La cultura y el arte en Chiapas Pocos leones y muchísimas hienas (Primera de dos partes). Por Héctor Cortés Mandujano
Malas noticias
Chiapas ha ganado siempre –deshonor eterno– el primer lugar nacional de analfabetismo. El mayor acento en esta vergüenza está puesto en mujeres, población indígena y pueblos marginados, que son muchísimos, porque las comunidades dispersas son la constante en este territorio.
La justificación de que no haya suficientes carreteras, escuelas, centros de salud… es la orografía. Nuestro estado está lleno de cerros, lomas, montañas. Para los programadores, que miran el mapa, un pueblo está al lado de otro; en realidad, los separa una colina impresionante. Eraclio Zepeda, en “Don Chico que vuela”, lo dice jugando: “Si no es tanto lo encogido de estas tierras, sino lo arrugado. Montañas y montañas acrecentando las distancias. Si a este estado lo plancharan le ganábamos a Chihuahua”.
También, desde las más oscuras épocas hasta la medianoche de hoy, hemos encabezado nacionalmente los índices de pobreza extrema. Y los indígenas son los más desfavorecidos. Hay trece grupos étnicos en nuestra entidad y ocupamos el primer lugar en monolingüismo (Oaxaca y Guerrero han sido fieles compañeros), que también abona a la exclusión.