por Juan José Arreola
Juan José Arreola nos ha entregado, en su «confabulario», un escrito donde recuerda, al estilo de su maestro Marcel Schwob, una de las teorías más angelicales sobre ángeles que jamás pudo darse pues puede explicar por qué ahora uno se los encuentra con sus sonrisas desdentadas pero siempre orgullosos frente a esos diablos que sonríen, mostrando sus dientes de marfil. El angelólogo se llamaba Sinesio de Rodas y, como toda angelicalidad radical, quedó sepultado en el olvido:
SINESIO DE RODAS
Las páginas abrumadoras de la Patrología griega de Paul Migne han sepultado la memoria frágil de Sinesio de Rodas, que proclamó el imperio terrestre de los ángeles del azar.
Con su habitual exageración, Orígenes dio a los ángeles una importancia excesiva
dentro de la economía celestial. Por su parte, el piadoso Clemente de Alejandría reconoció por primera vez un ángel guardián a nuestra espalda. Y entre los primeros cristianos del Asia Menor se propagó un afecto desordenado por las multiplicidades jerárquicas.
Entre la masa oscura de los herejes angelólogos, Valentino el Gnóstico y Basílides, su eufórico discípulo, emergen con brillo luciferino. Ellos dieron alas al culto maniático de los ángeles. En pleno siglo II quisieron alzar del suelo pesadísimas criaturas positivas, que llevan hermosos nombres científicos, como Dínamo y Sofía, a cuya progenie bestial debe el género humano sus desdichas.
Borges discute con algunos colegas
Casi todo registro visual que se tiene de Borges deja ver a un hombre plácido, dueño de aseveraciones incontrovertibles pese a que él mismo diga incurrir en errores. En la charla que a continuación presentamos, Borges debe hablar con otros escritores que se encuentran al otro lado de su noción de literatura- como ocurre con el venezolano Adriano González León- ; si bien, cuando la charla se dirige a temas políticos, el autor de «El Aleph» guarda silencio, después no se contiene y comienza a discutir. En este encuentro, ocurrido en México en 1973, también están presentes Salvador Elizondo y Juan José Arreola quienes sí fueron más obsecuentes con el maestro. También estuvo presente, como un témpano, el español Germán Bleiberg. Además, Borges equipara a las manos con algo mecánico como una máquina de escribir y habla del gran daño que hizo la imprenta al hacer proliferar libros:
En la segunda parte de este encuentro, González León ya no aparece: es reemplazado por Juan García Ponce. Borges hace un llamado a la inocencia en la escritura: