¿cuál es el sentido de la vida? Responde Monty Python
Ayer se terminó la semana laboral y para muchos comenzó el periodo de receso más importante del año. Algunas personas se lo toman como un tiempo de reflexión y calma que viven en torno a las celebraciones que conmemoran la muerte de Jesús; otros lo toman como un momento de descanso del estudio y del trabajo; otros como yo lo tomamos como una semana más en la que nos seguimos haciendo la mismas preguntas existencialistas que nos hacemos todos los días: ¿por qué estamos aquí? ¿Quiénes somos? ¿Estamos solos en el universo?
El hecho principal es que esta semana por lo menos hay dos días en los que no se trabaja y puede uno sacar un tiempo para meditar acerca de todas esas preguntas y que mejor que hacerlo con un poco de humor del fabuloso Monty Python. En 1983 el grupo de comediantes británicos intentó responder al interrogante ¿cuál es el sentido de la vida? con una película/comedia/musical, que invito a ver a continuación. El Sentido de la vida (en español) puede ser vista aqui y The meaning of life (en inglés) puede ser vista aquí.
Claves del futuro en Synth Britannia
Si se pudiera marcar una fecha que dividió definitivamente dos de las grandes vertientes de la música pop británica, esta fecha sería 1975, cuando la gira de Kraftwerk en Liverpool coincidió con la gira «Wings Over England» de (los ex Beatles) The Wings. De las guitarras, el pelo largo, los jeans y flores; surgía otra propuesta desde el brazo germánico, con trajes de corbata, pelo corto y sintetizadores que podían reemplazar toda la parafernalia circense de una banda de rock.
Era el inicio de una nueva era del futuro.
Virginia Woolf en Vogue
A fines de mayo de 1924, en la revista Vogue, apareció una fotografía de Virginia Woolf. Ella lucía un traje de su madre, Julia Jackson, quien fue la misma mujer que enamoró a un renombrado escultor londinense llamado Thomas Woolner. Él le pidió a Julia, a fines de los años sesenta del siglo XIX, que posara para hacerle un busto y que, además, se casaran. La madre de Virginia se negó a ambas solicitudes. Esta es la fotografía tomada por la sociedad Beck y MacGregor :
En 1925, los mismos fotógrafos la retrataron, esta vez, en las viejas caballerizas de los Beck, convertidas en estudio por el escultor Woolner, es decir, el mismo que estuvo enamorado de la madre de la escritora estrella de Bloomsbury. Virginia siempre tuvo claro ese padecimiento amoroso del ángel escultor de Londres, así consta en la entrada del 27 de Abril de 1925 de su diario: «He posado para Vogue, es decir, para los Beck, en sus caballerizas, que el señor Woolner convirtió en estudio, y puede que fuera allí donde pensaba en mi madre, con la cual quiso casarse, según creo». El escultor hizo todo un escenario para evocar los rastros de quien lo carneó dos décadas antes y Virginia, a sabiendas de lo que latía en el señor Woolner, no tuvo que usar el traje de la madre, bastaba el hálito que reflotaba en el ambiente de las viejas caballerizas para que se configurara otro retrato de la decepción:
Road Trip por Portishead
Portishead es el nombre un pueblo británico pero, tal vez, el nombre no resulta tan familiar por el lugar como por la banda de Trip Hop que lleva su mismo nombre.
El siguiente video es un recorrido por el pueblo Portishead, ambientado con la música de la banda Portishead, mezclado por el dj oficial de la banda: Andy Smith.
Inglaterra no perdona a Turing por su condición sexual
Después de que el primer ministro británico se disculpara por Inglaterra al haber sometido en el pasado a uno de los héroes nacionales, el científico informático Alan Turing, al doloroso tratamiento eufemísticamente llamado «Organo-terapia» – la castración química-, cuyas secuelas lo llevaron al suicidio, y ante la petición de más de 21,000 personas para que el gobierno pidiera perdón nuevamente, no por el tratamiento sino por la condena de «Indecencia grave y perversión sexual» al eminente matemático, la Casa de los Lores ha declarado que este perdón no es procedente, porque según la ley de la época la sexualidad de Turing era una «ofensa criminal».