William S. Burroughs: Cien años de marica
CIEN AÑOS DE MARICA
POR: PEDRO SÁNCHEZ MERLANO
Una meditación a propósito del siglo de William Burroughs.
Acosado por los inhaladores más profundos de mi asma tuve un sueño muy puro contigo:
Llegabas a la L como un tahúr de esos que salen en los westerns. En lugar de pistola traías jeringas. Cada una de ellas estaba sedienta de heroína y, también, cómo no, de heroinómanos. ¿Qué preferirías, pinchar heroína o pichar heroinómanos?
En la taquilla de Homero pediste pasta base de cocaína y te la metiste en la boca mascándola como el más grande beisbolista del mundo. Después la escupiste y, con una jeringuilla, succionaste el líquido hecho de tu saliva y de los escombros drogadictos para chuzarte el brazo.
Entonces vi al otro, al detective marciano, que venía convertido en una gigante flema en medio de la ciudad ardiente en llamas. Yo pensé, en medio del sueño, que me habían estafado con el bazuco, porque lo que estaba viviendo me tenía ya en un mal viaje, pero cuál mal viaje, si era el viaje a tu espacio interior, William. Estabas drogado de ti mismo, y lo que ocurría a tu alrededor no eran más que pormenores superfluos de tu desdicha.