Un corto sobre los peregrinos planetarios: Wanderers
Carl Sagan sigue siendo el poeta de las nuevas generaciones de alucinados del Espacio Exterior. A pesar de revelarnos con una condescendencia pastoril nuestra pequeñez en el Universo, también con sus generosas palabras nos hacía sentir parte de una misión como especie, como planeta, hacia la búsqueda de nuevos horizontes para fastidiar en el vasto Cosmos de las fuerzas inconmensurables que nos seducían con sus llamados.
Dentro de la numerosa serie de re-mezclas al trabajo de Carlitos Sagan, se destaca este trabajo de Erik Wernquist, llamado Wanderers, en el que a partir de recreaciones digitales de lugares existentes registrados a través de fotografías y mapas disponibles en la red, se hace un simulacro de seres humanos atravesando estos espacios (como bichos parasitarios invadiendo nuevos cuerpos) , mientras la voz omnisciente de Sagan va rezando un fragmento del libro «Un pálido punto azul».
Esta es la traducción, tomada del sitio web Fayerwayer:
Dios es gay con Kurt Cobain
A los 19 años, Kurt Cobain era arrestado por hacer un graffití que decía: Dios es gay. Le gustaba fastidiar al mejor estilo de los actuales trolls de internet. El fastidio fue su forma de vida, hasta montar el número de fastidiarse a sí mismo en público. Disfrutaba como un macaco de hacer muecas ante los lentes de las cámaras. La maldición de Cobain fue haber sido tomado en serio cuando ni él mismo se quiso tomar realmente en serio. Hasta el fastidio le fastidiaba. En alguna ocasión Cobain afirmó: «No soy gay, pero quisiera serlo para fastidiar a los homofóbicos.» Dios pensó lo mismo cuando vio el mensaje del muchacho en las paredes. Fervoroso de la teología quiso conocer a Kurt y lo invitó a una reunión con William Burroughs, en donde los tres hablaron a su manera: Cobain desgarrando la guitarra, Burroughs con su voz de Yonqui leyendo un poema y Dios con su silencio. Un encuentro de tres maricas: Dios, Kurt Cobain y William Burroughs. Fastidiaron y fastidiaron hasta que los tres, fastidiados, se terminaron matando a su manera: Cobain tragándose una bala de escopeta, William Burroughs de un paro cardíaco como el viejo aburrido que era y Dios desintegrándose con el Universo. Esto es un hecho científico.