Convocatoria Tiempos Oscuros Colombia
vía Tiempos Oscuros
CONVOCATORIA SELECCIÓN DE TEXTOS TIEMPOS OSCUROS Nº9
La Revista Digital Tiempos Oscuros (Un panorama del Fantástico Internacional) tiene el placer de dar a conocer la convocatoria para confeccionar su novena entrega, un número dedicado en su totalidad a mostrar el panorama de la literatura fantástica de Colombia.
Es por ello que todos aquellos escritores colombianos que deseen participar en la selección de los textos que compondrán el número nueve de la revista digital Tiempos Oscuros deberán atenerse a las siguientes bases.
BASES
1. Podrán participar todos aquellos escritores colombianos residentes o no en su país de origen, con obras escritas en castellano.
2. Los textos deberán ser afines al género fantástico, la ciencia ficción o el terror.
3. Los trabajos, cuentos de entre 5 a 10 páginas, deben estar libres de derechos o en su defecto se aceptarán obras con la debida autorización del propietario de los derechos de la misma.
4. Los trabajos deberán enviarse en documento adjunto tipo doc (tamaño de papel DinA4, con tres centímetros de margen a cada lado, tipografía Time New Roman puntaje 12 a 1,5 de interlineado). Dicho archivo llevará por nombre título + autor de la obra y junto a él se incluirá en el mismo documento plica que incluirá los siguientes datos: título del cuento, nombre completo, nacionalidad, dirección electrónica, declaración de la autoría que incluya el estado del texto (si es inédito o si ha sido publicado, en este segundo supuesto deberá incluir dónde se puede encontrar y las veces que ha sido editado, tanto si es digital como en papel, y si tiene los derechos comprometidos se deberán incluir los permisos pertinentes). Junto a todos estos datos también pedimos la inclusión de un breve currículum literario que será publicado en la revista y una fotografía del autor si lo desea para el mismo fin.
5. En ningún supuesto los autores pierden los derechos de autor sobre sus obras.
6. La dirección de recepción de originales es:
revistatiempososcuros@yahoo.es
En el asunto deberá indicarse: COLABORACIÓN TIEMPOS OSCUROS Nº9
7. Las colaboraciones serán debidamente valoradas con el fin de realizar una selección acorde con los intereses de la publicación.
8. Los editores se comprometen a comunicar a los autores, que envíen sus trabajos, la inclusión o no del texto en la revista. Nos encantaría poder incluirlos todos pero nos hacemos al cargo sobre el volumen de textos que podemos llegar a recibir.
9. Todos los trabajos recibirán acuse de recibo.
10. La participación supone la total aceptación de las normas.
11. El plazo de admisión comenzará desde la publicación de estas bases y finalizará el 1º de junio de 2017. (No se admitirán trabajos fuera del plazo indicado).
Ricardo Acevedo Esplugas
Carmen Rosa Signes Urrea
Directores de la Revista Digital Tiempos Oscuros
Si deseas descargar la convocatoria Tiempos Oscuros nº 9 pincha aquí
Lenin entrevista al faraón Daniel Salvo
Hubo día en que Lenin entrevistó al faraón; ocurrió en Lima hace unos pocos meses: Lenin Solano Ambía, eximio entrevistador del Perú, se encontró con Daniel Salvo, el Ramsés I II y III de la ciencia ficción andina, y charlaron sobre este género y su estado actual. Salvo, a lo largo de la entrevista, hace un relato de la situación de las librerías y de la industria cultural de Lima, relacionándola con el entorno socioeconómico de su país. Además, da su opinión respecto a las diferentes formas en que la Ciencia Fantasía y la Ciencia Ficción se manifiestan en su país y que no dista mucho de lo que ocurre en otros lugares de nuestro conitnente. Disfruten pues de este manjar post-sísmico:
Mario Levrero como actor y asesino
Mario Levrero, el escritor uruguayo que, después de muerto, ha sido objeto de los buscadores de «rarezas» y literatura de frontera a lo largo de sudamérica, también fue actor; en el cortometraje que a continuación les presentamos, interpreta el papel de un asesino. El director de este trabajo hecho por diversión afirma que, casi con total seguridad, es el único vídeo en el que Levrero aparece frente a una máquina de escribir:
La casa del fin de los tiempos: Un buen augurio
Reseña de Campo Ricardo Burgos López
La casa del fin de los tiempos, según puede colegirse de la ficha técnica que puede hallarse en internet, es una película venezolana dirigida por Alejandro Hidalgo y estrenada en su país el año 2013, que combina los géneros del suspenso, el terror y la ciencia ficción. El argumento se centra en una vetusta casona caraqueña en donde en diversos momentos del siglo XX han ocurrido misteriosas desapariciones de personas y cómo la protagonista, una mujer llamada Dulce, emprende una investigación para aclarar los inexplicables acontecimientos que en ese lugar han ocurrido.
Al final de la obra, aun cuando son posibles otras interpretaciones, el hecho es que la explicación central de los episodios allí sucedidos es que esa casa de Caracas es un lugar donde por alguna razón los tiempos se confunden y de algún modo coexisten el pasado, el presente y el futuro. El filme venezolano, entonces, emplea la misma estrategia narrativa de cuentos clásicos de Borges como El otro, donde –recordemos- al sentarse en la banca de un parque, un Borges viejo se encuentra con el mismo Borges, pero joven. En el filme de Hidalgo, el objeto que posibilita esas coexistencias de los mismos personajes en pasado y futuro, no es la banca de un parque, sino una casa. Por otro lado, con el típico truco de que una de las víctimas (Dulce) tras muchos avatares resulte ser también una de las victimarias, “La casa del fin de los tiempos” se afilia a una ilustre estirpe de obras que van desde el Edipo Rey de Sófocles hasta esa cinta de culto que es Angel Heart de Alan Parker (recuérdese que en ambos casos el investigador de los crímenes resulta ser el criminal). En tercer lugar, hay que apuntar que en el largometraje de Hidalgo se consigue que la lóbrega y tenebrosa casona donde acaece la historia, sea también un personaje más ( tal vez el más importante de todos). Ese es un rasgo en la misma línea de tanto cine tradicional de terror donde la casa embrujada es “más personaje” que los mismos personajes humanos que por ella transitan.
Convocatoria de envío de originales para Fata Libelli
¿Soñáis con robots gigantes destruyendo Eurovegas? ¿Habéis atacado naves en llamas más allá del aeropuerto de Castellón? ¿Habéis visto rayos-C brillar en la puerta de Alcalá? ¿Al Rey Armadillo en Carrascosa? ¡Únete a nuestro equipo! Te buscamos a ti para la dominación mundial.
La dominación mundial no se hace sola. Siempre comprometidas con la causa, en Fata Libelli queremos ampliar nuestro equipo de minions, esto… de autores dispuestos a darlo todo para conquistar el planeta a golpe de bits. Por ello hoy os anunciamos la apertura de un periodo de recepción de originales para evaluar la posibilidad de su publicación en la que tendréis la oportunidad de uniros a nuestro equipo de dominación mundial. Os trataremos bien. Tenemos galletas.
Para que veáis que lo tenemos todo pensado y atado, os detallamos a continuación las bases de esta convocatoria.
1. La convocatoria está abierta a cualquier obra original escrita en lengua española independientemente de donde viva el autor o de su nacionalidad.
2. La convocatoria estará abierta durante tres meses desde hoy jueves 20 de marzo de 2014 al 20 de junio de 2014. Nos reservamos el derecho a ampliar el periodo de recepción de manuscritos en caso de que lo consideremos necesario. Si decidiéramos ampliar esas fechas informaríamos puntualmente a través de esta página y de las redes sociales.
3. Publicamos relatos y novela corta, por lo que cualquier escrito entre 4.000 y 30.000 palabras de media es susceptible de encajar en nuestra línea editorial. No admitimos novelas, es decir, escritos que superen la arbitraria cantidad de 50.000 palabras.
4. Somos una editorial especializada en literatura fantástica, por lo que aceptamos cualquier obra original inédita (no publicada anteriormente ni en papel ni en digital) que se enmarque dentro de la tríada fantástica: fantasía, terror, ciencia ficción. Sois bienvenidos a explorar cuál es vuestra definición de género para vosotros, dicho sea de paso.
5. Aparte de pertenecer a la literatura fantástica, la convocatoria de recepción de originales no exige adherirse a ninguna temática específica.
César Aira o la nula importancia de la literatura
César Aira no considera que fuera tan estúpido cuando joven porque le maravillara «Reunión» y «El perseguidor», dos cuentos de Julio Cortázar, sino que la escritura del celebrado autor de «Rayuela» lo inició porque era lo que él, Aira, quería escribir en ese momento y ese es el secreto de la fascinación de los jóvenes con Cortázar. Así mismo, Aira afirma que para lo que sirvió Sábato fue para alegrarle un poco la vida a la gente gracias a su dramatismo exacerbado.
La danza cósmica que superó las sombras de Platón (Un relato fantástico colombiano del siglo XIX)
Carlos Martínez Silva (1848-1903) fue un diplomático, abogado, escritor y jefe de filas del ejército conservador de Colombia durante una de las innumerables guerras por las que atravesó el país en el siglo XIX y estuvo preso en la primera contienda del siglo XX (la guerra de los mil días). El relato que a continuación presentamos, supera el orden intuído por Platón pues la sombras dejan de ser un remedo de la verdad: los cuerpos de los que ellas nacen, son una prolongación superflua de esa danza en la penumbra que es el universo. Martínez Silva ha sido uno de aquellos escritores que supo de una realidad más frondosa y opaca que la establecida por las más antiguas y prestigiosas corrientes filosóficas y científicas. Si bien es poco probable que Philip K. Dick lo haya leído, sí podemos establecer una línea de parentezco entre ellos dos. Esta es la oportunidad de encontrarnos con una narración que deja en claro que lo fantástico también ha hecho parte de la literatura hecha desde que se fundó algo llamado Colombia:
Baile de sombras
Hace algunas noches que, cabizbajo y distraído, seguía el camino de mi casa, por una oscura y desierta calle. De repente sentí música, alcé la cabeza y vi una casa iluminada: evidentemente allí había un baile.
Como nada tiene eso de raro, me disponía a seguir; pero como descubriera que sobre la pared que quedaba al frente de la casa iluminada, pasaban y repasaban las sombras de los danzantes, me detuve.
En aquel momento se celebraban, pues, dos bailes: uno en la sala, otro en la calle.
En el primero había hermosas damas, apuestos caballeros, fisonomías animadas por el fuego de la pasión, trajes de crujiente seda, perfumes y blandones, todo cuanto halaga los sentidos y exalta el corazón.
El baile de las sombras era triste en todos sentidos: se celebraba en una calle oscura y fría; los convidados estaban vestidos de negro, no se reían, ni conversaban; tenían rígidas las facciones, apagada la vista.
¡Qué contraste aquél! ¡Qué fuente de serias y profundas reflexiones para el que, como yo, contemplaba fríamente desde la mitad de la calle esas dos danzas, que al fin no eran sino una sola!
Un relato fantástico latinoamericano del siglo XIX
El relato que a continuación les presentamos fue escrito por Temístocles Avella Mendoza, uno de los autores que aparecen en el libro «Narradores colombianos del siglo XIX». La particularidad de este escrito es que cuenta con elementos provenientes de la fantasía, como lo advirtió José María Martínez al incluirlo en el volumen «Cuentos fantásticos del romanticismo hispanoamericano» (2011). El escrito, alejado del imperio realista, evidencia, quizá sin intención, el impacto de las relecturas devenidas en reescrituras pues proviene de unos versos hechos por Juan de Castellanos quien enunció:
Pues en labranza de aquel suelo (…)
Se vino contra él un indezuelo
Diciendo: «No me cojas mi labranza»
Sobre lo cual los dos andan al pelo (…)
Y el Almonte con ser hombre bastante,
le pareció luchar con un gigante.
Y en confianza de su fuerza mucha
A los principios pensó bien amarrallo;
Pero fuere tormento de garruncha(…)
Porque durante la terrible lucha
Vido cómo tenía pes de gallo.
Dijo: «¡Jesús! ¡Jesús!» Y en el momento
el indezuelo se le tornó viento.
Acudieron los de su camarada
A las débiles voces y al gemido:
Halláronle la cara rasguñada,
Ajeno de sus fuerzas y molido;
Y siendo la razón investigada,
Dijo lo que le había sucedido.
La transformación de Avella Mendoza es genérica y, además, revisa la versión del poeta-cronista español quien, como lo advierte Rodríguez Pérez en su «interpretación de las elegías de Juan de Castellanos», buscaba oponer la cruz a las supersticiones de los nativos para encumbrar al cristianismo como justo dominador. En el relato de Temístocles, el español y su cristianismo se traducen en cobardía e incomprensión (pese a que la razón la haya recobrado el europeo), y se presenta una ironía (quizá sin mediar la intención del autor pero el texto dejó de pertenecerle y su voluntad pasó a ser un incidente menor desde que lo entregó a la imprenta) al referirse el bautizo del lugar donde ocurrieron los hechos como Valle de San Bartolomé después de que lo llamaran Valle del diablo: esta fue la única manera que los conquistadores encontraron para cristianizar el territorio, confiando, con candor europeo, en la palabra.
Esta visita a las crónicas-elegías de Juan de Castellanos permite recordarnos que el trayecto de lo fantástico en Latinoamérica comenzó con esas narraciones y que el realismo mágico es sólo una expresión más de esa literatura, de modo tal que no resultan tan lejanas entre sí las tradiciones literarias del Río de La Plata, de los Andes y el Caribe. El texto de Avella Mendoza fue urdido en la cordillera pero se valió, como lo hizo antes Carpentier y el propio García Márquez, de unos versos escritos por un cronista de la conquista y su manera de ejecutar el relato recuerda a Borges y sus constantes encuentros con Martín Fierro.
El valle del diablo o la conseja de Diego Almonte
Si mal no recuerdo, fue en las Elegías de varones ilustres de Indias, por Juan de Castellanos, donde leí, hace algunos años, el caso que voy a referir.
Por supuesto que hay su diferencia entre aquella y esta relación: Castellanos refiere el caso en dos o tres octavas reales, en tanto que yo voy a hacerla en muchos renglones de neta y llanísima prosa. Queda, sin embargo, indicada la fuente, por si alguno quisiera incurrir en ella.