Wolverine no se oxida (Héroes Decadentes – FVR)
Francesco Giuseppe Vitola Rognini
Héroes decadentes
Segunda parte: Superhéroes fuera de foco
El hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena.
Mark Twain
Wolverine no se oxida
Hago daño, nunca río, bebo demasiado, eso dicen los tontos. Las pastillas no surten ningún efecto en mí, no necesito afilar nunca mis navajas, empino la botella cada vez que tomo asiento y no me dejan de salir pelos en todo mi cuerpo, no importa cuantas veces al día me afeite. Cuando cierro los ojos regresan las imágenes de siempre, los experimentos en los que me inyectaron un metal indestructible sobre los huesos. Por eso prefiero no dormir, para hacerlo bien necesitaría mucho alcohol y tanto somnífero como para poner a roncar a tres osos grizzlis. Eso lo puedo hacer una vez por semana, no hay dinero para gastar en eso todos los días. Por esto busco peleas diariamente: para robarle la plata a otros, o para ver si alguien es capaz de ponerme a dormir.
Afuera de esta cabaña en las montañas de Canadá la nieve lo cubre todo, incluso los troncos de pino que corté con mis garras esta misma mañana. Es un lugar frío, sólo los animales salvajes se aventuran por estas latitudes, así que conseguir y transportar el whisky es trabajo extra, tanto que estoy pensando seriamente regresar a la gran ciudad.
Será difícil buscar equilibrio y paz en el gris y ladrillo que lo cubre todo, pero al menos robar es más fácil y las drogas son más fuertes. Por aquí poco se consigue. Aún me quedan un par de cajas de Jack y una caja de habanos. Los días demasiado cortos y las noches muy largas desearía sirvieran para dejar de pensar en esas pesadillas, en la muerte que nunca llegará para mí, y en la cantidad de tiempo que significa la eternidad.
Una parte de mi memoria está perdida, pero estoy seguro que la vida siempre ha sido una mierda.
Una propaganda soviética contra los nazis (1941)
Los soviéticos jamás vislumbraron que la bota que acabó con los nazis invasores, sería la misma que habría de exterminar a millones de compatriotas. El régimen del ex seminarista Chepe de Acero (José Stalín) acribilló moral, física y psíquicamente a cuanto ser humano se le atravesaba en su sueño de ser el emperador bolchevique. Poco después del final de la segunda guerra mundial, Chepe intentó poblar Siberia a punta de desterrados y torturados. El vídeo (1941) que les presentamos es un llamado a la calma y un canto marcial hecho por el ejército rojo para tranquilizar a los habitantes de la URSS del inminente choque con los alemanes comandados por Adolfo, quizá porque ellos después necesitaron de esas mismas personas tranquilas para aniquilarlas:
Dalí soñó y pintó el enigma de Hitler
Suele circular una versión en la que Dalí confesaba su admiración por Hitler, básicamente por su manejo de las masas. Sin embargo, el propio Dalí intentó precisar su perspectiva del dirigente Nazi en varias oportunidades, como en la entrevista hecha L´express y publicada en nuestro idioma por «Panorama» en abril de 1971:
Ni bien llegó Hitler, me apuré a irme. Pero en pleno surrealismo, yo decía a los surrealistas: «Si son surrealistas, si aman el romanticismo, y sobre todo el romanticismo alemán e irracional, entonces amen a Hitler, que es un loco, un ser delirante total». En esa época, yo mismo soñaba con Hitler, estaba apasionado por la espalda de Hitler. De igual manera, en otro momento, estuve apasionado por Lenin. Hitler me parecía tener una espalda muy comestible. De haber podido, hubiera extraído de la espalda de Hitler una porción, como una porción de queso. La vaca se ríe. Seguro, esa era una reacción puramente irracional y surrealista. Yo había previsto el fin de Hitler con dos años de adelanto. Lo anuncié en una novela. Era verdaderamente ineluctable. Porque él era un puro masoquista. Sólo había emprendido toda esa acción wagneriana con la meta inconsciente de perder o morir.
Les presentamos el cuadro «El enigma de Hitler» en donde el artista catalán erigió muchas inquietudes generadas por el Führer salvo su deseo de comerle la espalda o, ¿también está inmerso en este marasmo onírico? (Oprimiendo sobre la imagen pueden verla en un mayor tamaño)
El caníbal que entrevistó a Freud
Ya habíamos mostrado un relato de Julio Coll en donde introduce a Ray Bradbury en el listado de los libros que quema don Qujote. Ahora les presentamos otro escrito perteneciente a «las columnas de Cyborg» en donde un negro aparece en Viena, al frente de la casa de Freud, días después de que quemaran sus libros:
El doctor Ochoa, descubridor del RNA, confiesa haber realizado
experimentos con ratas, inyectando virus a roedores incultos de
ratones que hayan demostrado en el Laboratorio poseer gran
memoria. Los incultos, una vez hecha la digestión de los nuevos
virus, adquirirían la memoria de los sabios. «La idea estaba ya en
el canibalismo», me dije. Y del dicho al hecho. Lo primero, fue es-
cribir este cuento; lo segundo, comerme al vecino del tercero; y
lo tercero…
Canibalismo
La primera vez advertí la llamativa presencia de Dngo-Nat en 1933, en Viena. estaba parado en frente de la casa de Freud poco después de la quema pública de sus libros, ordenada – como todo el mundo sabe-por Adolfo Hitler. Dngo-Nat era un negro alto y desgarbado. Presumía de periodista. Le brillaban los ojos con una intensidad fuera de lo común. Pero no era miedo lo que inspiraba su mirada, sino sopresa. ¿Qué pasión secreta consuía aquél corpachón joven, altivo y bronceado…?
– Vengo a entrevistar al maestro Freud. Soy de un lugar basuto. Mi país desea conseguir la libertad y voy en busca de cultura.
Dibujos animados Nazis
«Die Schlacht um Miggerhausen» (La batalla contra Miggerhausen), de 1937, es un corto dirigido por Georg Woelz que . narra la tarea del Volkempfänger (receptor popular) en la transformación del mundo agrícola alemán. En una primera instancia,sólo uno de estos aparatos de radio emprende su lucha, luego se le unen más receptores populares hasta formar un ejército. Es inevitable no recordar a Hitler cuando se ve la manera como el comandante de este batallón de máquinas emite discursos a la masa campesina. Este corto es una exaltación a la labor que cumplieron los receptores populares en la propagación del Nacionalsocialismo.